Andy Novell F.
Aún no se cumple un mes y en Veracruz se han sumado más de 96 ejecuciones del crimen organizado con el mismo modus operandi de tortura y asfixia, por parte del grupo criminal del cártel de Jalisco Nueva Generación.
Hemos escrito en distintas ocasiones lo que se hace en el estado de Veracruz para esconder los cadáveres de las personas ejecutadas; otra más nos la comentó un mando de la Armada de México, el pasado viernes en su hangar del Aeropuerto Internacional de la ciudad de México.
Durante el interrogatorio a los ocho detenidos del cártel de Jalisco Nueva Generación, éstos confesaron que había tres casas de seguridad, al llegar a una descubrieron que varios policías estatales ya habían levantado los muertos, al verse rodeado los elementos policiacos no tuvieron más remedio que darles la información correspondiente, a pesar de que el Ministerio Público del estado señaló “son delitos del fuero común”.
Ahora resulta que las ejecuciones múltiples generadas por el crimen organizado, son de índole común; ahora resulta que las autoridades federales no pueden intervenir en este tipo de asuntos para investigar y dar con los responsables.
Una vez entregada la información y sobre todo verificarla, las autoridades de la Armada de México decidieron intervenir las frecuencias de todas las corporaciones policiacas del estado, para evitar sorpresas como las del jueves pasado donde por instrucciones de las propias cabezas del gobierno veracruzano se decidió ocultar las ejecuciones.
Hoy se ha establecido una nueva estrategia de las fuerzas federales en el estado que gobierna Javier Duarte, esta estrategia es la de infiltrase en las corporaciones policiacas para detener a todas aquellas autoridades que estén dentro de los Zetas o La Nueva Generación.
A partir de este día inicia una nueva batalla en Veracruz, ahora es de las autoridades federales en contra de las autoridades estatales y municipales a quienes deben de revisar, investigar y detener; debido a que “nos están metiendo el pie en el trabajo” como lo refirió el mando naval.
Inteligencia naval está trabajando en dos ejes fundamentales en el estado. Uno, ubicar las zonas donde los policías y narcomenudistas llevan a cabo las negociaciones y cobros de piso que se realiza a diario en el estado.
Dos, rescatar o confiscar una lista de nombres de supuestos narcomenudistas al servicio de los Zetas que fue entregada por policías ministeriales al cártel de Jalisco Nueva Generación para que sean ejecutados, en dicha lista de acuerdo a la información filtrada por un agente ministerial de Veracruz, se encuentran también policías estatales y municipales; además de las direcciones y lugares donde pueden ser ubicados.
Las tácticas de inteligencia naval, darán resultado en los próximos días de acuerdo a lo comentado, pero en este caso son las propias autoridades del estado las que están interfiriendo para evitar que se lleven a cabo dichas indagatorias.
Poco a poco se está descubriendo que hay grandes vínculos del crimen organizado con funcionarios del gobierno estatal y municipal en Veracruz a cambio de dinero o de amenazas contra sus familias para que participen en las actividades ilícitas.
La advertencia por parte de la Armada de México ya está hecha, “no van a poder con nosotros”, esa es una advertencia que debe hacer temblar a todas aquellas personas que tratan de ocultar lo que pasa en Veracruz. O qué, el gobierno de Javier Duarte va a tratar de sacar una ley para evitar que las fuerzas armadas federales no intervengan sus comunicaciones.
Por cierto hablando de la Armada un dato que no se difundió este fin de semana en Saltillo, Coahuila, sobre un enfrentamiento entre elementos de la Armada y sicarios a plena luz del día en una colonia popular. Solo un medio local fue el que difundió la noticia: “un elemento de la Marina, se quitó el chaleco antibalas para ponérselo a un niño que se encontraba en medio de la refriega”, así destacó este medio local la labor del llamado héroe anónimo. Un elemento que arriesgó su vida por salvar la de un menor; aquí no escucho esas voces de los defensores de los derechos humanos o de aquellos que piden que salgan los soldados y la Marina de las calles, esto solo es parte de la doble moral que se vive en México.
