Agustín Carstens consideró que, a pesar de la turbulencia financiera mundial, la perspectiva para los países emergentes es mejor
Alicia Salgado/ Enviada Excélsior
Los mercados mundiales se derrumbaron ayer en una cascada de la que no se libraron bolsas de valores, divisas, petróleo y metales.
Las medidas anunciadas por la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) no lograron calmar al público inversor por el difícil panorama global que pintaron tanto el banco central estadunidense como las declaraciones de los líderes económicos en la reunión del Grupo de los 20 (G20) que se celebrará en esta capital.
A la par de los desplomes que sufrieron los mercados bursátiles europeos, el promedio Dow Jones industrial perdió 3.5%, mientras que el índice Standard & Poor’s 500 cayó 3.17%. El Nasdaq Composite bajó 3.25 por ciento.
En Europa, el índice FTSEurofirst 300, referente amplio de las acciones de la región, cerró con baja de 4.6%. El desplome arrastró a la Bolsa Mexicana de Valores, que perdió 4.82 por ciento.
A esto se suma que los futuros del oro cayeron 3.7%, poniendo en duda su condición de refugio seguro. En materia energética, el barril de petróleo perdió 5.41 dólares y se cotizó en 80.51; hubo un momento en que llegó a caer a 79.66 dólares.
Entrevistado en Washington, Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, consideró que, a pesar de la turbulencia financiera mundial, la perspectiva para los países emergentes es mejor.
“Sin duda hay fortaleza económica y buen anclaje de políticas. Por eso pienso que en el mediano y largo plazo los fundamentos se van a imponer”, dijo.
Desplome mundial en Bolsas
En lo que asemeja a un circo donde los trapecistas saltaron al aire sin red de protección y sufrieron el temible accidente, la Bolsas mundiales sucumbieron ayer que prendieron las alarmas globales con la esperanza de una recuperación.
Ni las medidas de alivio anunciadas por la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) lograron calmar al público inversor por el difícil panorama que pintaron tanto el banco central estadunidense como las declaraciones de los líderes económicos en la junta del Grupo de los 20 (G20) en Washington, así como la reunión interanual del Banco Mundial y del FMI.
La sacudida que sufrieron los mercados en la caída pusieron a temblar a todos los espectadores en los pisos de remate.
El promedio Dow Jones industrial perdió 389.58 puntos, o 3.51%, mientras que el índice Standard & Poor’s 500 cayó 36.97 puntos o 3.17%. El índice Nasdaq bajó 82.52 puntos, o 3.25%.
El principal índice bursátil de la Bolsa mexicana, el IPC, perdió 4.82%, y se ubicó en 32 mil 381.06 puntos, un nivel no visto desde el 8 de agosto, cuando se ubicó en 31 mil 715.78 unidades.
En Europa, el índice FTSEurofirst 300, referente amplio de las acciones de la región, cerró con una baja de 4.6%. Las acciones europeas bajaron a un mínimo de 26 meses.
El Nikkei, el índice bursátil más popular del mercado japonés, sufrió una caída de 2.43 por ciento ayer por la noche, en su apertura.
Para Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial, la situación económica del orbe está entrando en una fase peligrosa, “porque el crecimiento global se ha desacelerado, la recuperación que se esperaba se ha debilitado y sus impactos sociales negativos han aumentado, incluyendo la situación de los países de mercados emergentes (como México), cuyo margen de maniobra para enfrentar un nuevo choque es menor a la de que presentaban en 2007-08”.
Sumándose a esta postura, Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), dijo que urge que los gobiernos de las economías avanzadas logren consensos políticos para implementar las medidas que se requieren para restablecer la confianza de los consumidores y de los mercados.
“No podemos apoyar la decisión de nuestros miembros ni los gobiernos pueden tomar decisiones con base a los movimientos que ocurren hora por hora en el Dow Jones, CAC o el DAX, en los movimientos trepidatorios y ansiosos de los mercados, que tienen su modus operandi. La posibilidad de que la situación se estabilice y la recuperación económica con generación de empleo se restablezca existe, aunque se ha reducido el margen para hacerlo.”, dijo Lagarde.
