Atajos para otra dictadura

Ricardo Eguia

No es banal ni de respuesta inmediata…

Se trata de que reflexionemos imparcial, desapasionada y con lógica sobre la terrible espiral, la brutal escalada de violencia que ha puesto de moda arrojar, esparcir cadáveres como otro burdo montaje de barbarie y rustiquez obsesiva para que el régimen irrumpa y usando atajos “tome” por la fuerza a los estados…

Ni siquiera se trata de un caso con aristas complejas de honda investigación previa, tampoco de aplicar la “teoría científica” del tin marin con la que resuelven sus casos la PFP y la PGR sazonados con entrevistas en el canal de las estrellas haciendo lúdica apología de la delincuencia para escenificar una muy bien pagada rapsodia maximalista de la imbecibilidad confabulada…

El caso es más simple de resolver, es obvio, están las evidencias a la vista de todos salvo de aquellos involucrados o maiceados que no lo quieren ver…

No encierra misterio alguno la intempestiva “lluvia” de cadáveres como la más reciente y brutal maniobra de los mismos siniestros palafraneros de esta “guerra” urdida, sostenida y ahora desbordada para crear caos, anarquía deliberada como atajo para arrasar con el federalismo…

Quedan en ridículo los autores de la teoría de la conspiración que agiganta artificiosamente el poder de los cárteles para justificar la total militarización del país y que para justificar nuevos operativos llegan al extremo vergonzante de aceptar incluso que las mafias del narcotráfico están siendo más poderosas que el Estado mismo.

Hacen también el ridículo los crédulos y/o desenfocados que por negligencia, pasividad e indolencia admiten como solución más violencia para combatir la violencia sin inteligencia y le dan escasa importancia a los yerros del gobierno, los enormes presupuestos que se están gastando y a la batalla de contradicciones, imprecisiones, desmentidos y desmentidos para desmentirse entre sí las distintas instancias de gobierno así como entre las policías y las fuerzas armadas, supuestamente coordinadas como siempre solo en el discurso trillado, falso, cansino y grandilocuente…

Desde el 2006 es la huella de la misma pezuña, es el mismo rastro del mismo animal de uña que ha venido dejando su rastro de sangre, muerte y orfandad desde Michoacán donde inició el prosimio sus insaciables correrías, luego se desplazó a Chihuahua, N. León, Tamaulipas y ahora pasando por Coahuila también a Guerrero y al Estado de Veracruz…

Pero algo salta a la vista hasta del más inocente…el animal no toca Sonora ni Baja California donde ya existen especímenes de la misma manada y deja a Sinaloa como el santuario natural del carroñero que ellos mismos soltaron de su jaula en el año 2000 y se desplaza protegido por toda la república…

Decía el maestro de Don Miguel Hidalgo Francisco Javier Clavijero que hay dos leyes santas: “No atreverse a decir lo falso y no tener miedo a decir lo verdadero” a lo que con gran respeto yo podría añadir una tercera ley sacrosanta: No cerrar los ojos a la realidad que abofetea a la Nación todos los días sumiéndola en la total adversidad y que ha bastado solo una década para que el panismo salvaje haya destruido este país…

Al estilo del Conde de Otranto José Fouché que inventaba nuevos culpables incesantemente, al pan-Calderonato se le han ido pudriendo sus “casos” empezando por el ya legendario de Michoacán y en su escalada mortífera como en la espeluznante masacre del Casino Royal de Monterrey, de no haber sido por el oportuno video de la “venta de quesos” con los que extorsionaban los hermanos Larrazabal (uno de ellos coordinador de Ernesto Cordero fallido aspirante impuesto a la presidencia) ya estaría defenestrado el gobernador de Nuevo León por ser del PRI, tal como en la mayoría de las entidades donde está hincando su zarpa el teócrata de “La Roca” y torturador de la Constitución quien como apóstol de la violencia declaró ante furibundos mártires del paramilitarismo como instrumento de la sórdida “limpieza social” que “…Si Dios no hubiera abierto la puerta de atrás, yo no sería presidente…” he ahí otra nuestra de los jirones de esquizofrenia y santería de quien se considera “escogido” por una divinidad con la que también hablaba Mr. Bush siempre y cuando su Dios no le pidiera la llamada por cobrar…

