Marco A. Flota / Grillotina
Un grupo de intelectuales, politólogos, investigadores, en fin: Los clásicos abajofirmantes que decía Monsiváis, se han pronunciado públicamente por una reforma constitucional que permita crear en México gobiernos de coalición. Y la noticia es que a la propuesta se han agregado políticos: Legisladores y gobernadores del PAN, el PRI y el PRD.
La idea es que, como en los países civilizados donde ha sido diplomático Carlos Fuentes o fue anunciado pero no ratificado Jorge Volpi, dos de los intelectuales proponentes, el Presidente de la República pueda integrar a su gobierno a militantes de fuerzas distintas a las de su partido. Pero, si no estamos mal informados, eso ya ha ocurrido en México.
Carlos Salinas de Gortari hizo presidente de la primera Comisión de Derechos Humanos al doctor don Jorge Carpizo, quien se proclamaba no hombre de partido... o, mejor dicho, hombre de no partido, para que quede más claro. Después Salinas lo ascendió a procurador general de la República y, finalmente, lo encumbró a secretario de Gobernación.
Fue histórico el trance en que el doctor Carpizo renunció un viernes a Gobernación, presionado por los partidos políticos, pero Salinas le pidió que lo meditara el fin de semana. Y tras consultarlo no con su almohada, sino con Almada- uno de sus asesores- don Jorge reasumió la Secretaría el lunes siguiente.
Pero si Carpizo no era miembro- de partidos seguimos hablando- Ernesto Zedillo marcó un hito al nombrar procurador general de la República ¡a un militante del PAN! Hay versiones de que ofreció la chamba a Diego Fernández de Cevallos, pero el jefe decidió permanecer del otro lado de la barandilla: Prefiere defender que castigar delincuentes. Y él mismo sugirió a su compañero de bufet- seguido desayunan juntos- y socio de bufete Antonio Lozano Gracia para el cargo.
El licenciado Lozano Gracia emprendió la -¡claro!- graciosa huida, cuando el petardazo de “La Paca”: Una vidente que afirmó que el diputado Muñoz Rocha estaba sepultado en un jardín de la hacienda del hermano incómodo, Raúl Salinas, quien supuestamente lo había asesinado con un bat de béisbol. Efectivamente, en la hacienda descubrieron un cadáver, pero sus huesos estaban más irreconocibles que una gubernatura después de seis años de uso.
Vicente Fox, el primer Presidente panista de México, designó secretario de Hacienda a Francisco Gil Díaz, quien estaba afiliado- y nunca renunció- al PRI. Felipe Calderón nombró en la misma dependencia a Ernesto Carstens, también militante del tricolor PRI, aunque nunca se paraba en el PRI porque él y doña Beatriz no cabían...de gusto cuando se saludaban.
No es nada nueva, pues, la propuesta de que el próximo presidente tenga en su gabinete a gente de otros partidos. Lo que suena interesante, sí, es la idea de que se cree la figura de jefe del gabinete, con la intención, suponemos, de que este sea de un partido distinto al del mandatario, para compensar.
Eso ocurre, digamos, en Inglaterra, donde la reina es figura decorativa y manda el primer ministro. Aunque, si lo pensamos bien, algo similar ocurrió en México cuando Fox fue figura decorativa y gobernó doña Marta, con más arrestos... digo: Con más energía que la Tatcher. (Arrestos no: Aunque dicen que se los merecen, no aplican en el caso de la señora e hijos)
¿Veremos pues a Ernesto Cordero, presidente, con Enrique Peña Nieto de jefe de gabinete o viceversa? ¿O a Marcelo Ebrard cogobernando con Santiago Creel? A Peña Nieto y a Ebrard juntos, no, desde luego.
No habría en Los Pinos suficientes espejos para reflejar ambas bellezas. Nos referimos a las de sus esposas, claro: La señora Gaviota y la señora Bueso.
¡RRIINNGG!
-Bueno, el PAN...
-¿Por fin quién está arriba y quien está abajo: Josefina o Creel?
-¡Aquí no nos metemos en asuntos privados!
EPIGRILLO
“Gobierno de Coalición
o regresa el PRI “: Marcelo.
Pero él y el Pje, recelo,
lo tendrían de colisión.
