Miguel Ángel Granados Chapa
El jueves 1 de septiembre comenzó formalmente el que para efectos prácticos en es el último período ordinario de sesiones de la LVI legislatura. Cuando senadores y diputados se reúnan en febrero próximo para su temporada postrera, estará comenzando el fragor electoral. Muchos de ellos buscarán ser promovidos, o participarán en las contiendas internas para cada postulación presidencial. Ni se asomarán a las sesiones.
Ayer, por lo pronto, la Cámara de Diputados recibió el quinto informe presidencial. Hoy el titular del Ejecutivo presentará un documento que no es el ordenado por la Constitución para dar cuenta al Congreso del estado que guarda la administración. Será un mensaje que incluirá datos sobre la marcha del gobierno y sobre todo expresará la visión que mantiene el Presidente sobre los asuntos de mayor interés para la sociedad.
El mensaje ha sido precedido por repetitivas apariciones de Calderón en la radio, la televisión y la prensa, que cantan los logros de su administración. El de la vivienda, que es un programa discutible porque en efecto millones de familias disponen ahora de espacios minúsculos para desarrollar su vida, lo que no siempre equivale a "vivir mejor", se grabó en una unidad habitacional afectada por defectos en la construcción, que obviamente no aparecen en el spot. La población afectada y la que conoce esa circunstancia vivirán de modo directo el contraste entre la realidad y el mundo ilusorio, o exageradamente optimista en el que actúa el gobierno.
En otro mensaje aparece el Presidente saludando a agentes de la Policía Federal, su orgullo institucional, aunque el brillo de la corporación quede con frecuencia abollado o muestra manchas aquí y allá. De nuevo el cotejo de realidades: la de Calderón, la nuestra, resta verosimilitud al mensaje presidencial del día de hoy. Aunque los aplausos están asegurados porque sólo se entrará al Museo Nacional de Antropología con invitación, a no pocos asistentes les resultará difícil creer que la violencia que de varios modos atosiga a la sociedad nace únicamente de la disputa entre bandas delincuenciales.
La concurrencia será menor que la inicialmente calculada. Se determinó cambiar la sede del acto metaconstitucional del día de hoy del Auditorio Nacional al museo mencionado, después del brutal crimen colectivo perpetrado en un casino de Monterrey. Razones de seguridad y de austeridad fueron alegadas para mudar de local. No ha lugar a un festejo rumboso cuando priva el duelo en la capital de Nuevo León (no sólo en los hogares de las 52 víctimas). Aun si fuera insensible a la tragedia que destrozó a esas familias, Calderón estaría irritado porque está en entredicho el ayuntamiento regiomontano encabezado por un panista (cuyo hermano, en el colmo del cinismo, ha enderezado una querella civil en defensa de su reputación contra quienes lo exhibieron recibiendo dinero en casinos probablemente expuestos a extorsiones).
En este septiembre Calderón enfrentará un grave dilema: insistir en que su secretario de Hacienda sea precandidato presidencial, con escasas posibilidades de triunfo, o mantenerlo en el manejo de las finanzas públicas durante los meses por venir, que se avizoran preñados de dificultades por la inminencia de una nueva crisis mundial y por la irritación priista frente al funcionario que embate judicialmente al propio presidente del tricolor.
En la casa que hace las leyes septiembre comenzó con una infracción legal. La mesa directiva de la Cámara de Diputados debe ser elegida para un año, no tres cuatrimestres como acordaron los coordinadores. Aunque fuera por simple pragmatismo, el PRD no debió sumarse a ese pacto, pues el período en que se le concedió encabezar las sesiones corresponde al receso, es decir cuando no hay sesiones que dirigir.
Durante el primer cuatrimestre quedará más explícito que nunca el dominio que ejerce Enrique Peña Nieto en San Lázaro. Dependen de él políticamente el presidente de la mesa directiva, Emilio Chuayfett, y el coordinador de la fracción priista Francisco Rojas. Algunas comisiones cruciales, como la de presupuesto y cuenta pública, son presididas por gente "suya", como se dice en el habla del autoritarismo, sea que vuelva Luis Videgaray o permanezca al frente de ella Alfonso Navarrete Prida.
A pesar de que se fuerza a los presidentes de los partidos y a los jefes de las bancadas a declarar su buena voluntad para llegar a acuerdos, será difícil que los haya entre las fracciones priistas del Senado y San Lázaro. Las separa irremediablemente la sucesión presidencial. En la cámara no caminarán dos minutas procedentes de la colegisladora, por más que respecto de una, la reforma a la ley de seguridad nacional, se realicen sesiones en conferencia. Y el grupo mexiquense en la Cámara no dará luz verde a la reforma política impulsada por Manlio Fabio Beltrones, para no hacerlo el legislador mejor acogido por el activismo civil.
Peña Nieto no consentirá en que eso ocurra, sobre todo porque dentro de quince días deja de contar con los recursos financieros del Estado de México para promover su imagen. Encontrará el modo de no caer en la oscuridad, pero "sus" legisladores buscarán que al menos no brille la figura de quien hasta ahora es su único antagonista.
Si los nubarrones que se ciernen sobre la economía mundial estallan en tormenta, que obviamente afectará a México, como lo reconocen ahora hasta Calderón y Cordero, padeceremos un septiembre negro. O será opaco si eludimos ese riesgo, pero prevalecen las conveniencias.
