Andy Novell F.
Las investigaciones en torno al incendio y muerte de 52 personas en el casino “Royale” han obtenido datos importantes sobre la operación de Los Zetas en Nuevo León y Monterrey.
Los datos fueron filtrados por un integrante de la Agencia Estatal de Investigación y se derivan de los interrogatorios a los cinco detenidos, aunados a la información obtenida de 15 celulares, nextel y radio de comunicación se ha determinado el modus operandi de esta organización en Monterrey.
Hasta el momento únicamente se ha determinado que los sicarios de Los Zetas, además de dedicarse a la extorsión de grandes y pequeños negocios también realizan narcomenudeo, secuestro, homicidio, robo de
auto y cobro de piso.
Los integrantes de Los Zetas son reclutados en colonias populares como Independencia, Juárez, La Campana entre otras más; la edad de la fuerza armada de la organización criminal oscila entre los 17 y 26 años, en su mayoría hombres; sin embargo en los últimos meses se ha detectado el incremento de la participación de las mujeres que son
utilizadas como halcones; así no levantan sospecha.
Las armas que traen en camionetas o vehículos robados son rifles AK-47 conocidos como cuerno de chivo calibre.762, por lo menos cinco cartuchos con 30 balas cada uno, pistolas escuadras —calibre .9mm,
.380 ó .40— también con cinco cargadores y tres granadas de mano.
La manera de operar y de armamento está siendo obtenida por las cinco involucrados del incendio y muerte de las 52 personas que ya están detenidos, han revelado datos importantes.
La transportación de las células de Los Zetas en la ciudad de Monterrey, se realiza en camionetas de lujo de reciente modelo o en su efecto en autos compactos, siempre acompañados de sus niñas (cuernos
de chivo).
En la ciudad la mujer dentro de la “maña” (termino que se utiliza para el crimen organizado) juega un papel fundamental “aquí las morras están buenonas y eso lo utilizan para envolver a los compañeros que no le entramos a esas cosas, te envuelven, te invitan una copa, salir o tener sexo y una vez en la calle o en su casa son levantados y
ejecutados”.
En Monterrey los taxistas no son utilizados como halcones, “eso ya paso de moda, ellos son los primeros que ubican las autoridades, todos saben que en otros estado son los efectivos, aquí no sirven los celulares o radios de frecuencia, aquí son los nextel la manera de comunicarse entre ellos mismos”.
Con la detención de narcomenudistas o integrantes de Los Zetas en distintos municipios se ha tratado de llevar una lista sobre las claves y sobrenombres con los cuales se comunican.
A los marinos les llaman “popeyes”, “los del agua” y a sus camionetas les dicen “las rapiditas” o “las grises”. A los del ejército los verdes, huachos, rudos o los tapa-plana; ahora a los elementos de la Policía Federal los han llamado los azules o los artistas, por eso de que salen mucho en la televisión.
Dentro de la radiografía delincuencia del estado, se ha logrado también establecer un mapa que se compone por áreas críticas; es decir la zona metropolitana de Monterrey que estaban controlados por Los Zetas: San Pedro Garza García y Guadalupe (al sur), Apodaca (oriente) y San Nicolás de los Garza y General Escobedo (norte), mientras que el
poniente y partes del centro de la capital regia las compartían con otros cárteles como el del Golfo y el de Sinaloa antes de que se declararan la guerra. En Guadalupe y Apodaca ocurre el mayor número enfrentamientos, ejecuciones y levantones.
También se ha establecido que en la periferia de Monterrey está surgiendo una nueva organización criminal denominada “Los Zetillas” compuesta por jóvenes de 12 a 20 años que tienen un familiar ya sea hermano o primo dentro de Los Zetas; estos jóvenes se encargan de robar vehículos, distribuir droga y en ocasiones son protagonistas de batallas campales sobre la macroplaza.
Son jóvenes acompañados por niñas que oscilan entre los 15 y 18 años, vestidas con short corto o minifalda, de manera provocativa y se encargan de llevar la droga entre sus diminutas prendas.