La incertidumbre internacional también impactó a los precios de las materias primas. Los futuros del oro en EU sufrieron su peor caída diaria en un mes, poniendo en duda su condición de refugio seguro.
Así, los futuros de oro para diciembre en Estados Unidos cayeron 3.7 por ciento, a mil 741.70 dólares la onza, tras anotar un mínimo de sesión de mil 723.20 dólares.
En tanto, los energéticos cayeron más de cuatro por ciento el barril tocando mínimos en seis semanas.
Los futuros del petróleo estadunidense (WTI) cerraron con una baja de 5.41 dólares a 80.51 dólares el barril. En un momento de la sesión, perforaron la barrera de 80 dólares al caer a 79.66 dólares. El Brent perdió 4.41 por ciento a 105.49 dólares por barril.
El secretario del Tesoro de EU, Timothy Geithner, dijo ayer que la economía global enfrenta peligros provenientes de la crisis europea y los desencuentros políticos de su país. “Las dos nubes que están sobre nosotros son la crisis europea y la profunda preocupación que pueden ver en el mundo y en el país sobre si el sistema político en EU puede lidiar con los desafíos que enfrentamos”.
Zoellick agregó que la crisis misma ha ocultado la vulnerabilidad de las economías en desarrollo y emergentes que comienzan a mostrar una caída en los índices de consumo, en los ingresos por exportaciones, en la ampliación –limitada aún– pero ampliación de sus déficits, con aumento en los spreads soberanos, caída en los flujos de capital, deterioro de las monedas y aumento o persistencia del desempleo.
“Mientras la situación en los países desarrollados es crítica, en los países emergentes puede estar cambiando para empeorar”, apuntó al subrayar que el principal problema en el corto plazo es que la debilidad económica puede generar un repunte del proteccionismo.
Mohamed El-Erian, presidente de PIMCO, uno de los fondos con mayor monto de activos en administración, dijo: “Estoy preocupado por el sistema bancario europeo. Las tensiones sobre la deuda soberana que está en ellos son el epicentro y la principal amenaza para la economía global. Las instituciones francesas se han convertido en un foco de riesgo y amenazan con traer de nuevo la recesión a Europa, al tiempo en que se dice todos los días que hay voluntad de evitar el default de Grecia y no hacen nada concreto para impedirlo”.
Ayer por la tarde, seis naciones (México, Australia, Canadá, Corea del Sur, Indonesia y Reino Unido) enviaron al presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, una carta sobre la situación económica y el G20.
En la misiva señalaban que tres años después de su primera reunión de líderes, los ciudadanos y gobiernos del mundo todavía están sintiendo los efectos de la crisis global.
“La eurozona y sus instituciones deben actuar rápidamente para resolver la crisis del euro”, señalaron.
Carstens confía en la fortaleza
Agustín Carstens, gobernador del Banco de México (Banxico), sabe que el mundo está entrando en una nueva crisis económica por la falta de confianza y liderazgo por parte de los países avanzados, pero confía en que los emergentes saldrán adelante.
Durante una entrevista concedida previo a la reunión del G20 que se celebrará hoy, el funcionario federal es enfático en señalar que gran parte de los que está sucediendo en el mundo actualmente tiene que ver con las naciones de primer mundo, en particular Europa, que no han sido capaces de poner sobre la mesa un plan de estabilización, que ancle las expectativas y ordene los mercados.
“Entonces, ante esta perspectiva, lo que ha venido sucediendo es un proceso de desinversión indiscriminada en el mundo, en el cual a muy corto plazo, el objetivo es irse a refugios considerados más seguros. Eso está afectando el desempeño de países emergentes y avanzados”, señala.
