Javier Arcadia Galaviz / Cuestión de Debate
Se destituye a Martí Batres como secretario de Desarrollo Social, cuando es muy notorio que con motivo del próximo cambio de gobernante en la Ciudad México, la efervescencia política en esta entidad es cada día más intensa, paulatinamente va adquiriendo una fuerza excepcional y un expectante interés de la ciudadanía por conocer quién será finalmente el candidato de la izquierda a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal. En consecuencia, se preveé que esa movilidad política es imparable, y que a estas alturas ya no será posible detenerla, lo que significa que en esencia es una anticipada campaña proselitista, a pesar de que el proceso electoral en este ámbito local, formalmente y de acuerdo con la ley, aún no da inicio.
Cierto, en la izquierda quienes se sienten con los méritos y los arrestos suficientes para competir por ese importante y alto cargo, aunque lo nieguen, ya partieron del arrancadero, rumbo a la contienda electoral del mes de julio del año 2012, fecha coincidente de la elección de esta jefatura de Gobierno del Distrito Federal con la presidencial de la República.
Hasta hoy, tan sólo por parte del PRD, son más de una decena los prospectos que andan inquietos, que incluso abiertamente, como ya se señaló, se han lanzado al ruedo para intentar suceder, el próximo año, al actual mandatario local, Marcelo Ebrard. Sin embargo, la realidad muestra que las posibilidades de algunos de estos autopostulantes son mínimas, pero pues hacen su lucha, y eso relativamente deberá de ser válido dentro de una democracia.
En este contexto, es de señalar que Martí Batres, aún cuando fulminantemente ha sido destituido, a diferencia de los demás aspirantes, es un personaje que proviene desde abajo, forjado auténticamente en la oposición, a base de un esfuerzo constante que lo ha llevado a convertirse en un gran cuadro político, emblemático y popular de la izquierda, con una trayectoria de lucha social muy consistente, en la que ha demostrado tener principios y convicciones firmes, y que como aspirante a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal, objetivamente se podrá decir que es el más aventajado de los prospectos que simultáneamente persiguen ese mismo cargo.
Cabe apuntar que por el hecho de ser una persona joven, de manera natural viene a representar el cambio generacional que ya le hace falta a la izquierda mexicana, en particular al PRD, antes de que le suceda lo ocurrido en otros anquilosados partidos, que le alcance el futuro y se colme de militantes dinosáuricos, que en determinados momentos su aportación es nula, y sí en cambio se caracterizan por ser excluyentes con las nuevas generaciones.
Pero volviendo al punto, es de recordar que en 1997, cuando por primera vez y mediante proceso electoral la izquierda a través del PRD se hace del gobierno de la Ciudad de México, con el Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas a la cabeza, a Martí Batres le correspondió desempeñar un papel muy importante en esos cambios, ya que también él, al salir electo como diputado local, y enseguida convertirse en el líder de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, circunstancia que le permitió concentrar en él todo el manejo político de este otro pilar del poder local, desde donde participa, de manera más que brillante, en la cimentación de las bases que soportarán al nuevo gobierno democrático, cuya visión y objetivo fundamental de éste, fue la de empezar a crear todos aquellos programas que dieran atención inmediata a los segmentos sociales más desprotegidos y débiles del Distrito Federal.
Martí Batres, evidentemente que hace una carrera política meteórica, ya que en su siguiente etapa sería diputado federal y de nuevo líder de la fracción del PRD en la Cámara de Diputados, donde también en esta instancia legislativa hace un destacado papel. Concluida esta representación popular, se incorpora como subsecretario de gobierno en la mitad de la administración del gobierno del Distrito Federal de Andrés Manuel López Obrador, con quien establece una afinidad ideológica plena.
En la campaña presidencial tanto de AMLO del 2006, como de Marcelo Ebrard para Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Martí Batres, entrega buenas cuentas como presidente del PRD local. Luego es nombrado secretario de Desarrollo Social en el gobierno de Ebrard, cargo que dura hasta el día de antier, cuando éste sorpresivamente lo destituyó. Esta última responsabilidad de Martí Batres consolidó los programas sociales ya existentes y creo muchos otros más, entre los que sobresalió el denominado “apoyo barrial” por el que le valió reconocimientos internacionales.
¿Por qué Martí Batres para la Jefatura de gobierno del Distrito Federal? La respuesta está ahí, obviamente por su importante e innegable desempeño. Sin embargo, por su destitución se avizora que ya no podrá ser, o al menos no podrá contar con el apoyo de Marcelo Ebrard, quien lo cesa supuestamente porque Batres lo criticó por haber saludado a Felipe Calderón con motivo de la rendición de su 5º: informe de gobierno, lo cual muestra que Marcelo tiene la piel delgada o bien lo agarró de pretexto para limpiarle el camino a su preferido, el político gris y anticarismático Mario Delgado.
