Los juegos del hambre en Guadalajara

Andy Novell F.

En pocas semanas se llevará a cabo una justa deportiva de gran importancia en Guadalajara, Jalisco, (de donde escribimos en esta ocasión). Son varios millones de pesos invertidos en un evento que ante los ojos de la ciudadanía no tendrá ganancia el estado.

Aquí tan solo en la ciudad, hay algunos temas que dejan demasiadas dudas en torno a la realización de los Panamericanos; uno de ellos es el tema de los recursos desviados del gobierno estatal a la construcción de la Villa Panamericana, que hasta el momento no ha sido aclarado.

Otro más, y es el que más llama la atención, es la pobreza extrema que se vive en la periferia de Guadalajara, de acuerdo a los estudios que realizó la Universidad de Guadalajara en conjunto con el INEGI y la ONU, se pudo determinar que hay cinco zonas en ocho municipios donde la pobreza extrema se vive día con día.

Esta mañana sostuve una plática con la investigadora de la Universidad de Guadalajara, Amparo del Carmen Venegas Herrera, quien fue la creadora del mapa de la pobreza urbana en la zona metropolitana de Guadalajara, y dejó en claro que los miles de millones de pesos que se están destinando por parte del gobierno de Jalisco a esta justa deportiva, podrían ser utilizados para el beneficio de más de 80 mil personas en situación precaria.

Estas zonas, como otras tantas en el país, son propensas para que el crimen organizado haga de las suyas, como ya sucede en Guadalajara en colonias como Nueva España, Tabachines, Meza Colorada, entre otras que han sido visitadas por los brazos tentadores del narcotráfico.

De estas colonias han salido los sicarios del cártel de Jalisco Nueva Generación, además de diversas madres de familia que ante la necesidad de no tener una fuente de empleo, se ven orilladas a incursionar en el mundo del sexoservicio.

Son más de 80 mil personas en ocho municipios metropolitanos de la ciudad de Guadalajara que no tienen una infraestructura urbana para poder vivir o medio vivir en condiciones que ayuden a resarcir el tejido social, ese tejido social que está por demás descompuesto, podrido.

Esta es una muestra de cómo las autoridades estatales dejan crecer el problema del olvido y retraso social, ese problema que se va acuñando, añejando y termina por convertirse en un dolor de cabeza, cuando esos niños olvidados, esos hombres olvidados se pasan del lado contrario a la ley y comienzan con las ejecuciones, tráfico de armas y estupefacientes.

No es fácil gobernar, pero tampoco se necesita gran ciencia el prever e incluso tratar de contener o apagar los brotes de inseguridad que puedan surgir en estas colonias populares y paupérrimas olvidadas de las actuales administraciones; pero siempre como al final, los gobernantes estatales y municipales piden apoyo a la federación para tratar de contener el problema, cuando lo pudieron hacer años atrás.

Seguiremos en los próximos días escribiendo desde la calurosa y lluviosa ciudad de Guadalajara, una ciudad donde el crimen organizado deja cabezas de cerdo en hieleras para amenazar a los elementos de las policías estatales y federal que estarán en los juegos Panamericanos; aquí se escucha algo fuerte y son rumores “algo grande pasará en esa justa deportiva”.

Comentarios