Sin embargo, a pesar de la turbulencia financiera mundial, el titular del Banxico afirma que la perspectiva para los países emergentes es mejor.
“Sin duda hay fortaleza económica y buen anclaje de políticas. Por eso pienso que en el mediano y largo plazo los fundamentos se van a imponer, pero eso no quita que en el corto plazo vayamos a ver una gran turbulencia. Lo que sería deseable que sucediera en esta reunion del G20, es que no sólo se profundizara más en el entendimiento de las causas y las consecuencias de esta crisis, sino que se dieran muestra de liderazgo y que se anclen las expectativas, sobre todo en Europa”, agrega.
Carstens señala que es necesario que haya pronunciamientos respecto al tema, e incluso que la comunidad financiera internacional diga cómo va a coadyuvar a que el proceso de estabilización se dé, sobre todo en Europa.
“Va a ser una reunión muy importante y México, representado por el secretario de Hacienda y un servidor, estaremos pidiendo y recomendando que los países avanzados den ese anclaje a la economía mundial que es necesario”, dice.
La decisión de la Fed
Cuestionado respecto a si la decisión de la Reserva Federal (Fed) de intervenir en la economía de Estados Unidos con la compra de bonos del tesoro pueda ayudar a levantar las finanzas locales y mejorar sus expectativas de mediano y largo plazo, Carstens señala que son pasos correctos e indispensables para aceitar el proceso de ajuste.
“La solución final es que se termine el proceso de saneamiento de la cartera bancaria y que se reactive el mercado hipotecario en EU, que el consumidor tenga mayor confianza, que se comience a abatir el desempleo y eso empieze a darle mas solvencia a la economia local”, dice.
La política monetaria, agrega, no incide directamente en esos problemas pero sí facilita el proceso de transición. “Obviamente con tasas de interés más bajas es más fácil que las personas puedan cubrir sus hipotecas, es mucho más facil pagar los bancos, sanear los balances. Creo que, desde el punto de vista de EU y global, es una buena decisión, porque al final del día lo que vemos, y que es más importante para México, es una economía más fuerte”.
Respecto a los problemas que atraviesa Europa, y a la indecisión por encontrar una solución para evitar una severa crisis en la región, Carstens señala que sería muy importante que se combata la espiral que se ha concentrado en tener expectativas destructivas que después se cumplen.
“Se debe demostrar mucha determinación en aplicar medidas. La realidad es que no se llegó a esta situación gratuitamente. Desde un punto de vista nacional, lo que hemos venido haciendo es seguir insistiendo en anclar las políticas económicas que hoy destacan por su ausencia en Europa y Estados Unidos, y anclar la confianza en los pilares financieros que tiene el país. Por eso es muy importante que se dé un proceso de negociación en materia fiscal que confío se dé”, explica.
Para el funcionario mexicano es muy difícil pensar que el gobierno por sí mismo tiene la capacidad de crear su riqueza. “Lo que es más sostenible es dar las condiciones para que la actividad privada florezca, se tenga infraestructura y pueda haber inversion y empleo”.
No se sacó al buey de la barranca
Respecto a la reunión que inicia hoy en la capital de Estados Unidos, el G20, Carstens dice que hace tres años se hizo un compromiso entre las naciones que integran este grupo de gastar más “para sacar, por decir así, al buey de la barranca, y tres años después vimos que el buey sigue en la barranca. Simplemente los países siguen débiles porque tienen finanzas públicas más débiles”.
El titular del Banxico dijo que lo que se necesita es seguir invirtiendo en los elementos que dan confianza al país y anclen las expectativas.
“En ese sentido, debemos seguir aplicando una política monetaria firme orientada a preservar la inflación. Confío en que la flotación y esos pilares sanos que tenemos van a anclar en el mediano plazo el tipo de cambio”, agrega.
En el tema regulatorio, dice que México debe poner el ejemplo y ser de los primeros países en adoptar los principios de prudencia en el sistema financiero, “porque estamos en condiciones de hacerlo. Los bancos ya son capaces de cumplir los parámetros”.