Pero los efectos más fuertes que seguramente en algunos días estaremos presenciando serán en el sentido de que se podría dar la ruptura definitiva entre Marcelo Ebrard y López Obrador, con lo cual sí habría dos candidatos de izquierda, o quizá uno, AMLO, y el otro cargado a la derecha, simulando ser de izquierda, como hasta el día de hoy lo ha hecho muy bien, como un magnifico actor.
Pálida tinta: Por lo que declaró el ex presidente Vicente Fox al periódico argentino LA NACIÓN, el sábado pasado, en un viaje que realizó por ese país sudamericano, los jóvenes mexicanos no podrán ser atraídos por su partido, el PAN, en la próxima elección presidencial, ya que en el marco del problema del narcotráfico, volvió a criticar, desde ese lugar, y sin pelos en la lengua, la estrategia errónea de combate que al mismo aplica Felipe Calderón, al señalar que la violencia no acaba con violencia, que en su gobierno este problema estuvo bajo control, que las drogas deberán legalizarse y que a la par con ello se debe crear una ley de amnistía. Contundente, también expresó que en este sexenio han muerto 35 mil jóvenes, a causa del crimen organizado, declaración demoledora para el PAN, que ha de sentir que se hunde antes de que llegue el 2012, y que con ello se le esfuman los argumentos con que pudiera convencer a este gran segmento social…………. Pero también donde las cosas andan de mal en peor, es en el PRD, porque ya manifestaron que no están obligados a lo imposible, ello en relación a la integración de los comités de base y sus consejos que les ordenó realizar dentro de un plazo perentorio el Tribunal Electoral Federal, o a lo mejor lo que quieren sus dirigentes es tan solo un partido de media talla, enjutado, incapaz de tener alcance nacional, o quizá un partido que nada más les permita a las cúpulas que como chapulines brinquen de una cámara a otra por la vía plurinominal……….Bueno, al hablar de estas cosas, ya le tocará al señor Moreira y su nuevo PRI, que de nuevo nada puede tener este instituto político, por estar muy cerca de cumplir el siglito, lo cual más bien diríase que es un partido longevo, sin que aún se atreva a reformarse.
Se destituye a Martí Batres como secretario de Desarrollo Social, cuando es muy notorio que con motivo del próximo cambio de gobernante en la Ciudad México, la efervescencia política en esta entidad es cada día más intensa, paulatinamente va adquiriendo una fuerza excepcional y un expectante interés de la ciudadanía por conocer quién será finalmente el candidato de la izquierda a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal. En consecuencia, se preveé que esa movilidad política es imparable, y que a estas alturas ya no será posible detenerla, lo que significa que en esencia es una anticipada campaña proselitista, a pesar de que el proceso electoral en este ámbito local, formalmente y de acuerdo con la ley, aún no da inicio.
Cierto, en la izquierda quienes se sienten con los méritos y los arrestos suficientes para competir por ese importante y alto cargo, aunque lo nieguen, ya partieron del arrancadero, rumbo a la contienda electoral del mes de julio del año 2012, fecha coincidente de la elección de esta jefatura de Gobierno del Distrito Federal con la presidencial de la República.
Hasta hoy, tan sólo por parte del PRD, son más de una decena los prospectos que andan inquietos, que incluso abiertamente, como ya se señaló, se han lanzado al ruedo para intentar suceder, el próximo año, al actual mandatario local, Marcelo Ebrard. Sin embargo, la realidad muestra que las posibilidades de algunos de estos autopostulantes son mínimas, pero pues hacen su lucha, y eso relativamente deberá de ser válido dentro de una democracia.
En este contexto, es de señalar que Martí Batres, aún cuando fulminantemente ha sido destituido, a diferencia de los demás aspirantes, es un personaje que proviene desde abajo, forjado auténticamente en la oposición, a base de un esfuerzo constante que lo ha llevado a convertirse en un gran cuadro político, emblemático y popular de la izquierda, con una trayectoria de lucha social muy consistente, en la que ha demostrado tener principios y convicciones firmes, y que como aspirante a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal, objetivamente se podrá decir que es el más aventajado de los prospectos que simultáneamente persiguen ese mismo cargo.
Cabe apuntar que por el hecho de ser una persona joven, de manera natural viene a representar el cambio generacional que ya le hace falta a la izquierda mexicana, en particular al PRD, antes de que le suceda lo ocurrido en otros anquilosados partidos, que le alcance el futuro y se colme de militantes dinosáuricos, que en determinados momentos su aportación es nula, y sí en cambio se caracterizan por ser excluyentes con las nuevas generaciones.
