IFE: Enredos de Javier Corral

Carlos Ramírez / Indicador Político

El problema para designar a los tres consejeros pendientes del IFE no fue producto de una gran habilidad del PRI para reventar el proceso, sino que el enredo ocurrió por errores de operación política del diputado panista Javier Corral Jurado como presidente de la Comisión de Gobernación.

Cuando vio perdido el proceso y que el PRI le había agandallado la lista de tres propuestas, Corral encontró el camino corto de desprestigiar a los designados en lugar de reconocer su impericia en el manejo de la comisión.

El asunto, sin embargo, se enredó aún más porque las declaraciones de Corral para ensuciar el currículum de los tres presentados como candidatos a consejeros del IFE provocaron severas reacciones contra él y contra el ex presidente nacional del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo.

En una dura carta dirigida a Corral, la candidata a consejera del IFE, Cecilia Tapia Mayans, responde a las insinuaciones del panista sobre la supuesta parcialidad de la candidata, cuando Corral la había avalado para definir la lista final de 17 candidatos, Tapia incluida. Sin embargo, en tribuna el pasado 6 de septiembre Corral deslizó, en un manejo distorsionado, difamatorio y poco ético de la información, insinuaciones de supuestas relaciones familiares y de amistad de Tapia con dirigentes del PT y Convergencia. Tan respetuoso en lo teórico del manejo de la información, Corral simplemente difamó a una aspirante al IFE sin presentar las pruebas; peor aún, Corral antes la había votado como una de las de la lista definitiva en base a su calidad moral y profesional.

Tapia le señaló a Corral sus contradicciones: “En su calidad de presidente de la Comisión de Gobernación usted analizó y validó la lista de 17 aspirantes para presentarla a la Junta de Coordinación Política, y ahora pareciera se retracta, con el argumento de que el procedimiento por el que se llegó a la terna fue distorsionado y manipulado. A estas alturas en donde incomprensiblemente sigue en suspenso la decisión, creo que lo menos que se puede pedir es congruencia”. “Nuestro país atraviesa momentos difíciles, la apuesta debe seguir siendo la de contar con instituciones fuertes y solventes. Certeza y confianza van de la mano y si la decisión final es que no habrá decisión, las consecuencias serán de alto riesgo para el desarrollo del proceso electoral actualmente en curso”.

El problema de fondo radicó en el descuido de Corral en el procedimiento legislativo; los 17 aspirantes que pasaron la última ronda de exámenes llevaban el reconocimiento de todas las bancadas; pero a la hora de la presentación, el PRI chamaqueó a Corral y la terna pareció salida del PRI para congraciarse la designación final. La molestia del PAN y del PRD, alianza extraña como la del PT y Convergencia con el PRI, radicó en el hecho de que la terna parecía propuesta final del PRI. La oposición le quitó el gusto al PRI con una votación debajo de la mayoría calificada de dos tercios y el IFE se quedó sin tres consejeros.

El reclamo de Tapia en su carta a Corral fue duro: “Sus afirmaciones denotan una actitud discriminatoria, ya que se me está descalificando sin elementos, por prejuicios y por una percepción errónea de mi persona y sobre todo de mi capacidad, la cual se sustentó con documentos que adjunté a la solicitud de registro que han estado a su disposición a lo largo de un año que se ha demorado la adopción de la decisión”; Tapia ha laborado casi veinte años en instituciones electorales de la república, la última en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Al ex dirigente del PRD, Tapia también le reclamó abiertamente sus insinuaciones: “mi actuación siempre ha sido institucional, imparcial, apegada a legalidad, sin protagonismos personales, ni escándalos. Que esa actuación discreta se quiera malinterpretar deliberadamente por algunos como sujeción y falta de autonomía me parece inadmisible e insostenible. También me parece reprobable que se me pretenda hacer aparecer como pieza de algún partido político, sin dar crédito a todos mis antecedentes que son intachables”. “Le manifiesto mi molestia con su actitud intransigente y falta de argumentos, porque a estas alturas, aunado al incumplimiento legal de la falta de integración del Consejo General, que pretenda descalificar un proceso que se desarrolló de forma abierta a la sociedad, conforme a las reglas que ustedes fijaron, es injustificable”. El PRD quiere imponer a Emilio Álvarez Icaza.

Agrega: “sobre todo, me desconcierta que por una parte haya dicho que “el IFE es resultado del avance de la lucha democrática que no debe tener retrocesos...” y por otro que “debe ser un consejo que represente al conjunto de los partidos políticos y de los ciudadanos. De los partidos porque somos contendientes y porque queremos tener certeza en el árbitro y en la autoridad electoral”. Sus posicionamientos me preocupan porque denotan un interés particular que de mantenerse obstaculizará la debida integración del Consejo General, o bien, la sesgará”.

El problema para Corral es encontrar el camino para revalidar la lista de 17 aspirantes a tres puestos de consejero electoral, luego de haberlos difamado en la tribuna de la Cámara de Diputados. Y frente a la ambición del PRI de tener entre cuatro y cinco consejeros de los nueve --4-3-2 o 5-2-2-- para conformar una mayoría en el consejo general del IFE, Corral cerró la puerta a una segunda ronda y una reposición total del proceso para seleccionar a tres consejeros saldría hasta después de las elecciones de julio de 2012.

El problema de fondo del IFE radica en un proceso electoral complicado por la partidización del consejo general del IFE, por lo que la elección presidencial se resolverá no en las urnas ni en el consejo general del IFE, sino en el Tribunal como una elección de nuevo judicializada.

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