Se incrementa el subempleo
Presupuesto y deforestación
Carlos Fernández-Vega / México SA
Tras un año de éxito, solidez, crecimiento sostenido, cifras históricas, envidiable estabilidad macro y demás gracias derivadas de la política económica del régimen y del camino correcto transitado por el inquilino de Los Pinos (siempre de acuerdo con su propia versión), en el terreno de los hechos los resultados brillan por su ausencia, como en el ámbito laboral, donde el índice de desocupación no lo reduce ni el multimillonario inventario de discursos que acumula el sexenio. Doce largos meses de triunfos continuos, pero resulta que los mexicanos sin acceso al mercado del trabajo se dan de topes, porque no hay por dónde colarse.
En ese año de maravillosos logros de saliva, en el mejor de los casos alrededor de nueve mil mexicanos finalmente abandonaron las filas de la desocupación abierta (medición oficial) para colocarse laboralmente en el sector formal de la economía, o de plano en la informalidad, lo que es más probable. Así, ya sólo falta que alrededor de 2 millones 700 mil paisanos se coloquen en alguna plaza laboral (sin contar las informales) para que el crecimiento sostenido sea rotundamente exitoso. De acuerdo con el Inegi, de septiembre de 2010 a igual mes de 2011 la reducción –por llamarle así– del número de desocupados apenas equivalió a 0.02 puntos porcentuales, al pasar de 5.7 a 5.68 por ciento de la población económicamente activa entre una fecha y otra. Si ese fue el resultado concreto en un año de crecimiento sostenido (Calderón dixit), agárrense, porque la perspectiva para 2012 es verdaderamente ingrata.
Ese 5.68 por ciento de población desocupada es el promedio nacional al cierre de septiembre del año en curso, pero a la hora de desmenuzar la información se encuentran casos alarmantes. En el estado de Aguascalientes, por ejemplo, la tasa oficial de desocupación abierta entre el noveno mes de 2011 e igual mes de 2011 pasó de 6.4 a 8.31 por ciento de la población económicamente activa, lo que representa un aumento de 30 por ciento en el periodo; en Zacatecas creció de 4.33 a 7.13 (65 por ciento de avance); Guerrero de 2.08 a 3.2 (54 por ciento más) y en Veracruz de 3.84 a 5.1 (33 por ciento de incremento). Pocos son los casos estatales que reportan reducción en la desocupación abierta, pero aun con ellas los indicadores se mantienen elevados, como en Yucatán, donde pasó de 3.46 a 3.23 por ciento; Coahuila de 7.58 a 6.69; Tlaxcala de 7.59 a 6.63. En el Distrito Federal dicha indicador creció de 6.85 a 7.24 por ciento.
En las 32 principales ciudades de la República, aquellas con más de cien mil habitantes, la tasa de desocupación oficial es mayor que la relativa al promedio nacional. De acuerdo con el Inegi, en septiembre pasado el promedio de desocupación abierta en ese conjunto de localidades fue de 6.16 por ciento de la población económicamente activa, y en este renglón el enorme logró del crecimiento sostenido se tradujo en una reducción, si vale el término, de apenas 0.05 por ciento respecto septiembre de 2010. A su vez, la tasa de subocupación se incrementó a 8.9 por ciento de la población ocupada, contra 8.1 por ciento de un año atrás.
Por lo que toca a la población ocupada, el Inegi precisa que 65.9 por ciento es trabajador subordinado y remunerado ocupando una plaza o puesto de trabajo; 4.9 por ciento son patrones o empleadores; 22.8 por ciento trabaja de manera independiente o por su cuenta sin contratar empleados, y 6.4 por ciento se desempeña en los negocios o en las parcelas familiares, contribuyendo de manera directa a los procesos productivos pero sin remuneración monetaria. Por sector de actividad, se distribuyó de la siguiente manera: en los servicios se concentró 42.5 por ciento del total; en el comercio 19.8 por ciento; en la industria manufacturera 14.9 por ciento; en las actividades agropecuarias 13.8 por ciento; en la construcción 7.5 por ciento, en otras actividades económicas (que incluyen la minería, electricidad, agua y suministro de gas) 0.8 por ciento y el restante 0.7 por ciento no especificó su actividad.
