Jorge Diaz
No era para menos, después del destape que paradójicamente hiciera Humberto Moreira, líder del PRI, sobre la candidatura de AMLO por los partidos de izquierda y la de Josefina Vázquez Mota por el PAN, no quedaba de otra para Marcelo más que lanzarse y hacer oír su voz. Su presencia en los medios la semana pasada y el contenido de la misma, lo confirma.
Y es que ese buscapiés del coahuilense, llevaba toda la malicia hacia quien verdaderamente podría representar una opción competitiva contra la candidatura del que por cierto Moreira aún no destapa: Enrique Peña Nieto. Como bien dicen, candil de la calle, obscuridad de tu casa.
Tal parece que el Jefe de Gobierno capitalino esta convencido que la de 2012, es su candidatura, veamos pues cómo le va en el intento. Se ha manifestado a favor de hacer la tan anunciada consulta incluyendo a los electores sin partido, para definir el candidato de los partidos de izquierda y puede parecer obvio, debido a que según las encuestas, es entre ese grupo donde Ebrard tienen más posibilidades de salir elegido.
Sin embargo, y haciendo un lado que Marcelo esté presionando para que así sea, por la ventaja que le representa, también está el punto de vista práctico, el cual le da la razón.
No será sólo con los votos de los militantes de partido alguno, como se ganará una elección presidencial, es necesario contar con la certeza de que los no militantes (que hacen el grueso del electorado), tengan alguna simpatía por el posible candidato de un partido u otro. Tomando en cuenta los negativos de López Obrador fuera de su círculo de seguidores, no se ve un alentador escenario para los simpatizantes distintos al PRI y al PAN si se va con él por la grande, quieran o no reconocerlo sus leales.
Pero como en esto de la política, el sentido común es el menos común de los sentidos, habrá que ver qué se saca de la chistera el tabasqueño al que de ninguna manera hay que descartar, aunque sea para las ocurrencias.
Marcelo Ebrard no es ningún enemigo pequeño y se ve echado para adelante, se siente fuerte por los resultados que ha logrado en el Distrito Federal y no se ve que le den temor los números del mexiquense que ya se siente en Los Pinos y mucho menos que se considere de menor estatura que su adversario en la izquierda, por lo que por lo menos habremos de esperar un muy interesante desenlace en esa parte del espectro político-partidista.
No era para menos, después del destape que paradójicamente hiciera Humberto Moreira, líder del PRI, sobre la candidatura de AMLO por los partidos de izquierda y la de Josefina Vázquez Mota por el PAN, no quedaba de otra para Marcelo más que lanzarse y hacer oír su voz. Su presencia en los medios la semana pasada y el contenido de la misma, lo confirma.
Y es que ese buscapiés del coahuilense, llevaba toda la malicia hacia quien verdaderamente podría representar una opción competitiva contra la candidatura del que por cierto Moreira aún no destapa: Enrique Peña Nieto. Como bien dicen, candil de la calle, obscuridad de tu casa.
Tal parece que el Jefe de Gobierno capitalino esta convencido que la de 2012, es su candidatura, veamos pues cómo le va en el intento. Se ha manifestado a favor de hacer la tan anunciada consulta incluyendo a los electores sin partido, para definir el candidato de los partidos de izquierda y puede parecer obvio, debido a que según las encuestas, es entre ese grupo donde Ebrard tienen más posibilidades de salir elegido.
Sin embargo, y haciendo un lado que Marcelo esté presionando para que así sea, por la ventaja que le representa, también está el punto de vista práctico, el cual le da la razón.
No será sólo con los votos de los militantes de partido alguno, como se ganará una elección presidencial, es necesario contar con la certeza de que los no militantes (que hacen el grueso del electorado), tengan alguna simpatía por el posible candidato de un partido u otro. Tomando en cuenta los negativos de López Obrador fuera de su círculo de seguidores, no se ve un alentador escenario para los simpatizantes distintos al PRI y al PAN si se va con él por la grande, quieran o no reconocerlo sus leales.
Pero como en esto de la política, el sentido común es el menos común de los sentidos, habrá que ver qué se saca de la chistera el tabasqueño al que de ninguna manera hay que descartar, aunque sea para las ocurrencias.
Marcelo Ebrard no es ningún enemigo pequeño y se ve echado para adelante, se siente fuerte por los resultados que ha logrado en el Distrito Federal y no se ve que le den temor los números del mexiquense que ya se siente en Los Pinos y mucho menos que se considere de menor estatura que su adversario en la izquierda, por lo que por lo menos habremos de esperar un muy interesante desenlace en esa parte del espectro político-partidista.
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