Apro
Legisladores republicanos criticaron hoy la política del presidente estadunidense Barack Obama hacia México y demandaron remplazar la Iniciativa Mérida por un “plan de contrainsurgencia”.
Durante una audiencia en el Subcomité para el Hemisferio Occidental de la Cámara de Representantes, los republicanos aseguraron que la Iniciativa Mérida fracasó y que ambos países deben de reconocer que los cárteles representan ya “una insurgencia”.
El presidente del subcomité, el republicano Connie Mack, sostuvo que “necesitamos diseñar un nuevo y productivo camino hacia adelante. Y este camino productivo no es, repito, la Iniciativa Mérida.
“La Iniciativa Mérida del Departamento de Estado, originalmente un plan antidroga de mil 500 millones de dólares, ha tenido retrasos crónicos y retos de aplicación”, advirtió.
Luego aseguró que el gobierno de Obama “ha fracasado en colocar fechas concretas, metas tangibles o guías estratégicas para asegurar el uso exitoso de estos fondos”.
Destacó que es tiempo de reconocer la necesidad de una “estrategia de contrainsurgencia” que pueda combatir la evolución y la capacidad de resistencia de los cárteles mexicanos del narcotráfico.
“Ha llegado el momento de que reconozcamos la necesidad de una estrategia de contrainsurgencia”, resaltó Mack en la audiencia sobre los resultados de la Iniciativa Mérida.
Pactada en 2007 por los presidentes George W. Bush y Felipe Calderón, la Iniciativa Mérida contó con un presupuesto de mil 500 millones de dólares, cuyo desembolso debería completarse este año, luego de varios retrasos en el suministro de material.
“La realidad es clara, aunque México no quiera admitirlo: hay una insurgencia en estos momentos, junto a la frontera”, dijo Mack, republicano por Florida.
Por su parte, el legislador Michael McCaul, republicano de Texas, respaldo la exigencia de su correligionario y afirmó que los niveles de violencia extrema al sur de la frontera “se ajustan totalmente a la noción de terrorismo”.
McCaul pidió asimismo una cooperación reforzada y más recursos en compartir inteligencia con las fuerzas de seguridad mexicanas.
Legisladores republicanos criticaron hoy la política del presidente estadunidense Barack Obama hacia México y demandaron remplazar la Iniciativa Mérida por un “plan de contrainsurgencia”.
Durante una audiencia en el Subcomité para el Hemisferio Occidental de la Cámara de Representantes, los republicanos aseguraron que la Iniciativa Mérida fracasó y que ambos países deben de reconocer que los cárteles representan ya “una insurgencia”.
El presidente del subcomité, el republicano Connie Mack, sostuvo que “necesitamos diseñar un nuevo y productivo camino hacia adelante. Y este camino productivo no es, repito, la Iniciativa Mérida.
“La Iniciativa Mérida del Departamento de Estado, originalmente un plan antidroga de mil 500 millones de dólares, ha tenido retrasos crónicos y retos de aplicación”, advirtió.
Luego aseguró que el gobierno de Obama “ha fracasado en colocar fechas concretas, metas tangibles o guías estratégicas para asegurar el uso exitoso de estos fondos”.
Destacó que es tiempo de reconocer la necesidad de una “estrategia de contrainsurgencia” que pueda combatir la evolución y la capacidad de resistencia de los cárteles mexicanos del narcotráfico.
“Ha llegado el momento de que reconozcamos la necesidad de una estrategia de contrainsurgencia”, resaltó Mack en la audiencia sobre los resultados de la Iniciativa Mérida.
Pactada en 2007 por los presidentes George W. Bush y Felipe Calderón, la Iniciativa Mérida contó con un presupuesto de mil 500 millones de dólares, cuyo desembolso debería completarse este año, luego de varios retrasos en el suministro de material.
“La realidad es clara, aunque México no quiera admitirlo: hay una insurgencia en estos momentos, junto a la frontera”, dijo Mack, republicano por Florida.
Por su parte, el legislador Michael McCaul, republicano de Texas, respaldo la exigencia de su correligionario y afirmó que los niveles de violencia extrema al sur de la frontera “se ajustan totalmente a la noción de terrorismo”.
McCaul pidió asimismo una cooperación reforzada y más recursos en compartir inteligencia con las fuerzas de seguridad mexicanas.
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