Obuses emplazados
Discriminación patronal
Sócrates el tonto
Julio Hernández López / Astillero
Michoacán es la postrera apuesta fraccionada antes de entrar al premio mayor de la ruleta del Casino Patrio. No pudo ser el estado de México el palenque plenamente indicativo del rumbo que podrían tomar las cosas en 2012, así que ya solamente queda el proceso de sucesión de Leonel Godoy para tratar de encontrar claves. Por lo pronto allí está la obsesión del hermano Felipe en hacer gobernadora a la hermana Luisa María casi al costo que sea, volcando presupuesto y burocracia pinoleras en apoyo del plan familiar, con las fuerzas federales desplegadas para garantizar que se cumpla lo que la superioridad ordene. En otra parte del retablo, el candidato del PRI, Fausto Vallejo, en pleno ejercicio asistencial de ayuda en efectivo a futuros electores, con dinero sin vías de contabilidad ni control alguno, en una entidad surcada por ríos de billetes recién lavados.
Si Michoacán es augural, a nadie deberá sorprender el desmantelamiento institucional que trata de dar paso a la creciente tentación de inhabilitar la pista electoral en busca de opciones de emergencia programadas desde la enloquecida torre de control. La última, sí, pero no necesariamente nos vamos. Apenas pase Michoacán y ya estarán los obuses mayores emplazados: del lado de blanco y azul, con el delfín pinto o con el carnal colorado, pero el bando de Los Pinos cree fundadamente necesario dar continuidad a sus proyectos bélicos y de presunta modernización, al costo que sea. Los Dinos, o neodinos, con el figurín de moda listo para acumular más horas-pantalla, y la izquierda desfigurada en espera de milagros de recomposición que no llegan.
Los priístas cierran filas, genéticamente programados para disciplinarse en torno a proyectos más o menos aceptables de repartición de la riqueza política (y presupuestal) disponible. Contra lo que algunos vaticinaban, en especial las cúpulas del panismo, Manlio Fabio Beltrones dio su calculada bendición desde el senado a los zurcidos hechos en San Lázaro por la bancada peñanietista en materia de normativa política. Lo que se cayó en el camino de los escaños a las curules habrá de considerarse como pérdida colateral que, en todo caso, podría colocarse como espectáculo inaugural de las consultas ciudadanas que mucha imaginación y entusiasmo necesitarán para prender, tan condicionadas como acabaron en la letra legal definitiva.
Beltrones ni siquiera amaga con sacar hacha de guerra y deja todo al tiempo, mientras la parvada que se enganchó con el tema de la relección sigue empeñada en que los mexicanos crean que es de mucho mundo teórico y académico proponer que los legisladores que la gente ya no aguanta en sus periodos actuales pudieran seguir de largo hasta por un sexenio más, sin que esa continuidad esclerótica represente un retroceso sino un avance. Por fortuna, aunque no necesariamente por buenas razones consecuentes, la aplanadora peñanietista, con el aval del jefe Beltrones, ha dejado ese punto de la relección inmediata para mejores tiempos, en una presunta consulta cívica que San Plutarco Elías Calles de Atlacomulco habrá de definir más delante.
Más que por las propuestas y las definiciones en positivo, el mapa electoral se va delatando por los no que pronuncian algunos de sus principales personajes. Santiago Creel, por ejemplo, rechaza abiertamente cualquier posibilidad de alianza desde el PAN con el gordillismo panalista, en caso de que él sea el candidato presidencial. Otros aspirantes, acaso considerándose con probabilidades más altas de alcanzar esa nominación, y por ello esperanzados en contar con las brigadas de adulteración magistral de la profesora, casi se pelean por contar con los favores de la reina de la transacción política bien tasada.