El eterno disfraz del combate al narcotráfico ha transformado al tiranuevo megalómano en el “primer activista de las PYMES del narcomenudeo” que se han multiplicado por roda la geografía nacional para dar paso a falsos paramilitares, o ex militares polifacéticos, policromados, camaleónicos cuyo objetivo central es desestabilizar determinados Estados, amedrentar a la población, resquebrajar gobiernos locales, debilitar y exhibir la impotencia y falta de equipo de las policías, provocar el malestar cívico generalizado y justificar así más presencia militar sin combatir las verdaderas causas del narcotráfico cuyas raíces están en los millones de consumidores en Estados Unidos y las multimillonarias ganancias que les producen, mismas que se lavan en el sistema Bancario, Financiero y Bursátil de ambos países…

Eso es, se están forzando a algunos gobernadores no solo aceptar sino ahora hasta venir a implorar y justificar estos operativos “conjuntos” que no han resuelto nada, exacerban la violencia, desfilan convoyes para la televisión, no disminuyen el trasiego de drogas, ni los secuestros, ni las desapariciones forzadas, ni los cateos o detenciones sin previa orden judicial, solo sirven para coartar las libertades ciudadanas y el continuo pisoteo de los derechos humanos…

Pero peor aún ahora se “detienen cientos de peligrosos cadáveres en flagrancia decúbito dorsal” y cuya aparición en la nariz de toda esa fuerza inútil son apilados y declarados como integrantes de la delincuencia sin investigación alguna, sin abrir ninguna averiguación previa y como otro atajo para tomar por fuerza a los Estados que serán clave en las elecciones del 2012…

Esta es la salida falsa que encontró el PAN-Calderonato a la frustrada iniciativa del Ejecutivo que intentaba modificar la Constitución para permitirle al presidente egresado del Ateneo de Chupícuaro a sofocar con el Ejército cualquier movimiento social, político y electorales, así como decretar discrecionalmente el “Estado de excepción” en entidades y regiones con el pretexto de preservar la seguridad interior y acorde con aquel paradigma cantinflesco de que “si bien es cierto no estamos en guerra, tampoco estamos en paz”.

Obviamente no se aprobó este monumental despropósito para que al capricho o conveniencias del Ejecutivo este pudiera declarar cuando hoy o no “afectación de la seguridad nacional” y a pesar de que en el sigilo y la pertinaz, áspera presión de los militares circuló en la Cámara de Diputados lo que se llamó “el borrador maldito” y que no precisaba ningún límite a la actuación castrense pero que ahora se realiza sin apego a la Constitución con el “sólido argumento” de regar cadáveres en las calles…

La barbarie, la pesadilla ya se desató con excusas variopintas desdeñando una verdad incontestable: Es paña ni en las peores épocas del terrorismo de la “ETA”, ni Mr. Bush con el pretexto de las torres gemelas sacaron al Ejército a las calles…

Otra verdad: Una buena política social y la prevención del delito es el mejor antídoto contra el veneno de la delincuencia criminal.

Una más: dejar a Calderón que haga todo para agandallarse la elección del 2012 sería como dejar que el combate al tabaquismo lo encabezaran las cigarreras; el cambio climático las petroleras; el alcoholismo al “fuá”; a los zares de los casinos el combate a las apuestas; al gato cuidar a las tortolitas o a los patanes combatir los lupanares…Todo depende de nosotros, de lo que hagamos o dejemos de hacer.

Saramago decía “un verdadero ser humano no permitiría nunca el sufrimiento de los pueblos y agregaba “difícil pero no imposible derrocar a los malvados que explotan y viven a costa de los demás.”

¡Seamos capaces de tomar el futuro del país en nuestras manos!

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