Mientras en Los Pinos siguen celebrando éxitos laborales invisibles, y los mexicanos mantienen su búsqueda de empleo, Greenpeace ha implementado una campaña para que el presupuesto forestal de 2012 se enfoque en atender la grave deforestación que existe en México, la cual llega a casi 500 mil hectáreas cada año. En el proyecto de presupuesto de egresos de la Federación para el próximo año, explica la organización, se han destinado 6 mil 812 millones de pesos para el sector forestal. De estos recursos sólo alrededor de 700 millones están encaminados a programas para apoyar actividades que promueven la efectiva valoración de los ecosistemas forestales y que aseguran la provisión de los servicios ambientales, como los que promueven la silvicultura comunitaria, y el manejo forestal sustentable por parte de comunidades y ejidos.
El presupuesto federal para 2012 plantea otorgar mil 986 millones de pesos a la categoría Pago por Servicios Ambientales (31 por ciento de los recursos del Proárbol), pero este rubro está compuesto principalmente por los programas de Plantaciones Forestales Comerciales (Prodeplan), de Reforestación y Conservación de Suelos (Procoref), así como el de Pago por Servicios Ambientales (PSA), los cuales, está demostrado que no contribuyen de manera efectiva a detener la deforestación en nuestro país, de tal suerte que Greenpeace solicita el apoyo ciudadano para promover, y lograr, que los inquilinos de San Lázaro incrementen sustancialmente los recursos públicos asignados a dicho sector. “Además de pedir a los diputados que revisen estas asignaciones presupuestales, Greenpeace presentará el 25 de octubre (18 horas en Casa Lamm) su propuesta Revolución forestal, documento en el que plantea hacer un cambio total en la política forestal para que se pueda frenar la pérdida de bosques y recuperarlos, conservarlos y aprovecharlos de manera sustentable”.
Las rebanadas del pastel
Dieciséis años después de lo pactado en el TLCAN, por fin un camión mexicano de carga cruzó la frontera estadunidense. ¡Felicidades! Ya sólo faltan 450 mil adicionales para que se cumpla íntegramente lo acordado con el vecino del norte en 1995… Gerardo Solano Melgarejo invita a la presentación de su libro Vaivén en la ladera, en el Salón de Usos Múltiples de la Casa del Poeta Ramón López Velarde, ubicada en Álvaro Obregón 73, colonia Roma, casi esquina Mérida. La cita es el próximo miércoles 26 de octubre a las 18:30 horas. Se va a poner bueno.
Presupuesto y deforestación
Carlos Fernández-Vega / México SA
Tras un año de éxito, solidez, crecimiento sostenido, cifras históricas, envidiable estabilidad macro y demás gracias derivadas de la política económica del régimen y del camino correcto transitado por el inquilino de Los Pinos (siempre de acuerdo con su propia versión), en el terreno de los hechos los resultados brillan por su ausencia, como en el ámbito laboral, donde el índice de desocupación no lo reduce ni el multimillonario inventario de discursos que acumula el sexenio. Doce largos meses de triunfos continuos, pero resulta que los mexicanos sin acceso al mercado del trabajo se dan de topes, porque no hay por dónde colarse.
En ese año de maravillosos logros de saliva, en el mejor de los casos alrededor de nueve mil mexicanos finalmente abandonaron las filas de la desocupación abierta (medición oficial) para colocarse laboralmente en el sector formal de la economía, o de plano en la informalidad, lo que es más probable. Así, ya sólo falta que alrededor de 2 millones 700 mil paisanos se coloquen en alguna plaza laboral (sin contar las informales) para que el crecimiento sostenido sea rotundamente exitoso. De acuerdo con el Inegi, de septiembre de 2010 a igual mes de 2011 la reducción –por llamarle así– del número de desocupados apenas equivalió a 0.02 puntos porcentuales, al pasar de 5.7 a 5.68 por ciento de la población económicamente activa entre una fecha y otra. Si ese fue el resultado concreto en un año de crecimiento sostenido (Calderón dixit), agárrense, porque la perspectiva para 2012 es verdaderamente ingrata.
Ese 5.68 por ciento de población desocupada es el promedio nacional al cierre de septiembre del año en curso, pero a la hora de desmenuzar la información se encuentran casos alarmantes. En el estado de Aguascalientes, por ejemplo, la tasa oficial de desocupación abierta entre el noveno mes de 2011 e igual mes de 2011 pasó de 6.4 a 8.31 por ciento de la población económicamente activa, lo que representa un aumento de 30 por ciento en el periodo; en Zacatecas creció de 4.33 a 7.13 (65 por ciento de avance); Guerrero de 2.08 a 3.2 (54 por ciento más) y en Veracruz de 3.84 a 5.1 (33 por ciento de incremento). Pocos son los casos estatales que reportan reducción en la desocupación abierta, pero aun con ellas los indicadores se mantienen elevados, como en Yucatán, donde pasó de 3.46 a 3.23 por ciento; Coahuila de 7.58 a 6.69; Tlaxcala de 7.59 a 6.63. En el Distrito Federal dicha indicador creció de 6.85 a 7.24 por ciento.
