Andy Novell F.
A nadie debe de sorprender que el grupo delictivo de Los Zetas haya empezado a realizar un sigiloso repliegue de sus células de Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León a estados como Zacatecas y San Luís Potosí.
La violencia que se ha desatado desde hace unos meses en Veracruz, Nuevo León y Tamaulipas al parecer está llegando a su fin con la entrada de los contingentes federales; sin embargo, hay algo que las autoridades no han tomado en cuenta.
Eso se llama resarcir los daños a la sociedad, esos daños psicológicos, emocionales y económicos porque es claro y más que evidente que cuando el crimen organizado se ha incrustado en un estado o municipio, las pérdidas económicas son para todos los comercios, no importando si son grandes o pequeños.
Un ejemplo es la ciudad de Monterrey, es el caso más reciente que tengo; ahí todos pagan derecho de piso o cobro de piso, extorsión o como quieran llamarle, todos pagan. Desde las grandes tiendas hasta los puestos de tacos, si esos que encontramos en cada esquina.
Ya es tiempo que las autoridades federales, inicien una estrategia para frenar esa operación cucaracha y comiencen a blindar los estados vecinos donde se están llevando los operativos conjuntos para debilitar al crimen organizado.
Lo hemos escrito un sin fin de ocasiones, Los Zetas utilizan la misma estrategia en todos los estados donde están sus fuentes y esa es la de “silenciar” tanto a gobiernos como medios de comunicación por medio de la amenaza o el pago de varios miles de pesos.
Es de esperarse que los estados de Zacatecas y San Luís Potosí estén al mismo nivel de Tamaulipas, Veracruz o Nuevo León; sin embargo aún no hay incidentes o enfrentamientos mayores que apunten los ojos a estos estados, pero los comerciantes sufren las mismas extorsiones, los mismos secuestros y la misma violencia.
No esta demás que las autoridades y sus áreas de inteligencia se dieran una vueltecita por estas entidades para que verifiquen y comprueben los dichos de los ciudadanos que por las redes sociales dan puntualmente el santo y seña de lo que pasa en sus comunidades o ciudades.
Todos hemos hablado de la estrategia de seguridad entorno a la lucha contra el crimen organizado, unos a favor otros en contra; pero hasta el momento no he visto una estrategia para blindar los estados o municipios cercanos donde se realizan los operativos federales contra el crimen organizado.
Lo único que veo son retenes en las entradas y salidas a esas ciudades, acaso no sabrán que el crimen organizado tiene una gran movilidad y recursos para trasladarse de un estado a otro; prueba de ello el gran equipo de telecomunicación que se decomisó en Veracruz.
A nadie debe de sorprender que el grupo delictivo de Los Zetas haya empezado a realizar un sigiloso repliegue de sus células de Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León a estados como Zacatecas y San Luís Potosí.
La violencia que se ha desatado desde hace unos meses en Veracruz, Nuevo León y Tamaulipas al parecer está llegando a su fin con la entrada de los contingentes federales; sin embargo, hay algo que las autoridades no han tomado en cuenta.
Eso se llama resarcir los daños a la sociedad, esos daños psicológicos, emocionales y económicos porque es claro y más que evidente que cuando el crimen organizado se ha incrustado en un estado o municipio, las pérdidas económicas son para todos los comercios, no importando si son grandes o pequeños.
Un ejemplo es la ciudad de Monterrey, es el caso más reciente que tengo; ahí todos pagan derecho de piso o cobro de piso, extorsión o como quieran llamarle, todos pagan. Desde las grandes tiendas hasta los puestos de tacos, si esos que encontramos en cada esquina.
Ya es tiempo que las autoridades federales, inicien una estrategia para frenar esa operación cucaracha y comiencen a blindar los estados vecinos donde se están llevando los operativos conjuntos para debilitar al crimen organizado.
Lo hemos escrito un sin fin de ocasiones, Los Zetas utilizan la misma estrategia en todos los estados donde están sus fuentes y esa es la de “silenciar” tanto a gobiernos como medios de comunicación por medio de la amenaza o el pago de varios miles de pesos.
Es de esperarse que los estados de Zacatecas y San Luís Potosí estén al mismo nivel de Tamaulipas, Veracruz o Nuevo León; sin embargo aún no hay incidentes o enfrentamientos mayores que apunten los ojos a estos estados, pero los comerciantes sufren las mismas extorsiones, los mismos secuestros y la misma violencia.
No esta demás que las autoridades y sus áreas de inteligencia se dieran una vueltecita por estas entidades para que verifiquen y comprueben los dichos de los ciudadanos que por las redes sociales dan puntualmente el santo y seña de lo que pasa en sus comunidades o ciudades.
Todos hemos hablado de la estrategia de seguridad entorno a la lucha contra el crimen organizado, unos a favor otros en contra; pero hasta el momento no he visto una estrategia para blindar los estados o municipios cercanos donde se realizan los operativos federales contra el crimen organizado.
Lo único que veo son retenes en las entradas y salidas a esas ciudades, acaso no sabrán que el crimen organizado tiene una gran movilidad y recursos para trasladarse de un estado a otro; prueba de ello el gran equipo de telecomunicación que se decomisó en Veracruz.
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