Los patrones confederados del país, por voz de Gerardo Gutiérrez Candiani, dicen que no les parece suficiente lo que en discurso les fue a decir Andrés Manuel López Obrador en pasada comparecencia por orden alfabético de los principales precandidatos presidenciales. Con un aire discriminatorio, los miembros de la Coparmex, según su dirigente formal, requieren que el tabasqueño mande señales muy claras de que no está en contra del sector privado y de que aprecia lo que éste ha hecho por el bien del país. En cambio, a Enrique Peña Nieto no le piden que pase por ningún detector de mentiras oratorias, pues les fascinó que el ex gobernador del estado de México se mostrara cercano a las tesis patronales, en especial en lo referente a la apertura de Pemex al sector privado. Se certifican discursos y se sopesan intenciones, debería inscribir aunque fuera en letras chiquitas la mencionada central de patrones en las cartas de invitación a personajes para que desglosen sus planes de trabajo ante sus excelencias facciosamente suspicaces.
Astillas
El candidato en campaña por la pospresidencia de la República, Carlos Salinas de Gortari, ha calificado de tonto al ex gobernador de Nuevo León, Sócrates Rizzo, por haber dicho frente a estudiantes coahuilenses en febrero de este año que las más altas autoridades del país organizaban durante el priísmo el tráfico de drogas para que no afectara la paz social. Siendo parte involucrada en esas declaraciones, el ex presidente las descalificó rotundamente y aseguró que él, el licenciado Salinas, no conoció ningún gobierno que practicara esos entendimientos como política de Estado... Arrojar la cabeza provisional de un lobo (el delegado en Gustavo A. Madero que encabezó la reciente obstrucción de entrega de papelería electoral) a los leones bejaranos no parece ofrecer garantía de que las hostilidades internas del sol azteca se apacigüen en el segundo intento de realizar elecciones de consejeros en varias entidades, sobre todo en la joya de la corona que es el Distrito Federal... Y, mientras ha sido condenado en Argentina a cadena perpetua Ricardo Miguel Cavallo, quien estuvo a punto de ser límpido director en México del Registro Nacional de Vehículos, ¡hasta mañana, con la SRE dando tranquilidad al precisar que allí bien se sabe lo que los agentes gringos hacen en México!
Discriminación patronal
Sócrates el tonto
Julio Hernández López / Astillero
Michoacán es la postrera apuesta fraccionada antes de entrar al premio mayor de la ruleta del Casino Patrio. No pudo ser el estado de México el palenque plenamente indicativo del rumbo que podrían tomar las cosas en 2012, así que ya solamente queda el proceso de sucesión de Leonel Godoy para tratar de encontrar claves. Por lo pronto allí está la obsesión del hermano Felipe en hacer gobernadora a la hermana Luisa María casi al costo que sea, volcando presupuesto y burocracia pinoleras en apoyo del plan familiar, con las fuerzas federales desplegadas para garantizar que se cumpla lo que la superioridad ordene. En otra parte del retablo, el candidato del PRI, Fausto Vallejo, en pleno ejercicio asistencial de ayuda en efectivo a futuros electores, con dinero sin vías de contabilidad ni control alguno, en una entidad surcada por ríos de billetes recién lavados.
Si Michoacán es augural, a nadie deberá sorprender el desmantelamiento institucional que trata de dar paso a la creciente tentación de inhabilitar la pista electoral en busca de opciones de emergencia programadas desde la enloquecida torre de control. La última, sí, pero no necesariamente nos vamos. Apenas pase Michoacán y ya estarán los obuses mayores emplazados: del lado de blanco y azul, con el delfín pinto o con el carnal colorado, pero el bando de Los Pinos cree fundadamente necesario dar continuidad a sus proyectos bélicos y de presunta modernización, al costo que sea. Los Dinos, o neodinos, con el figurín de moda listo para acumular más horas-pantalla, y la izquierda desfigurada en espera de milagros de recomposición que no llegan.