Las investigaciones en torno al incendio y muerte de 52 personas en el casino “Royale” han obtenido datos importantes sobre la operación de Los Zetas en Nuevo León y Monterrey.
Los datos fueron filtrados por un integrante de la Agencia Estatal de Investigación y se derivan de los interrogatorios a los cinco detenidos, aunados a la información obtenida de 15 celulares, nextel y radio de comunicación se ha determinado el modus operandi de esta organización en Monterrey.
Hasta el momento únicamente se ha determinado que los sicarios de Los Zetas, además de dedicarse a la extorsión de grandes y pequeños negocios también realizan narcomenudeo, secuestro, homicidio, robo de
auto y cobro de piso.
Los integrantes de Los Zetas son reclutados en colonias populares como Independencia, Juárez, La Campana entre otras más; la edad de la fuerza armada de la organización criminal oscila entre los 17 y 26 años, en su mayoría hombres; sin embargo en los últimos meses se ha detectado el incremento de la participación de las mujeres que son
utilizadas como halcones; así no levantan sospecha.
Las armas que traen en camionetas o vehículos robados son rifles AK-47 conocidos como cuerno de chivo calibre.762, por lo menos cinco cartuchos con 30 balas cada uno, pistolas escuadras —calibre .9mm,
.380 ó .40— también con cinco cargadores y tres granadas de mano.
La manera de operar y de armamento está siendo obtenida por las cinco involucrados del incendio y muerte de las 52 personas que ya están detenidos, han revelado datos importantes.
La transportación de las células de Los Zetas en la ciudad de Monterrey, se realiza en camionetas de lujo de reciente modelo o en su efecto en autos compactos, siempre acompañados de sus niñas (cuernos
de chivo).
En la ciudad la mujer dentro de la “maña” (termino que se utiliza para el crimen organizado) juega un papel fundamental “aquí las morras están buenonas y eso lo utilizan para envolver a los compañeros que no le entramos a esas cosas, te envuelven, te invitan una copa, salir o tener sexo y una vez en la calle o en su casa son levantados y
ejecutados”.
En Monterrey los taxistas no son utilizados como halcones, “eso ya paso de moda, ellos son los primeros que ubican las autoridades, todos saben que en otros estado son los efectivos, aquí no sirven los celulares o radios de frecuencia, aquí son los nextel la manera de comunicarse entre ellos mismos”.
Con la detención de narcomenudistas o integrantes de Los Zetas en distintos municipios se ha tratado de llevar una lista sobre las claves y sobrenombres con los cuales se comunican.
A los marinos les llaman “popeyes”, “los del agua” y a sus camionetas les dicen “las rapiditas” o “las grises”. A los del ejército los verdes, huachos, rudos o los tapa-plana; ahora a los elementos de la Policía Federal los han llamado los azules o los artistas, por eso de que salen mucho en la televisión.
Dentro de la radiografía delincuencia del estado, se ha logrado también establecer un mapa que se compone por áreas críticas; es decir la zona metropolitana de Monterrey que estaban controlados por Los Zetas: San Pedro Garza García y Guadalupe (al sur), Apodaca (oriente) y San Nicolás de los Garza y General Escobedo (norte), mientras que el
poniente y partes del centro de la capital regia las compartían con otros cárteles como el del Golfo y el de Sinaloa antes de que se declararan la guerra. En Guadalupe y Apodaca ocurre el mayor número enfrentamientos, ejecuciones y levantones.
También se ha establecido que en la periferia de Monterrey está surgiendo una nueva organización criminal denominada “Los Zetillas” compuesta por jóvenes de 12 a 20 años que tienen un familiar ya sea hermano o primo dentro de Los Zetas; estos jóvenes se encargan de robar vehículos, distribuir droga y en ocasiones son protagonistas de batallas campales sobre la macroplaza.
Son jóvenes acompañados por niñas que oscilan entre los 15 y 18 años, vestidas con short corto o minifalda, de manera provocativa y se encargan de llevar la droga entre sus diminutas prendas.
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