Roberto Morales / El Economista
En los últimos cinco años, las importaciones mexicanas de gasolina prácticamante se duplicaron en términos de volumen, al mismo tiempo que la producción nacional cayó 11.8%, de acuerdo con datos del Banco de México (Banxico) y Petróleos Mexicanos (Pemex).
La gasolina es el producto que más compran los mexicanos del exterior y el crecimiento de esas importaciones tiene una de las tasas más altas a nivel mundial.
De enero a agosto del 2011, las compras foráneas de gasolina promediaron 399,000 barriles diarios, casi el doble (94.9%) frente a la media de 204,700 barriles registrada en el 2006.
En los mismos ocho meses, el valor de esas importaciones alcanzó 12,174 millones de dólares, 155.6% más en comparación al mismo periodo del 2006.
Las importaciones de México equivalen a 65% de todo el consumo de gasolina de África, 75% del consumo de Inglaterra y 100% del consumo conjunto de India y Corea del Sur.
“Además de inversiones en el sistema nacional de refinación, se requiere formular políticas para que la demanda interna no crezca al ritmo que lo está haciendo”, dijo Arturo Carranza, analista de Solana Consultores.
Existe un amplio abanico de medidas a tomar, entre ellas: promover vehículos eléctricos o híbridos, impulsar combustibles alternativos u otras tecnologías sustentables; establecer mejores normas de energéticos, y eficientar el transporte público.
México se ubica como el octavo importador del mundo de aceites de petróleo, sin considerar el crudo y en los que se incluyen a las gasolinas, y el crecimiento de sus importaciones sólo es superado, entre los 10 mayores importadores, por el de Singapur, cuyas compras registraron una subida de 135% en los últimos cuatro años.
“Necesitamos que las instituciones que reformó y creó la reforma energética nos den cuentas claras sobre los resultados que está dando Pemex”, comentó Alejandro Ramírez Magaña, director general de Cinépolis, en una reunión con lideres empresariales celebrada en septiembre pasado.
Cada año la demanda de gasolina en mexicano se incrementa en unos 50,000 barriles diarios, al tiempo que la producción incluso ha caído, al pasar de 456,800 barriles diarios en el 2006 a 403,000 barriles diarios en el 2011.
Los desafíos se presentan mientras la nueva refinería de Tula ha sufrido retrasos en su programa original.
Aproximadamente, una obra como ésa tarda siete años en construirse y permite producir unos 350,000 barriles diarios, equivalente a la demanda agregada en el mismo periodo.
En los últimos cinco años, las importaciones mexicanas de gasolina prácticamante se duplicaron en términos de volumen, al mismo tiempo que la producción nacional cayó 11.8%, de acuerdo con datos del Banco de México (Banxico) y Petróleos Mexicanos (Pemex).
La gasolina es el producto que más compran los mexicanos del exterior y el crecimiento de esas importaciones tiene una de las tasas más altas a nivel mundial.
De enero a agosto del 2011, las compras foráneas de gasolina promediaron 399,000 barriles diarios, casi el doble (94.9%) frente a la media de 204,700 barriles registrada en el 2006.
En los mismos ocho meses, el valor de esas importaciones alcanzó 12,174 millones de dólares, 155.6% más en comparación al mismo periodo del 2006.
Las importaciones de México equivalen a 65% de todo el consumo de gasolina de África, 75% del consumo de Inglaterra y 100% del consumo conjunto de India y Corea del Sur.
“Además de inversiones en el sistema nacional de refinación, se requiere formular políticas para que la demanda interna no crezca al ritmo que lo está haciendo”, dijo Arturo Carranza, analista de Solana Consultores.
Existe un amplio abanico de medidas a tomar, entre ellas: promover vehículos eléctricos o híbridos, impulsar combustibles alternativos u otras tecnologías sustentables; establecer mejores normas de energéticos, y eficientar el transporte público.
México se ubica como el octavo importador del mundo de aceites de petróleo, sin considerar el crudo y en los que se incluyen a las gasolinas, y el crecimiento de sus importaciones sólo es superado, entre los 10 mayores importadores, por el de Singapur, cuyas compras registraron una subida de 135% en los últimos cuatro años.
“Necesitamos que las instituciones que reformó y creó la reforma energética nos den cuentas claras sobre los resultados que está dando Pemex”, comentó Alejandro Ramírez Magaña, director general de Cinépolis, en una reunión con lideres empresariales celebrada en septiembre pasado.
Cada año la demanda de gasolina en mexicano se incrementa en unos 50,000 barriles diarios, al tiempo que la producción incluso ha caído, al pasar de 456,800 barriles diarios en el 2006 a 403,000 barriles diarios en el 2011.
Los desafíos se presentan mientras la nueva refinería de Tula ha sufrido retrasos en su programa original.
Aproximadamente, una obra como ésa tarda siete años en construirse y permite producir unos 350,000 barriles diarios, equivalente a la demanda agregada en el mismo periodo.
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