Alicia Salgado/ Enviada Excélsior
Los mercados mundiales se derrumbaron ayer en una cascada de la que no se libraron bolsas de valores, divisas, petróleo y metales.
Las medidas anunciadas por la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) no lograron calmar al público inversor por el difícil panorama global que pintaron tanto el banco central estadunidense como las declaraciones de los líderes económicos en la reunión del Grupo de los 20 (G20) que se celebrará en esta capital.
A la par de los desplomes que sufrieron los mercados bursátiles europeos, el promedio Dow Jones industrial perdió 3.5%, mientras que el índice Standard & Poor’s 500 cayó 3.17%. El Nasdaq Composite bajó 3.25 por ciento.
En Europa, el índice FTSEurofirst 300, referente amplio de las acciones de la región, cerró con baja de 4.6%. El desplome arrastró a la Bolsa Mexicana de Valores, que perdió 4.82 por ciento.
A esto se suma que los futuros del oro cayeron 3.7%, poniendo en duda su condición de refugio seguro. En materia energética, el barril de petróleo perdió 5.41 dólares y se cotizó en 80.51; hubo un momento en que llegó a caer a 79.66 dólares.
Entrevistado en Washington, Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, consideró que, a pesar de la turbulencia financiera mundial, la perspectiva para los países emergentes es mejor.
“Sin duda hay fortaleza económica y buen anclaje de políticas. Por eso pienso que en el mediano y largo plazo los fundamentos se van a imponer”, dijo.
Desplome mundial en Bolsas
En lo que asemeja a un circo donde los trapecistas saltaron al aire sin red de protección y sufrieron el temible accidente, la Bolsas mundiales sucumbieron ayer que prendieron las alarmas globales con la esperanza de una recuperación.
Ni las medidas de alivio anunciadas por la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) lograron calmar al público inversor por el difícil panorama que pintaron tanto el banco central estadunidense como las declaraciones de los líderes económicos en la junta del Grupo de los 20 (G20) en Washington, así como la reunión interanual del Banco Mundial y del FMI.
La sacudida que sufrieron los mercados en la caída pusieron a temblar a todos los espectadores en los pisos de remate.
El promedio Dow Jones industrial perdió 389.58 puntos, o 3.51%, mientras que el índice Standard & Poor’s 500 cayó 36.97 puntos o 3.17%. El índice Nasdaq bajó 82.52 puntos, o 3.25%.
El principal índice bursátil de la Bolsa mexicana, el IPC, perdió 4.82%, y se ubicó en 32 mil 381.06 puntos, un nivel no visto desde el 8 de agosto, cuando se ubicó en 31 mil 715.78 unidades.
En Europa, el índice FTSEurofirst 300, referente amplio de las acciones de la región, cerró con una baja de 4.6%. Las acciones europeas bajaron a un mínimo de 26 meses.
El Nikkei, el índice bursátil más popular del mercado japonés, sufrió una caída de 2.43 por ciento ayer por la noche, en su apertura.
Para Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial, la situación económica del orbe está entrando en una fase peligrosa, “porque el crecimiento global se ha desacelerado, la recuperación que se esperaba se ha debilitado y sus impactos sociales negativos han aumentado, incluyendo la situación de los países de mercados emergentes (como México), cuyo margen de maniobra para enfrentar un nuevo choque es menor a la de que presentaban en 2007-08”.
Sumándose a esta postura, Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), dijo que urge que los gobiernos de las economías avanzadas logren consensos políticos para implementar las medidas que se requieren para restablecer la confianza de los consumidores y de los mercados.
“No podemos apoyar la decisión de nuestros miembros ni los gobiernos pueden tomar decisiones con base a los movimientos que ocurren hora por hora en el Dow Jones, CAC o el DAX, en los movimientos trepidatorios y ansiosos de los mercados, que tienen su modus operandi. La posibilidad de que la situación se estabilice y la recuperación económica con generación de empleo se restablezca existe, aunque se ha reducido el margen para hacerlo.”, dijo Lagarde.
