Roberto González Amador / La Jornada
El ex presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva planteó la formación de una sociedad entre Petróleos Mexicanos (Pemex) y Petroleos Brasileiros (Petrobras) para crear una tercera compañía que explote de manera conjunta otros mercados y realice inversiones en tecnología.
No es posible que no tengamos ni idea de la importancia que esto tiene, expresó el ex mandatario, orador en el foro México, Cumbre de Negocios.
El planteamiento de Lula fue hecho días después de que Enrique Peña Nieto, aspirante a la candidatura presidencial del Partido Revolucionario Institucional, consideró necesaria la apertura de actividades reservadas por la ley a Pemex y puso como ejemplo precisamente a Petrobras.
México y Brasil, aseguró el ex mandatario sudamericano, tienen un problema de desconfianza, que ha contenido un mayor intercambio económico, un tema que, dijo, trató en su tiempo como presidente con su homólogo Vicente Fox y el actual titular del Ejecutivo, Felipe Calderón.
“Hablé bastante con el presidente Fox, hablé bastante con el presidente Calderón, pero tenemos un problema. Tenemos un problema y es cierta desconfianza que existe entre México y Brasil, y no sé por qué los empresarios todavía no se entienden bien.
México no tiene que dejar de venderle una sola aguja a Estados Unidos. Es un país muy grande para contentarse con solamente estar mirando hacia el norte, expuso Lula.
El ex presidente brasileño ha ofrecido este año tres conferencias en México ante empresarios. Lo hizo en abril, duarnte la convención anual de la banca privada; en junio asistió a la reunión de consejeros de BBVA Bancomer, y en esta ocasión en el foro convocado por el empresario Miguel Alemán.
México, consideró el ex mandatario brasileño, debe mirar hacia el sur, para diversificar su comercio. Eso fue lo que, dijo, promovió como presidente, al impulsar un mayor intercambio de Brasil con naciones de Latinoamérica, de Asia y África.
El país, consideró, tiene que mirar también un poco hacia el sur, porque México es competitivo, con más de 100 millones de habitantes y que al compararse con el tamaño de otras naciones como Venezuela, Colombia, Perú, Argentina o Brasil, salta a la vista que puede crear nichos de oportunidad para crecer más, aumentar sus exportaciones, buscar nuevos socios comerciales y construir nuevas alianzas.
Yo me pongo a soñar el buen día en que tengamos miles de empresarios multinacionales latinoamericanos; no quiero que las empresas brasileñas vengan acá a comprar empresas mexicanas o viceversa. Yo lo que quiero es que se hagan socios. No quiero que Petrobras compre a Pemex; quiero que las dos se asocien y que se cree una tercera empresa para explotar otros mercados y así invertir en nuevas tecnologías, sin que ninguna renuncie a sus creencias.
El ex presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva planteó la formación de una sociedad entre Petróleos Mexicanos (Pemex) y Petroleos Brasileiros (Petrobras) para crear una tercera compañía que explote de manera conjunta otros mercados y realice inversiones en tecnología.
No es posible que no tengamos ni idea de la importancia que esto tiene, expresó el ex mandatario, orador en el foro México, Cumbre de Negocios.
El planteamiento de Lula fue hecho días después de que Enrique Peña Nieto, aspirante a la candidatura presidencial del Partido Revolucionario Institucional, consideró necesaria la apertura de actividades reservadas por la ley a Pemex y puso como ejemplo precisamente a Petrobras.
México y Brasil, aseguró el ex mandatario sudamericano, tienen un problema de desconfianza, que ha contenido un mayor intercambio económico, un tema que, dijo, trató en su tiempo como presidente con su homólogo Vicente Fox y el actual titular del Ejecutivo, Felipe Calderón.
“Hablé bastante con el presidente Fox, hablé bastante con el presidente Calderón, pero tenemos un problema. Tenemos un problema y es cierta desconfianza que existe entre México y Brasil, y no sé por qué los empresarios todavía no se entienden bien.
México no tiene que dejar de venderle una sola aguja a Estados Unidos. Es un país muy grande para contentarse con solamente estar mirando hacia el norte, expuso Lula.
El ex presidente brasileño ha ofrecido este año tres conferencias en México ante empresarios. Lo hizo en abril, duarnte la convención anual de la banca privada; en junio asistió a la reunión de consejeros de BBVA Bancomer, y en esta ocasión en el foro convocado por el empresario Miguel Alemán.
México, consideró el ex mandatario brasileño, debe mirar hacia el sur, para diversificar su comercio. Eso fue lo que, dijo, promovió como presidente, al impulsar un mayor intercambio de Brasil con naciones de Latinoamérica, de Asia y África.
El país, consideró, tiene que mirar también un poco hacia el sur, porque México es competitivo, con más de 100 millones de habitantes y que al compararse con el tamaño de otras naciones como Venezuela, Colombia, Perú, Argentina o Brasil, salta a la vista que puede crear nichos de oportunidad para crecer más, aumentar sus exportaciones, buscar nuevos socios comerciales y construir nuevas alianzas.
Yo me pongo a soñar el buen día en que tengamos miles de empresarios multinacionales latinoamericanos; no quiero que las empresas brasileñas vengan acá a comprar empresas mexicanas o viceversa. Yo lo que quiero es que se hagan socios. No quiero que Petrobras compre a Pemex; quiero que las dos se asocien y que se cree una tercera empresa para explotar otros mercados y así invertir en nuevas tecnologías, sin que ninguna renuncie a sus creencias.
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