Moreira, el costo político

Gregorio Ortega Molina / La Costumbre Del Poder

Si lo que se disputa es el poder en una difícil situación para México, ¿quiénes, y cómo decidirán cuánto tiempo aguantan a Humberto Moreira como presidente del PRI? La pregunta no es ociosa, porque irse en tiempo y forma puede significar que la investigación fiscal y en procuración de justicia sea benévola, sin que ello signifique eludir el castigo, pero sí que dejaría de rascarse en buscar el destino de esa enorme deuda, que aparentemente no está en obra pública y tuvo otro destino.

Hasta el momento los hechos parecen incontrovertibles: Ernesto Cordero, todavía titular de la secretaría de Hacienda y en calidad de brazo ejecutor del Ejecutivo, presentó una denuncia penal ante la Procuraduría General de la República, por la contratación irregular de deuda efectuada por Humberto Moreira durante su administración como gobernador de Coahuila.

El ángel del exterminio fiscal del presidente Felipe Calderón rechazó que la querella interpuesta forme parte de una guerra sucia contra el PRI, por ser su dirigente nacional Humberto Moreira. “El gobierno federal no endeudó al de Coahuila ni tomó ninguna decisión; tampoco sugirió que se incurriera en irregularidades a la hora de contratar su deuda”.

Para enriquecer el optimismo de los blanquiazules, el coordinador de los senadores del PAN, José González Morfín, exigió también que el PRI y Moreira den la cara, ya que “está perfectamente documentado que fueron capaces de falsificar el Diario Oficial de la Federación para engañar a las autoridades en torno a la deuda del estado de Coahuila”.

Por su parte, el senador Ramón Galindo, ex presidente municipal de Ciudad Juárez, argumenta que en marzo pasado la deuda de Coahuila era de 31 mil 973 millones de pesos, y para agosto se incrementó a 33 mil 867 millones. Sostuvo que sólo ocho por ciento de los recursos de esa entidad provienen de recaudación fiscal propia, lo demás son aportaciones federales.

En la PGR, funcionarios del área de Comunicación Social informaron que el Ministerio Público Federal dará a conocer detalles de la denuncia presentada por la Secretaría de Hacienda, en cuanto se haya dado curso a la querella y se trabaje en la integración del expediente.

Lo que sí puede saberse: algunos de los 14 bancos que otorgaron financiamientos al Estado de Coahuila no constituyeron reservas preventivas para riesgos crediticios, porque las reglas así lo permiten, de acuerdo con la información emitida por la Asociación de Bancos de México.

Es por eso que durante las últimas semanas, representantes de estas instituciones financieras han sostenido reuniones con funcionarios que representan a Coahuila, para buscar que se cubran las deudas adquiridas con los bancos; Luis Peña, director de HSBC, afirmó: “El crédito no está reservado para el caso de HSBC, no tiene reserva preventiva crediticia, pero sí tiene garantía. El crédito de HSBC representa 3 por ciento del monto de la deuda de Coahuila (con la banca) y la negociación es un proceso que seguramente va a tomar semanas porque es una deuda de un calibre que toma semanas, sino es que meses” reestructurar para resolver y garantizar su cobro.

Luis Robles, presidente ejecutivo de la Asociación, aclaró que los créditos sin garantía sí deben acompañarse de sus respectivas reservas, las cuales deben subir 10 por ciento si se degrada la calificación de riesgo del acreditado.

Detalló que la calificación se revisa al cierre de cada trimestre y el aumento de reservas se hace hasta el siguiente, por lo que los bancos que dieron crédito sin garantía a Coahuila deberán aumentar las reservas en el último trimestre de 2011.

Jaime Ruiz Sacristán, presidente de la ABM, confío en el pago de la deuda, que suma 33 mil millones de pesos con 14 bancos.

Naturalmente que la deuda puede estar justificada, porque esa enorme cantidad no puede ocultarse, y allí podría estar, en obra pública que sirva de garantía para los bancos y de respiro para los coahuilenses y todos los causantes cautivos de México, pues si la deuda se contrajo para crear infraestructura para favorecer bienestar, educación, desarrollo, comunicaciones, pues la podrían considerar bienvenida, pero si como advierte la denuncia de las autoridades fiscales, se obró mal, se falsificaron documentos, es altamente previsible que buena parte de esos 33 mil millones de pesos hayan tenido un destino ajeno a Coahuila.

Sin embargo, en política lo que parece es, y como insiste en advertirme mi Demonio de Sócrates: La mayoría de los hechos sólo ocurren y no hay ni hubo nunca registro de ellos, aquello de lo que nos llega noticia es una porción infinitesimal de lo acontecido. La mayoría de las vidas, y no digamos de las muertes, nacen ya olvidadas y no dejan el menor rastro, o se hacen desconocidas al cabo de un poco de tiempo, unos años, unos decenios, un siglo, eso es en realidad muy poco tiempo, tú lo sabes.

Luego hacemos una revisión de la condición en que se encuentra México. Ambos coincidimos en que es un país enfermo, y él sostiene: Cuando uno está enfermo, como cuando uno es viejo o está perturbado, se hacen las cosas a partes iguales con voluntad propia y con voluntad ajena. Lo que no siempre se sabe es a quién pertenece la parte de la voluntad que ya no es nuestra. ¿A la enfermedad, a los médicos, a los medicamentos, a la perturbación, a los años, a los tiempos pasados? ¿Al que ya no somos… que se la llevó consigo?

Y estamos de acuerdo que ya no importa, que lo que sí interesa, que lo que puede favorecer el triunfo del PRI en la contienda presidencial en 2012, es la transparencia, que se sepa en qué se invirtieron o dilapidaron esos 33 mil millones, porque así como la estela de luz es el tiro de gracia para las pretensiones sucesorias de Felipe Calderón, Humberto Moreira puede convertirse en la pesada lápida del regreso priista a Los Pinos, a menos de que pruebe que él es de ese nuevo PRI que pregonan, porque de lo contrario será un lastre para su candidato.

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