Andy Novell F.
La infiltración del crimen organizado en las estructuras de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, es un hecho palpable que se exhibe con la ejecución y detención de agentes ministeriales por tener vínculos con la Familia Michoacana.
En recientes días tuvimos una plática extensa con algunos elementos de la policía municipal de Valle de Chalco, Chalco e Ixtapaluca, quienes por separado aseguraron que la Familia sigue siendo la dueña de los Ministerios Públicos; es decir, no sirve de nada hacer operativos detener personajes con armas, si en el momento de las declaraciones con el hecho de decir “somos de la Familia” salen libres sin investigar.
Cabe recordar que hace un mes hubo diversas ejecuciones en los municipios Valle de Chalco, Chalco e Ixtapaluca; además de una serie de detenciones dentro de la misma PGJEM, propios MP involucrados en la protección del crimen organizado, esas personas ya fueron detenidas y encarceladas.
Ahora, hay un pacto silencioso dentro de las agencias del Ministerio Público de la zona oriente del Estado de México, este pacto consiste en no consignar casos relacionados con el crimen organizado, más si tienen que ver con la Familia Michoacana.
En algunos casos este pacto silencioso se traspasa a los propios elementos de las policías municipales, quienes prefieren no detener narcomenudistas para evitar problemas con las organizaciones criminales. En el caso de Valle de Chalco, los elementos fueron muy enfáticos en decir que frente al hospital General hay una tienda de
abarrotes que sirve a la vez de “tiendita”, ahí con toda impunidad jóvenes de 17 a 27 años se drogan, sacan armas y distribuyen estupefacientes bajo el amparo del crimen organizado.
Las propias autoridades estatales; esas de las que tanto presume el gobernador Enrique Peña Nieto saben de estos pactos, pero no dicen nada, saben cuales son los puntos de venta de droga en estos municipios, los saben porque los regentean.
Estos son los pactos silenciosos de los que nadie habla, de los que no dejan muertos, ni enfrentamientos, pero lo que si dejan es a una sociedad a merced de la delincuencia; es muy sabido que donde hay este tipo de pactos se incrementan los asaltos, robos a casa habitación, auto, transeúnte y narcomenudeo.
Estos son los pactos de sexenios pasados, ahora se hizo una en la zona oriente del estado de México, las autoridades del estado de México de la Procuraduría estatal han hecho un pacto, este consiste en no detener, ni consignar sicarios de la Familia a cambio de que no haya ejecuciones, ni enfrentamientos porque viene un proceso electoral. El pago será demasiado alto para los ciudadanos de Valle de Chalco, Chalco e Ixtapaluca.
La infiltración del crimen organizado en las estructuras de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, es un hecho palpable que se exhibe con la ejecución y detención de agentes ministeriales por tener vínculos con la Familia Michoacana.
En recientes días tuvimos una plática extensa con algunos elementos de la policía municipal de Valle de Chalco, Chalco e Ixtapaluca, quienes por separado aseguraron que la Familia sigue siendo la dueña de los Ministerios Públicos; es decir, no sirve de nada hacer operativos detener personajes con armas, si en el momento de las declaraciones con el hecho de decir “somos de la Familia” salen libres sin investigar.
Cabe recordar que hace un mes hubo diversas ejecuciones en los municipios Valle de Chalco, Chalco e Ixtapaluca; además de una serie de detenciones dentro de la misma PGJEM, propios MP involucrados en la protección del crimen organizado, esas personas ya fueron detenidas y encarceladas.
Ahora, hay un pacto silencioso dentro de las agencias del Ministerio Público de la zona oriente del Estado de México, este pacto consiste en no consignar casos relacionados con el crimen organizado, más si tienen que ver con la Familia Michoacana.
En algunos casos este pacto silencioso se traspasa a los propios elementos de las policías municipales, quienes prefieren no detener narcomenudistas para evitar problemas con las organizaciones criminales. En el caso de Valle de Chalco, los elementos fueron muy enfáticos en decir que frente al hospital General hay una tienda de
abarrotes que sirve a la vez de “tiendita”, ahí con toda impunidad jóvenes de 17 a 27 años se drogan, sacan armas y distribuyen estupefacientes bajo el amparo del crimen organizado.
Las propias autoridades estatales; esas de las que tanto presume el gobernador Enrique Peña Nieto saben de estos pactos, pero no dicen nada, saben cuales son los puntos de venta de droga en estos municipios, los saben porque los regentean.
Estos son los pactos silenciosos de los que nadie habla, de los que no dejan muertos, ni enfrentamientos, pero lo que si dejan es a una sociedad a merced de la delincuencia; es muy sabido que donde hay este tipo de pactos se incrementan los asaltos, robos a casa habitación, auto, transeúnte y narcomenudeo.
Estos son los pactos de sexenios pasados, ahora se hizo una en la zona oriente del estado de México, las autoridades del estado de México de la Procuraduría estatal han hecho un pacto, este consiste en no detener, ni consignar sicarios de la Familia a cambio de que no haya ejecuciones, ni enfrentamientos porque viene un proceso electoral. El pago será demasiado alto para los ciudadanos de Valle de Chalco, Chalco e Ixtapaluca.
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