El jueves 1 de septiembre comenzó formalmente el que para efectos prácticos en es el último período ordinario de sesiones de la LVI legislatura. Cuando senadores y diputados se reúnan en febrero próximo para su temporada postrera, estará comenzando el fragor electoral. Muchos de ellos buscarán ser promovidos, o participarán en las contiendas internas para cada postulación presidencial. Ni se asomarán a las sesiones.
Ayer, por lo pronto, la Cámara de Diputados recibió el quinto informe presidencial. Hoy el titular del Ejecutivo presentará un documento que no es el ordenado por la Constitución para dar cuenta al Congreso del estado que guarda la administración. Será un mensaje que incluirá datos sobre la marcha del gobierno y sobre todo expresará la visión que mantiene el Presidente sobre los asuntos de mayor interés para la sociedad.
El mensaje ha sido precedido por repetitivas apariciones de Calderón en la radio, la televisión y la prensa, que cantan los logros de su administración. El de la vivienda, que es un programa discutible porque en efecto millones de familias disponen ahora de espacios minúsculos para desarrollar su vida, lo que no siempre equivale a "vivir mejor", se grabó en una unidad habitacional afectada por defectos en la construcción, que obviamente no aparecen en el spot. La población afectada y la que conoce esa circunstancia vivirán de modo directo el contraste entre la realidad y el mundo ilusorio, o exageradamente optimista en el que actúa el gobierno.
En otro mensaje aparece el Presidente saludando a agentes de la Policía Federal, su orgullo institucional, aunque el brillo de la corporación quede con frecuencia abollado o muestra manchas aquí y allá. De nuevo el cotejo de realidades: la de Calderón, la nuestra, resta verosimilitud al mensaje presidencial del día de hoy. Aunque los aplausos están asegurados porque sólo se entrará al Museo Nacional de Antropología con invitación, a no pocos asistentes les resultará difícil creer que la violencia que de varios modos atosiga a la sociedad nace únicamente de la disputa entre bandas delincuenciales.
La concurrencia será menor que la inicialmente calculada. Se determinó cambiar la sede del acto metaconstitucional del día de hoy del Auditorio Nacional al museo mencionado, después del brutal crimen colectivo perpetrado en un casino de Monterrey. Razones de seguridad y de austeridad fueron alegadas para mudar de local. No ha lugar a un festejo rumboso cuando priva el duelo en la capital de Nuevo León (no sólo en los hogares de las 52 víctimas). Aun si fuera insensible a la tragedia que destrozó a esas familias, Calderón estaría irritado porque está en entredicho el ayuntamiento regiomontano encabezado por un panista (cuyo hermano, en el colmo del cinismo, ha enderezado una querella civil en defensa de su reputación contra quienes lo exhibieron recibiendo dinero en casinos probablemente expuestos a extorsiones).
En este septiembre Calderón enfrentará un grave dilema: insistir en que su secretario de Hacienda sea precandidato presidencial, con escasas posibilidades de triunfo, o mantenerlo en el manejo de las finanzas públicas durante los meses por venir, que se avizoran preñados de dificultades por la inminencia de una nueva crisis mundial y por la irritación priista frente al funcionario que embate judicialmente al propio presidente del tricolor.
En la casa que hace las leyes septiembre comenzó con una infracción legal. La mesa directiva de la Cámara de Diputados debe ser elegida para un año, no tres cuatrimestres como acordaron los coordinadores. Aunque fuera por simple pragmatismo, el PRD no debió sumarse a ese pacto, pues el período en que se le concedió encabezar las sesiones corresponde al receso, es decir cuando no hay sesiones que dirigir.
Durante el primer cuatrimestre quedará más explícito que nunca el dominio que ejerce Enrique Peña Nieto en San Lázaro. Dependen de él políticamente el presidente de la mesa directiva, Emilio Chuayfett, y el coordinador de la fracción priista Francisco Rojas. Algunas comisiones cruciales, como la de presupuesto y cuenta pública, son presididas por gente "suya", como se dice en el habla del autoritarismo, sea que vuelva Luis Videgaray o permanezca al frente de ella Alfonso Navarrete Prida.
A pesar de que se fuerza a los presidentes de los partidos y a los jefes de las bancadas a declarar su buena voluntad para llegar a acuerdos, será difícil que los haya entre las fracciones priistas del Senado y San Lázaro. Las separa irremediablemente la sucesión presidencial. En la cámara no caminarán dos minutas procedentes de la colegisladora, por más que respecto de una, la reforma a la ley de seguridad nacional, se realicen sesiones en conferencia. Y el grupo mexiquense en la Cámara no dará luz verde a la reforma política impulsada por Manlio Fabio Beltrones, para no hacerlo el legislador mejor acogido por el activismo civil.
Peña Nieto no consentirá en que eso ocurra, sobre todo porque dentro de quince días deja de contar con los recursos financieros del Estado de México para promover su imagen. Encontrará el modo de no caer en la oscuridad, pero "sus" legisladores buscarán que al menos no brille la figura de quien hasta ahora es su único antagonista.
Si los nubarrones que se ciernen sobre la economía mundial estallan en tormenta, que obviamente afectará a México, como lo reconocen ahora hasta Calderón y Cordero, padeceremos un septiembre negro. O será opaco si eludimos ese riesgo, pero prevalecen las conveniencias.
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