Los priístas cierran filas, genéticamente programados para disciplinarse en torno a proyectos más o menos aceptables de repartición de la riqueza política (y presupuestal) disponible. Contra lo que algunos vaticinaban, en especial las cúpulas del panismo, Manlio Fabio Beltrones dio su calculada bendición desde el senado a los zurcidos hechos en San Lázaro por la bancada peñanietista en materia de normativa política. Lo que se cayó en el camino de los escaños a las curules habrá de considerarse como pérdida colateral que, en todo caso, podría colocarse como espectáculo inaugural de las consultas ciudadanas que mucha imaginación y entusiasmo necesitarán para prender, tan condicionadas como acabaron en la letra legal definitiva.
Beltrones ni siquiera amaga con sacar hacha de guerra y deja todo al tiempo, mientras la parvada que se enganchó con el tema de la relección sigue empeñada en que los mexicanos crean que es de mucho mundo teórico y académico proponer que los legisladores que la gente ya no aguanta en sus periodos actuales pudieran seguir de largo hasta por un sexenio más, sin que esa continuidad esclerótica represente un retroceso sino un avance. Por fortuna, aunque no necesariamente por buenas razones consecuentes, la aplanadora peñanietista, con el aval del jefe Beltrones, ha dejado ese punto de la relección inmediata para mejores tiempos, en una presunta consulta cívica que San Plutarco Elías Calles de Atlacomulco habrá de definir más delante.
Más que por las propuestas y las definiciones en positivo, el mapa electoral se va delatando por los no que pronuncian algunos de sus principales personajes. Santiago Creel, por ejemplo, rechaza abiertamente cualquier posibilidad de alianza desde el PAN con el gordillismo panalista, en caso de que él sea el candidato presidencial. Otros aspirantes, acaso considerándose con probabilidades más altas de alcanzar esa nominación, y por ello esperanzados en contar con las brigadas de adulteración magistral de la profesora, casi se pelean por contar con los favores de la reina de la transacción política bien tasada.
Los patrones confederados del país, por voz de Gerardo Gutiérrez Candiani, dicen que no les parece suficiente lo que en discurso les fue a decir Andrés Manuel López Obrador en pasada comparecencia por orden alfabético de los principales precandidatos presidenciales. Con un aire discriminatorio, los miembros de la Coparmex, según su dirigente formal, requieren que el tabasqueño mande señales muy claras de que no está en contra del sector privado y de que aprecia lo que éste ha hecho por el bien del país. En cambio, a Enrique Peña Nieto no le piden que pase por ningún detector de mentiras oratorias, pues les fascinó que el ex gobernador del estado de México se mostrara cercano a las tesis patronales, en especial en lo referente a la apertura de Pemex al sector privado. Se certifican discursos y se sopesan intenciones, debería inscribir aunque fuera en letras chiquitas la mencionada central de patrones en las cartas de invitación a personajes para que desglosen sus planes de trabajo ante sus excelencias facciosamente suspicaces.
Astillas
El candidato en campaña por la pospresidencia de la República, Carlos Salinas de Gortari, ha calificado de tonto al ex gobernador de Nuevo León, Sócrates Rizzo, por haber dicho frente a estudiantes coahuilenses en febrero de este año que las más altas autoridades del país organizaban durante el priísmo el tráfico de drogas para que no afectara la paz social. Siendo parte involucrada en esas declaraciones, el ex presidente las descalificó rotundamente y aseguró que él, el licenciado Salinas, no conoció ningún gobierno que practicara esos entendimientos como política de Estado... Arrojar la cabeza provisional de un lobo (el delegado en Gustavo A. Madero que encabezó la reciente obstrucción de entrega de papelería electoral) a los leones bejaranos no parece ofrecer garantía de que las hostilidades internas del sol azteca se apacigüen en el segundo intento de realizar elecciones de consejeros en varias entidades, sobre todo en la joya de la corona que es el Distrito Federal... Y, mientras ha sido condenado en Argentina a cadena perpetua Ricardo Miguel Cavallo, quien estuvo a punto de ser límpido director en México del Registro Nacional de Vehículos, ¡hasta mañana, con la SRE dando tranquilidad al precisar que allí bien se sabe lo que los agentes gringos hacen en México!
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