Andy Novell F.
Debido a la recomposición de la estructura que están realizando los cárteles de la droga en los estados donde el gobierno federal está realizando operativos, se prevé que en las próximas semanas haya un incremento de violencia en Nuevo León, Guerrero y Sonora.
Además de que el Distrito Federal está mostrando los primeros síntomas de la corrupción, con la actividad creciente de los mercados de drogas promovido internamente por algunas células de los grandes cárteles.
De acuerdo a los informes de la Consultora privada estadounidense en Seguridad “Stratfor”, algunos puertos como el de Acapulco y Manzanillo están teniendo un aumento de la violencia, ya que varios cárteles se disputan el control de los mismos, debido al valor económico y estratégico que deja la navegación y el turismo; ideal para el lavado de dinero, claro sin dejar a un lado que son utilizados para el trasiego de estupefacientes o reactivos para la elaboración de anfetaminas y el contrabando de productos de origen asiático.
Otros casos de violencia en aumento, se está dando en los estados de Sonora y Nuevo León, debido a la infraestructura carretera que conectan directamente con Estados Unidos; es decir que ciudades como Hermosillo y Monterrey tienen carreteras que llegan directamente a estados fronterizos de la Unión Americana, el aumento de la violencia se está dando con el cobro de derecho de piso y de peaje por el cártel de Los Zetas y el Golfo en estas vialidades.
Algo que ha llamado la atención sobre los efectos que deja el crimen organizado, es que se ha cambiado el estatus de violencia en algunos estados o ciudades, como fue el caso de Ciudad Juárez que durante cinco años consecutivos fue considerada la ciudad más violenta del mundo, ahora este lugar o ocupa el puerto de Acapulco.
Sin embargo, para la Consultora de Estados Unidos, la violencia no va a permanecer mucho tiempo en el puerto acapulqueño; debido a que a 310 millas al oeste de Ciudad Juárez se encuentra Nogales, considerado un centro de operaciones de contrabando para el crimen organizado.
La lucha por Nogales entre las diversas organizaciones delictivas puede generar enfrentamientos entre bandas rivales, cobros de piso, además de los secuestros y ejecuciones, lo que trasladaría la guerra que tienen Zetas y Golfo al estado panista.
Un caso que ha llamado la atención en las consultoras de seguridad de Estados Unidos es Monterrey, debido a que el marco de análisis para evaluar los estados de México en cuestión de violencia en crimen organizado sufrió una alteración por el atentado con un auto bomba que sufrió una célula del Ejército en Monterrey.
Es decir, Los Zetas habían utilizado granadas de fragmentación en algunos ataques a otros grupos criminales, pero nunca explosivos como lo hizo contra las fuerzas federales.
A esto se le agrega que en dos ocasiones en el 2010 y 2011 las fuerzas federales sufrieron de emboscadas por parte de células del crimen organizado. Lo que genera un nuevo modus operandi en la guerra contra el narcotráfico.
Este análisis determina de manera tajante que la actividad de las fuerzas federales está generando que Los Zetas pudieran perder el control de la ciudad y ante el debilitamiento de su estructura otros cáarteles pueden entrar a la lucha por la plaza.
Debido a la recomposición de la estructura que están realizando los cárteles de la droga en los estados donde el gobierno federal está realizando operativos, se prevé que en las próximas semanas haya un incremento de violencia en Nuevo León, Guerrero y Sonora.
Además de que el Distrito Federal está mostrando los primeros síntomas de la corrupción, con la actividad creciente de los mercados de drogas promovido internamente por algunas células de los grandes cárteles.
De acuerdo a los informes de la Consultora privada estadounidense en Seguridad “Stratfor”, algunos puertos como el de Acapulco y Manzanillo están teniendo un aumento de la violencia, ya que varios cárteles se disputan el control de los mismos, debido al valor económico y estratégico que deja la navegación y el turismo; ideal para el lavado de dinero, claro sin dejar a un lado que son utilizados para el trasiego de estupefacientes o reactivos para la elaboración de anfetaminas y el contrabando de productos de origen asiático.
Otros casos de violencia en aumento, se está dando en los estados de Sonora y Nuevo León, debido a la infraestructura carretera que conectan directamente con Estados Unidos; es decir que ciudades como Hermosillo y Monterrey tienen carreteras que llegan directamente a estados fronterizos de la Unión Americana, el aumento de la violencia se está dando con el cobro de derecho de piso y de peaje por el cártel de Los Zetas y el Golfo en estas vialidades.
Algo que ha llamado la atención sobre los efectos que deja el crimen organizado, es que se ha cambiado el estatus de violencia en algunos estados o ciudades, como fue el caso de Ciudad Juárez que durante cinco años consecutivos fue considerada la ciudad más violenta del mundo, ahora este lugar o ocupa el puerto de Acapulco.
Sin embargo, para la Consultora de Estados Unidos, la violencia no va a permanecer mucho tiempo en el puerto acapulqueño; debido a que a 310 millas al oeste de Ciudad Juárez se encuentra Nogales, considerado un centro de operaciones de contrabando para el crimen organizado.
La lucha por Nogales entre las diversas organizaciones delictivas puede generar enfrentamientos entre bandas rivales, cobros de piso, además de los secuestros y ejecuciones, lo que trasladaría la guerra que tienen Zetas y Golfo al estado panista.
Un caso que ha llamado la atención en las consultoras de seguridad de Estados Unidos es Monterrey, debido a que el marco de análisis para evaluar los estados de México en cuestión de violencia en crimen organizado sufrió una alteración por el atentado con un auto bomba que sufrió una célula del Ejército en Monterrey.
Es decir, Los Zetas habían utilizado granadas de fragmentación en algunos ataques a otros grupos criminales, pero nunca explosivos como lo hizo contra las fuerzas federales.
A esto se le agrega que en dos ocasiones en el 2010 y 2011 las fuerzas federales sufrieron de emboscadas por parte de células del crimen organizado. Lo que genera un nuevo modus operandi en la guerra contra el narcotráfico.
Este análisis determina de manera tajante que la actividad de las fuerzas federales está generando que Los Zetas pudieran perder el control de la ciudad y ante el debilitamiento de su estructura otros cáarteles pueden entrar a la lucha por la plaza.
Comentarios