CNN
La boda de Marcelo Ebrard con la exembajadora hondureña Rosalinda Bueso es una buena estrategia para aumentar la popularidad del jefe de Gobierno de la Ciudad de México (GDF), aseguran especialistas en comunicación e imagen política.
El funcionario decidió casarse el día en que comienza el proceso electoral rumbo a los comicios presidenciales de 2012, y justo cuando es el aspirante menos conocido a nivel nacional, de acuerdo con diversas encuestas.
"La boda puede ser un mecanismo para atraer la atención. Si logra que a través de esto las audiencias logren escuchar su mensaje político, entonces fue una estrategia exitosa. No es suficiente con que a la gente le guste el espectáculo, la clave está en que haya un trabajo de comunicación política posterior", dijo Carlos Castañeda, investigador de Central de Estrategias Políticas, consultoría de comunicación política.
Dos aspirantes a la presidencia superan por más de 20 puntos porcentuales a Ebrard. Por ejemplo, según Consulta Mitofsky, en septiembre pasado el jefe de gobierno tenía un porcentaje de conocimiento de 72.9%, contra el 93.3% de Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional, y el 96.2% del excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.
La boda es también una estrategia política, dijo Sara Dulché, directora de la firma Imagen en Equilibio: "En esta campaña, él está en medio de una sociedad muy tradicionalista, donde, teóricamente, se considera que una persona es mucho más estable emocionalmente cuando es casada".
Los expertos coinciden en que hacer pública determinada situación personal contribuye a fortalecer la imagen pública de un político, pues "las historias del corazón" siempre llaman la atención de deteminado sector de la población.
Como las reglas de la ley electoral impiden que los gobiernos publiciten los logros de su administración, los políticos buscan estrategias para “visibilizar su vida privada para fortalecer su vida pública”, opina Castañeda, investigador de Central de Estrategias Políticas.
Antes de Bueso, Ebrard estuvo casado dos veces. "Tuvo un divorcio con Mariagna Prats, y dada la fuerza que van tomando los demás candidatos en cuanto a destapes y aspiraciones, Marcelo se rezagaba en el tema (personal). Había confirmado una fecha para casarse el 21 de octubre y lo adelantó. En cuestiones de imagen pública está mandando un mensaje de que está fuerte en su vida personal y eso es una estrategia para darle fuerza a sus aspiraciones presidenciales", dijo Eric Olavarrieta, consultor de Actitud es Imagen.
Coincidió Dulché, que afirmó que siempre será bien visto que "un hombre con poder esté acompañado. Esto llama mucho la atención para la población. Llegar a la campaña presidencial con una mujer a lado y además atractiva le puede sumar muchos puntos".
Una fórmula repetida
El jefe de gobierno Marcelo Ebrard no sería el primer político con aspiraciones presidenciales que presenta a su prometida y contrae nupcias con especial atención de los medios de comunicación.
En noviembre pasado, cuando el priista Enrique Peña Nieto ya era el mejor posicionado en las primeras encuestas sobre los comicios de 2012, el exgobernador del Estado de México se casó con la actriz Angélica Rivera, quien hizo el personaje de Gaviota, en la telenovela mexicana Destilando Amor.
"En las encuestas hay dos variables, una es conocimiento y la otra es preferencia, que yo te conozca no quiere decir que te voy a votar. Entonces, llamar la atención con estos eventos implica una ecuación que no se completa sin una estrategia para dar a conocer tus propuestas o planes de gobierno", dijo Castañeda.
Las últimas encuestas ubican a Ebrard por debajo de López Obrador, tanto en las preferencias entre simpatizantes del PRD, como entre el electorado en general.
Ebrard admitió sus aspiraciones presidenciales en enero pasado y hace apenas dos meses lanzó el movimiento Demócratas de izquierda, un grupo de apoyo a su candidatura para los comicios del próximo año.
La boda de Marcelo Ebrard con la exembajadora hondureña Rosalinda Bueso es una buena estrategia para aumentar la popularidad del jefe de Gobierno de la Ciudad de México (GDF), aseguran especialistas en comunicación e imagen política.
El funcionario decidió casarse el día en que comienza el proceso electoral rumbo a los comicios presidenciales de 2012, y justo cuando es el aspirante menos conocido a nivel nacional, de acuerdo con diversas encuestas.
"La boda puede ser un mecanismo para atraer la atención. Si logra que a través de esto las audiencias logren escuchar su mensaje político, entonces fue una estrategia exitosa. No es suficiente con que a la gente le guste el espectáculo, la clave está en que haya un trabajo de comunicación política posterior", dijo Carlos Castañeda, investigador de Central de Estrategias Políticas, consultoría de comunicación política.
Dos aspirantes a la presidencia superan por más de 20 puntos porcentuales a Ebrard. Por ejemplo, según Consulta Mitofsky, en septiembre pasado el jefe de gobierno tenía un porcentaje de conocimiento de 72.9%, contra el 93.3% de Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional, y el 96.2% del excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.
La boda es también una estrategia política, dijo Sara Dulché, directora de la firma Imagen en Equilibio: "En esta campaña, él está en medio de una sociedad muy tradicionalista, donde, teóricamente, se considera que una persona es mucho más estable emocionalmente cuando es casada".
Los expertos coinciden en que hacer pública determinada situación personal contribuye a fortalecer la imagen pública de un político, pues "las historias del corazón" siempre llaman la atención de deteminado sector de la población.
Como las reglas de la ley electoral impiden que los gobiernos publiciten los logros de su administración, los políticos buscan estrategias para “visibilizar su vida privada para fortalecer su vida pública”, opina Castañeda, investigador de Central de Estrategias Políticas.
Antes de Bueso, Ebrard estuvo casado dos veces. "Tuvo un divorcio con Mariagna Prats, y dada la fuerza que van tomando los demás candidatos en cuanto a destapes y aspiraciones, Marcelo se rezagaba en el tema (personal). Había confirmado una fecha para casarse el 21 de octubre y lo adelantó. En cuestiones de imagen pública está mandando un mensaje de que está fuerte en su vida personal y eso es una estrategia para darle fuerza a sus aspiraciones presidenciales", dijo Eric Olavarrieta, consultor de Actitud es Imagen.
Coincidió Dulché, que afirmó que siempre será bien visto que "un hombre con poder esté acompañado. Esto llama mucho la atención para la población. Llegar a la campaña presidencial con una mujer a lado y además atractiva le puede sumar muchos puntos".
Una fórmula repetida
El jefe de gobierno Marcelo Ebrard no sería el primer político con aspiraciones presidenciales que presenta a su prometida y contrae nupcias con especial atención de los medios de comunicación.
En noviembre pasado, cuando el priista Enrique Peña Nieto ya era el mejor posicionado en las primeras encuestas sobre los comicios de 2012, el exgobernador del Estado de México se casó con la actriz Angélica Rivera, quien hizo el personaje de Gaviota, en la telenovela mexicana Destilando Amor.
"En las encuestas hay dos variables, una es conocimiento y la otra es preferencia, que yo te conozca no quiere decir que te voy a votar. Entonces, llamar la atención con estos eventos implica una ecuación que no se completa sin una estrategia para dar a conocer tus propuestas o planes de gobierno", dijo Castañeda.
Las últimas encuestas ubican a Ebrard por debajo de López Obrador, tanto en las preferencias entre simpatizantes del PRD, como entre el electorado en general.
Ebrard admitió sus aspiraciones presidenciales en enero pasado y hace apenas dos meses lanzó el movimiento Demócratas de izquierda, un grupo de apoyo a su candidatura para los comicios del próximo año.
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