Pero volviendo al punto, es de recordar que en 1997, cuando por primera vez y mediante proceso electoral la izquierda a través del PRD se hace del gobierno de la Ciudad de México, con el Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas a la cabeza, a Martí Batres le correspondió desempeñar un papel muy importante en esos cambios, ya que también él, al salir electo como diputado local, y enseguida convertirse en el líder de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, circunstancia que le permitió concentrar en él todo el manejo político de este otro pilar del poder local, desde donde participa, de manera más que brillante, en la cimentación de las bases que soportarán al nuevo gobierno democrático, cuya visión y objetivo fundamental de éste, fue la de empezar a crear todos aquellos programas que dieran atención inmediata a los segmentos sociales más desprotegidos y débiles del Distrito Federal.
Martí Batres, evidentemente que hace una carrera política meteórica, ya que en su siguiente etapa sería diputado federal y de nuevo líder de la fracción del PRD en la Cámara de Diputados, donde también en esta instancia legislativa hace un destacado papel. Concluida esta representación popular, se incorpora como subsecretario de gobierno en la mitad de la administración del gobierno del Distrito Federal de Andrés Manuel López Obrador, con quien establece una afinidad ideológica plena.
En la campaña presidencial tanto de AMLO del 2006, como de Marcelo Ebrard para Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Martí Batres, entrega buenas cuentas como presidente del PRD local. Luego es nombrado secretario de Desarrollo Social en el gobierno de Ebrard, cargo que dura hasta el día de antier, cuando éste sorpresivamente lo destituyó. Esta última responsabilidad de Martí Batres consolidó los programas sociales ya existentes y creo muchos otros más, entre los que sobresalió el denominado “apoyo barrial” por el que le valió reconocimientos internacionales.
¿Por qué Martí Batres para la Jefatura de gobierno del Distrito Federal? La respuesta está ahí, obviamente por su importante e innegable desempeño. Sin embargo, por su destitución se avizora que ya no podrá ser, o al menos no podrá contar con el apoyo de Marcelo Ebrard, quien lo cesa supuestamente porque Batres lo criticó por haber saludado a Felipe Calderón con motivo de la rendición de su 5º: informe de gobierno, lo cual muestra que Marcelo tiene la piel delgada o bien lo agarró de pretexto para limpiarle el camino a su preferido, el político gris y anticarismático Mario Delgado.
Pero los efectos más fuertes que seguramente en algunos días estaremos presenciando serán en el sentido de que se podría dar la ruptura definitiva entre Marcelo Ebrard y López Obrador, con lo cual sí habría dos candidatos de izquierda, o quizá uno, AMLO, y el otro cargado a la derecha, simulando ser de izquierda, como hasta el día de hoy lo ha hecho muy bien, como un magnifico actor.
Pálida tinta: Por lo que declaró el ex presidente Vicente Fox al periódico argentino LA NACIÓN, el sábado pasado, en un viaje que realizó por ese país sudamericano, los jóvenes mexicanos no podrán ser atraídos por su partido, el PAN, en la próxima elección presidencial, ya que en el marco del problema del narcotráfico, volvió a criticar, desde ese lugar, y sin pelos en la lengua, la estrategia errónea de combate que al mismo aplica Felipe Calderón, al señalar que la violencia no acaba con violencia, que en su gobierno este problema estuvo bajo control, que las drogas deberán legalizarse y que a la par con ello se debe crear una ley de amnistía. Contundente, también expresó que en este sexenio han muerto 35 mil jóvenes, a causa del crimen organizado, declaración demoledora para el PAN, que ha de sentir que se hunde antes de que llegue el 2012, y que con ello se le esfuman los argumentos con que pudiera convencer a este gran segmento social…………. Pero también donde las cosas andan de mal en peor, es en el PRD, porque ya manifestaron que no están obligados a lo imposible, ello en relación a la integración de los comités de base y sus consejos que les ordenó realizar dentro de un plazo perentorio el Tribunal Electoral Federal, o a lo mejor lo que quieren sus dirigentes es tan solo un partido de media talla, enjutado, incapaz de tener alcance nacional, o quizá un partido que nada más les permita a las cúpulas que como chapulines brinquen de una cámara a otra por la vía plurinominal……….Bueno, al hablar de estas cosas, ya le tocará al señor Moreira y su nuevo PRI, que de nuevo nada puede tener este instituto político, por estar muy cerca de cumplir el siglito, lo cual más bien diríase que es un partido longevo, sin que aún se atreva a reformarse.
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