Aún no se cumple un mes y en Veracruz se han sumado más de 96 ejecuciones del crimen organizado con el mismo modus operandi de tortura y asfixia, por parte del grupo criminal del cártel de Jalisco Nueva Generación.
Hemos escrito en distintas ocasiones lo que se hace en el estado de Veracruz para esconder los cadáveres de las personas ejecutadas; otra más nos la comentó un mando de la Armada de México, el pasado viernes en su hangar del Aeropuerto Internacional de la ciudad de México.
Durante el interrogatorio a los ocho detenidos del cártel de Jalisco Nueva Generación, éstos confesaron que había tres casas de seguridad, al llegar a una descubrieron que varios policías estatales ya habían levantado los muertos, al verse rodeado los elementos policiacos no tuvieron más remedio que darles la información correspondiente, a pesar de que el Ministerio Público del estado señaló “son delitos del fuero común”.
Ahora resulta que las ejecuciones múltiples generadas por el crimen organizado, son de índole común; ahora resulta que las autoridades federales no pueden intervenir en este tipo de asuntos para investigar y dar con los responsables.
Una vez entregada la información y sobre todo verificarla, las autoridades de la Armada de México decidieron intervenir las frecuencias de todas las corporaciones policiacas del estado, para evitar sorpresas como las del jueves pasado donde por instrucciones de las propias cabezas del gobierno veracruzano se decidió ocultar las ejecuciones.
Hoy se ha establecido una nueva estrategia de las fuerzas federales en el estado que gobierna Javier Duarte, esta estrategia es la de infiltrase en las corporaciones policiacas para detener a todas aquellas autoridades que estén dentro de los Zetas o La Nueva Generación.
A partir de este día inicia una nueva batalla en Veracruz, ahora es de las autoridades federales en contra de las autoridades estatales y municipales a quienes deben de revisar, investigar y detener; debido a que “nos están metiendo el pie en el trabajo” como lo refirió el mando naval.
Inteligencia naval está trabajando en dos ejes fundamentales en el estado. Uno, ubicar las zonas donde los policías y narcomenudistas llevan a cabo las negociaciones y cobros de piso que se realiza a diario en el estado.
Dos, rescatar o confiscar una lista de nombres de supuestos narcomenudistas al servicio de los Zetas que fue entregada por policías ministeriales al cártel de Jalisco Nueva Generación para que sean ejecutados, en dicha lista de acuerdo a la información filtrada por un agente ministerial de Veracruz, se encuentran también policías estatales y municipales; además de las direcciones y lugares donde pueden ser ubicados.
Las tácticas de inteligencia naval, darán resultado en los próximos días de acuerdo a lo comentado, pero en este caso son las propias autoridades del estado las que están interfiriendo para evitar que se lleven a cabo dichas indagatorias.
Poco a poco se está descubriendo que hay grandes vínculos del crimen organizado con funcionarios del gobierno estatal y municipal en Veracruz a cambio de dinero o de amenazas contra sus familias para que participen en las actividades ilícitas.
La advertencia por parte de la Armada de México ya está hecha, “no van a poder con nosotros”, esa es una advertencia que debe hacer temblar a todas aquellas personas que tratan de ocultar lo que pasa en Veracruz. O qué, el gobierno de Javier Duarte va a tratar de sacar una ley para evitar que las fuerzas armadas federales no intervengan sus comunicaciones.
Por cierto hablando de la Armada un dato que no se difundió este fin de semana en Saltillo, Coahuila, sobre un enfrentamiento entre elementos de la Armada y sicarios a plena luz del día en una colonia popular. Solo un medio local fue el que difundió la noticia: “un elemento de la Marina, se quitó el chaleco antibalas para ponérselo a un niño que se encontraba en medio de la refriega”, así destacó este medio local la labor del llamado héroe anónimo. Un elemento que arriesgó su vida por salvar la de un menor; aquí no escucho esas voces de los defensores de los derechos humanos o de aquellos que piden que salgan los soldados y la Marina de las calles, esto solo es parte de la doble moral que se vive en México.
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