La incertidumbre internacional también impactó a los precios de las materias primas. Los futuros del oro en EU sufrieron su peor caída diaria en un mes, poniendo en duda su condición de refugio seguro.
Así, los futuros de oro para diciembre en Estados Unidos cayeron 3.7 por ciento, a mil 741.70 dólares la onza, tras anotar un mínimo de sesión de mil 723.20 dólares.
En tanto, los energéticos cayeron más de cuatro por ciento el barril tocando mínimos en seis semanas.
Los futuros del petróleo estadunidense (WTI) cerraron con una baja de 5.41 dólares a 80.51 dólares el barril. En un momento de la sesión, perforaron la barrera de 80 dólares al caer a 79.66 dólares. El Brent perdió 4.41 por ciento a 105.49 dólares por barril.
El secretario del Tesoro de EU, Timothy Geithner, dijo ayer que la economía global enfrenta peligros provenientes de la crisis europea y los desencuentros políticos de su país. “Las dos nubes que están sobre nosotros son la crisis europea y la profunda preocupación que pueden ver en el mundo y en el país sobre si el sistema político en EU puede lidiar con los desafíos que enfrentamos”.
Zoellick agregó que la crisis misma ha ocultado la vulnerabilidad de las economías en desarrollo y emergentes que comienzan a mostrar una caída en los índices de consumo, en los ingresos por exportaciones, en la ampliación –limitada aún– pero ampliación de sus déficits, con aumento en los spreads soberanos, caída en los flujos de capital, deterioro de las monedas y aumento o persistencia del desempleo.
“Mientras la situación en los países desarrollados es crítica, en los países emergentes puede estar cambiando para empeorar”, apuntó al subrayar que el principal problema en el corto plazo es que la debilidad económica puede generar un repunte del proteccionismo.
Mohamed El-Erian, presidente de PIMCO, uno de los fondos con mayor monto de activos en administración, dijo: “Estoy preocupado por el sistema bancario europeo. Las tensiones sobre la deuda soberana que está en ellos son el epicentro y la principal amenaza para la economía global. Las instituciones francesas se han convertido en un foco de riesgo y amenazan con traer de nuevo la recesión a Europa, al tiempo en que se dice todos los días que hay voluntad de evitar el default de Grecia y no hacen nada concreto para impedirlo”.
Ayer por la tarde, seis naciones (México, Australia, Canadá, Corea del Sur, Indonesia y Reino Unido) enviaron al presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, una carta sobre la situación económica y el G20.
En la misiva señalaban que tres años después de su primera reunión de líderes, los ciudadanos y gobiernos del mundo todavía están sintiendo los efectos de la crisis global.
“La eurozona y sus instituciones deben actuar rápidamente para resolver la crisis del euro”, señalaron.
Carstens confía en la fortaleza
Agustín Carstens, gobernador del Banco de México (Banxico), sabe que el mundo está entrando en una nueva crisis económica por la falta de confianza y liderazgo por parte de los países avanzados, pero confía en que los emergentes saldrán adelante.
Durante una entrevista concedida previo a la reunión del G20 que se celebrará hoy, el funcionario federal es enfático en señalar que gran parte de los que está sucediendo en el mundo actualmente tiene que ver con las naciones de primer mundo, en particular Europa, que no han sido capaces de poner sobre la mesa un plan de estabilización, que ancle las expectativas y ordene los mercados.
“Entonces, ante esta perspectiva, lo que ha venido sucediendo es un proceso de desinversión indiscriminada en el mundo, en el cual a muy corto plazo, el objetivo es irse a refugios considerados más seguros. Eso está afectando el desempeño de países emergentes y avanzados”, señala.
Sin embargo, a pesar de la turbulencia financiera mundial, el titular del Banxico afirma que la perspectiva para los países emergentes es mejor.