En las 32 principales ciudades de la República, aquellas con más de cien mil habitantes, la tasa de desocupación oficial es mayor que la relativa al promedio nacional. De acuerdo con el Inegi, en septiembre pasado el promedio de desocupación abierta en ese conjunto de localidades fue de 6.16 por ciento de la población económicamente activa, y en este renglón el enorme logró del crecimiento sostenido se tradujo en una reducción, si vale el término, de apenas 0.05 por ciento respecto septiembre de 2010. A su vez, la tasa de subocupación se incrementó a 8.9 por ciento de la población ocupada, contra 8.1 por ciento de un año atrás.
Por lo que toca a la población ocupada, el Inegi precisa que 65.9 por ciento es trabajador subordinado y remunerado ocupando una plaza o puesto de trabajo; 4.9 por ciento son patrones o empleadores; 22.8 por ciento trabaja de manera independiente o por su cuenta sin contratar empleados, y 6.4 por ciento se desempeña en los negocios o en las parcelas familiares, contribuyendo de manera directa a los procesos productivos pero sin remuneración monetaria. Por sector de actividad, se distribuyó de la siguiente manera: en los servicios se concentró 42.5 por ciento del total; en el comercio 19.8 por ciento; en la industria manufacturera 14.9 por ciento; en las actividades agropecuarias 13.8 por ciento; en la construcción 7.5 por ciento, en otras actividades económicas (que incluyen la minería, electricidad, agua y suministro de gas) 0.8 por ciento y el restante 0.7 por ciento no especificó su actividad.
Mientras en Los Pinos siguen celebrando éxitos laborales invisibles, y los mexicanos mantienen su búsqueda de empleo, Greenpeace ha implementado una campaña para que el presupuesto forestal de 2012 se enfoque en atender la grave deforestación que existe en México, la cual llega a casi 500 mil hectáreas cada año. En el proyecto de presupuesto de egresos de la Federación para el próximo año, explica la organización, se han destinado 6 mil 812 millones de pesos para el sector forestal. De estos recursos sólo alrededor de 700 millones están encaminados a programas para apoyar actividades que promueven la efectiva valoración de los ecosistemas forestales y que aseguran la provisión de los servicios ambientales, como los que promueven la silvicultura comunitaria, y el manejo forestal sustentable por parte de comunidades y ejidos.
El presupuesto federal para 2012 plantea otorgar mil 986 millones de pesos a la categoría Pago por Servicios Ambientales (31 por ciento de los recursos del Proárbol), pero este rubro está compuesto principalmente por los programas de Plantaciones Forestales Comerciales (Prodeplan), de Reforestación y Conservación de Suelos (Procoref), así como el de Pago por Servicios Ambientales (PSA), los cuales, está demostrado que no contribuyen de manera efectiva a detener la deforestación en nuestro país, de tal suerte que Greenpeace solicita el apoyo ciudadano para promover, y lograr, que los inquilinos de San Lázaro incrementen sustancialmente los recursos públicos asignados a dicho sector. “Además de pedir a los diputados que revisen estas asignaciones presupuestales, Greenpeace presentará el 25 de octubre (18 horas en Casa Lamm) su propuesta Revolución forestal, documento en el que plantea hacer un cambio total en la política forestal para que se pueda frenar la pérdida de bosques y recuperarlos, conservarlos y aprovecharlos de manera sustentable”.
Las rebanadas del pastel
Dieciséis años después de lo pactado en el TLCAN, por fin un camión mexicano de carga cruzó la frontera estadunidense. ¡Felicidades! Ya sólo faltan 450 mil adicionales para que se cumpla íntegramente lo acordado con el vecino del norte en 1995… Gerardo Solano Melgarejo invita a la presentación de su libro Vaivén en la ladera, en el Salón de Usos Múltiples de la Casa del Poeta Ramón López Velarde, ubicada en Álvaro Obregón 73, colonia Roma, casi esquina Mérida. La cita es el próximo miércoles 26 de octubre a las 18:30 horas. Se va a poner bueno.
Comentarios