Jorge Diaz
Aquel gallo envalentonado que; no hace mucho tiempo, todos conocimos en sus inicios en la dirigencia nacional del PRI, está apagado. Declaraciones tibias y muy poca presencia en medios. Después de las demostraciones de hombre fuerte que impone su voluntad y viene respaldado de la poderosa líder sindical del magisterio, alegre, echado para adelante y hasta cantando corridos norteños y música de cantina, en alguna entrevista televisiva, se ha esfumado.
Miguel Alemán Velazco ha planteado ya la salida de Moreira de la dirigencia, lo que es congruente y no es poca cosa viniendo de quien viene. Además en Coahuila, el PRI local da la impresión de hacerse a un lado, con todo y hermano Gobernador (impuesto por él). De tal manera que las investigaciones por el endeudamiento de su Gobierno aparentemente con documentos falsos, van para adelante.
Dudo que algún miembro del PRI se quiera tomar la foto con él en estos momento y dicen los que le saben a esto, que es inminente su salida para Diciembre, lo que sugiere que el razonamiento de los que ya se sienten en la presidencia de la República el próximo año, es que se puede perjudicar la imagen de partido y candidato (como si tuvieran una muy buena).
Pero lejos de lo que sólo le incumbe a los que tienen intereses dentro de los partidos, la pregunta que los ciudadanos se hacen es simple: Dónde terminará Moreira de comprobarse irregularidades en el manejo de los dineros de su Estado cuando fue Gobernador.
Las historias de impunidad a los largo de décadas y décadas es interminable y el hartazgo ciudadano es inmenso. Una cosa es que el PRI lo deje a su suerte para que se enfrente a la justicia pase lo que pase, y otra es que su intento sea el de ocultarlo, sacarlo de la escena pública, para que con el tiempo, se diluya el escándalo y una vez más no pase nada.
La pelota está en la cancha de los Coahuilenses y creo que aunque parezca iluso, si la ciudadanía se aferra al caso de su ex gobernador para pedir una explicación clara sobre el endeudamiento de su Estado; puesto que está directamente relacionado con la prosperidad de la entidad en los próximos años, y exige a los representantes del partido que sea no caer en negociaciones a espaldas de ellos, podría empezarse a ver un cambio en el trato a los políticos presuntamente corruptos y que históricamente, no pagan por sus fechorías.
Aquel gallo envalentonado que; no hace mucho tiempo, todos conocimos en sus inicios en la dirigencia nacional del PRI, está apagado. Declaraciones tibias y muy poca presencia en medios. Después de las demostraciones de hombre fuerte que impone su voluntad y viene respaldado de la poderosa líder sindical del magisterio, alegre, echado para adelante y hasta cantando corridos norteños y música de cantina, en alguna entrevista televisiva, se ha esfumado.
Miguel Alemán Velazco ha planteado ya la salida de Moreira de la dirigencia, lo que es congruente y no es poca cosa viniendo de quien viene. Además en Coahuila, el PRI local da la impresión de hacerse a un lado, con todo y hermano Gobernador (impuesto por él). De tal manera que las investigaciones por el endeudamiento de su Gobierno aparentemente con documentos falsos, van para adelante.
Dudo que algún miembro del PRI se quiera tomar la foto con él en estos momento y dicen los que le saben a esto, que es inminente su salida para Diciembre, lo que sugiere que el razonamiento de los que ya se sienten en la presidencia de la República el próximo año, es que se puede perjudicar la imagen de partido y candidato (como si tuvieran una muy buena).
Pero lejos de lo que sólo le incumbe a los que tienen intereses dentro de los partidos, la pregunta que los ciudadanos se hacen es simple: Dónde terminará Moreira de comprobarse irregularidades en el manejo de los dineros de su Estado cuando fue Gobernador.
Las historias de impunidad a los largo de décadas y décadas es interminable y el hartazgo ciudadano es inmenso. Una cosa es que el PRI lo deje a su suerte para que se enfrente a la justicia pase lo que pase, y otra es que su intento sea el de ocultarlo, sacarlo de la escena pública, para que con el tiempo, se diluya el escándalo y una vez más no pase nada.
La pelota está en la cancha de los Coahuilenses y creo que aunque parezca iluso, si la ciudadanía se aferra al caso de su ex gobernador para pedir una explicación clara sobre el endeudamiento de su Estado; puesto que está directamente relacionado con la prosperidad de la entidad en los próximos años, y exige a los representantes del partido que sea no caer en negociaciones a espaldas de ellos, podría empezarse a ver un cambio en el trato a los políticos presuntamente corruptos y que históricamente, no pagan por sus fechorías.
Comentarios