“Sin duda hay fortaleza económica y buen anclaje de políticas. Por eso pienso que en el mediano y largo plazo los fundamentos se van a imponer, pero eso no quita que en el corto plazo vayamos a ver una gran turbulencia. Lo que sería deseable que sucediera en esta reunion del G20, es que no sólo se profundizara más en el entendimiento de las causas y las consecuencias de esta crisis, sino que se dieran muestra de liderazgo y que se anclen las expectativas, sobre todo en Europa”, agrega.
Carstens señala que es necesario que haya pronunciamientos respecto al tema, e incluso que la comunidad financiera internacional diga cómo va a coadyuvar a que el proceso de estabilización se dé, sobre todo en Europa.
“Va a ser una reunión muy importante y México, representado por el secretario de Hacienda y un servidor, estaremos pidiendo y recomendando que los países avanzados den ese anclaje a la economía mundial que es necesario”, dice.
La decisión de la Fed
Cuestionado respecto a si la decisión de la Reserva Federal (Fed) de intervenir en la economía de Estados Unidos con la compra de bonos del tesoro pueda ayudar a levantar las finanzas locales y mejorar sus expectativas de mediano y largo plazo, Carstens señala que son pasos correctos e indispensables para aceitar el proceso de ajuste.
“La solución final es que se termine el proceso de saneamiento de la cartera bancaria y que se reactive el mercado hipotecario en EU, que el consumidor tenga mayor confianza, que se comience a abatir el desempleo y eso empieze a darle mas solvencia a la economia local”, dice.
La política monetaria, agrega, no incide directamente en esos problemas pero sí facilita el proceso de transición. “Obviamente con tasas de interés más bajas es más fácil que las personas puedan cubrir sus hipotecas, es mucho más facil pagar los bancos, sanear los balances. Creo que, desde el punto de vista de EU y global, es una buena decisión, porque al final del día lo que vemos, y que es más importante para México, es una economía más fuerte”.
Respecto a los problemas que atraviesa Europa, y a la indecisión por encontrar una solución para evitar una severa crisis en la región, Carstens señala que sería muy importante que se combata la espiral que se ha concentrado en tener expectativas destructivas que después se cumplen.
“Se debe demostrar mucha determinación en aplicar medidas. La realidad es que no se llegó a esta situación gratuitamente. Desde un punto de vista nacional, lo que hemos venido haciendo es seguir insistiendo en anclar las políticas económicas que hoy destacan por su ausencia en Europa y Estados Unidos, y anclar la confianza en los pilares financieros que tiene el país. Por eso es muy importante que se dé un proceso de negociación en materia fiscal que confío se dé”, explica.
Para el funcionario mexicano es muy difícil pensar que el gobierno por sí mismo tiene la capacidad de crear su riqueza. “Lo que es más sostenible es dar las condiciones para que la actividad privada florezca, se tenga infraestructura y pueda haber inversion y empleo”.
No se sacó al buey de la barranca
Respecto a la reunión que inicia hoy en la capital de Estados Unidos, el G20, Carstens dice que hace tres años se hizo un compromiso entre las naciones que integran este grupo de gastar más “para sacar, por decir así, al buey de la barranca, y tres años después vimos que el buey sigue en la barranca. Simplemente los países siguen débiles porque tienen finanzas públicas más débiles”.
El titular del Banxico dijo que lo que se necesita es seguir invirtiendo en los elementos que dan confianza al país y anclen las expectativas.
“En ese sentido, debemos seguir aplicando una política monetaria firme orientada a preservar la inflación. Confío en que la flotación y esos pilares sanos que tenemos van a anclar en el mediano plazo el tipo de cambio”, agrega.
En el tema regulatorio, dice que México debe poner el ejemplo y ser de los primeros países en adoptar los principios de prudencia en el sistema financiero, “porque estamos en condiciones de hacerlo. Los bancos ya son capaces de cumplir los parámetros”.
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