Un grupo de intelectuales, politólogos, investigadores, en fin: Los clásicos abajofirmantes que decía Monsiváis, se han pronunciado públicamente por una reforma constitucional que permita crear en México gobiernos de coalición. Y la noticia es que a la propuesta se han agregado políticos: Legisladores y gobernadores del PAN, el PRI y el PRD.
La idea es que, como en los países civilizados donde ha sido diplomático Carlos Fuentes o fue anunciado pero no ratificado Jorge Volpi, dos de los intelectuales proponentes, el Presidente de la República pueda integrar a su gobierno a militantes de fuerzas distintas a las de su partido. Pero, si no estamos mal informados, eso ya ha ocurrido en México.
Carlos Salinas de Gortari hizo presidente de la primera Comisión de Derechos Humanos al doctor don Jorge Carpizo, quien se proclamaba no hombre de partido... o, mejor dicho, hombre de no partido, para que quede más claro. Después Salinas lo ascendió a procurador general de la República y, finalmente, lo encumbró a secretario de Gobernación.
Fue histórico el trance en que el doctor Carpizo renunció un viernes a Gobernación, presionado por los partidos políticos, pero Salinas le pidió que lo meditara el fin de semana. Y tras consultarlo no con su almohada, sino con Almada- uno de sus asesores- don Jorge reasumió la Secretaría el lunes siguiente.
Pero si Carpizo no era miembro- de partidos seguimos hablando- Ernesto Zedillo marcó un hito al nombrar procurador general de la República ¡a un militante del PAN! Hay versiones de que ofreció la chamba a Diego Fernández de Cevallos, pero el jefe decidió permanecer del otro lado de la barandilla: Prefiere defender que castigar delincuentes. Y él mismo sugirió a su compañero de bufet- seguido desayunan juntos- y socio de bufete Antonio Lozano Gracia para el cargo.
El licenciado Lozano Gracia emprendió la -¡claro!- graciosa huida, cuando el petardazo de “La Paca”: Una vidente que afirmó que el diputado Muñoz Rocha estaba sepultado en un jardín de la hacienda del hermano incómodo, Raúl Salinas, quien supuestamente lo había asesinado con un bat de béisbol. Efectivamente, en la hacienda descubrieron un cadáver, pero sus huesos estaban más irreconocibles que una gubernatura después de seis años de uso.
Vicente Fox, el primer Presidente panista de México, designó secretario de Hacienda a Francisco Gil Díaz, quien estaba afiliado- y nunca renunció- al PRI. Felipe Calderón nombró en la misma dependencia a Ernesto Carstens, también militante del tricolor PRI, aunque nunca se paraba en el PRI porque él y doña Beatriz no cabían...de gusto cuando se saludaban.
No es nada nueva, pues, la propuesta de que el próximo presidente tenga en su gabinete a gente de otros partidos. Lo que suena interesante, sí, es la idea de que se cree la figura de jefe del gabinete, con la intención, suponemos, de que este sea de un partido distinto al del mandatario, para compensar.
Eso ocurre, digamos, en Inglaterra, donde la reina es figura decorativa y manda el primer ministro. Aunque, si lo pensamos bien, algo similar ocurrió en México cuando Fox fue figura decorativa y gobernó doña Marta, con más arrestos... digo: Con más energía que la Tatcher. (Arrestos no: Aunque dicen que se los merecen, no aplican en el caso de la señora e hijos)
¿Veremos pues a Ernesto Cordero, presidente, con Enrique Peña Nieto de jefe de gabinete o viceversa? ¿O a Marcelo Ebrard cogobernando con Santiago Creel? A Peña Nieto y a Ebrard juntos, no, desde luego.
No habría en Los Pinos suficientes espejos para reflejar ambas bellezas. Nos referimos a las de sus esposas, claro: La señora Gaviota y la señora Bueso.
¡RRIINNGG!
-Bueno, el PAN...
-¿Por fin quién está arriba y quien está abajo: Josefina o Creel?
-¡Aquí no nos metemos en asuntos privados!
EPIGRILLO
“Gobierno de Coalición
o regresa el PRI “: Marcelo.
Pero él y el Pje, recelo,
lo tendrían de colisión.
Comentarios