Muere en prisión testigo de operativos de la DEA

Apro

Joaquín Senderos Higuera, testigo de la operación de la DEA en México, fue encontrado muerto el jueves en su celda del Reclusorio Norte, en la ciudad de México, a mes y medio de la muerte de su compañero de prisión.

Senderos Higuera, de 55 años, murió en circunstancias aún no esclarecidas, aunque los primeros reportes entregados a los familiares señalaron que se suicidó con una bolsa de plástico dentro de su celda.

A raíz de la muerte de su compañero de prisión y socio, Orlando Mijares Estévez, ocurrida el 17 de julio, Senderos, un empresario graduado en Estados Unidos, emprendió diversas denuncias por negligencia médica contra las autoridades del reclusorio administrado por el gobierno de la ciudad de México.

La segunda visitadora de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Rosalinda Salinas Durán, calificó esta otra muerte como “altamente preocupante”.

Precisó que el cuerpo de Senderos fue encontrado a las dos de la mañana del jueves. La funcionaria no precisó cómo ocurrió el deceso, toda vez que el empresario tenía una celda que mantenía cerrada con candado.

“Teníamos un reporte del interno de que se sentía mal, además del antecedente de su compañero de estancia que falleció por una situación médica”, señaló la visitadora de la CDHDF, donde se investigan las quejas de Senderos por el trato recibido por Mijares en el reclusorio a pesar de que padecía una enfermedad respiratoria.

“La muerte del interno es un caso que preocupa e indigna a la CDHDF, primero por la llamada de atención de estas personas sobre su salud y ahora este desenlace, el cual habrá que investigarlo con absoluto cuidado”, añadió.

Genaro Vásquez, subprocurador der averiguaciones previas desconcentradas, de la Procuraduría General de Justicia del DF, tampoco pudo esclarecer las circunstancias de la muerte cuando fue abordado por la prensa.

Senderos estaba bajo proceso penal acusado por la Procuraduría General de la República (PGR) de ser el operador financiero del cartel colombiano del Norte del Valle, pero después de casi cuatro año aún no había sido sentenciado; no obstante, la PGR había iniciado su proceso de extradición.

La acusación fue hecha por la Administración Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), que infiltró en México a un narcotraficante colombiano arrepentido.

Senderos fue detenido en noviembre de 2007 en un operativo en el que participaron agentes de la DEA que se trasladaban en camionetas con placas diplomáticas. Los empleados estadunidenses también estuvieron presentes en los interrogatorios en la SIEDO, según relató Senderos a Proceso (1812).

El operativo de su detención fue encabezado por Edgardo Bayardo, el exjefe policial asesinado dos años después cuando era testigo protegido de la PGR.

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