Jorge Alejandro Medellín
1.- La Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Diputados peleará en las próximas semanas los 13 mil millones de pesos con los que la Sedena quiere activar al menos 10 mil plazas para sustentar la creación de 18 nuevos batallones de Fuerzas Especiales.
2.- Estos batallones se especializarán en el combate al narcotráfico. Si los esfuerzos de diputados como Rogelio Cerda Pérez (presidente de la Comisión de Defensa) prosperan, el Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos podrían convertirse en la segunda fuerza militar del continente a nivel latinoamericano, tan solo por debajo de Brasil y por arriba de Colombia.
3.- Esto, al menos en cuanto al número de elementos que conforman las dos principales armas con que cuenta el país. El caso de la Marina es distinto. Su desarrollo reciente y modernización han transcurrido más por el camino de la apertura, el intercambio de experiencias y el adiestramiento del personal naval en ejercicios multinacionales, como el Panamax 2011, en la que acaba de participar la Patrulla Oceánica PO-161 Oaxaca, que por la compra de material bélico en escala mayor, como ha ocurrido con la Defensa Nacional.
4.- El alto mando naval ha privilegiado la preparación en áreas de inteligencia, operaciones especiales, intercambio de información, contrainteligencia, operaciones urbanas, entrenamiento de tiradores selectos desde plataformas aéreas y tiradores selectos.
5.- En la Sedena la visión es distinta no solo por tratarse de armas completamente diferentes, sino porque el atraso en sus materiales de guerra se hizo patente (y en algunos casos patético) al enfrentar a los cárteles del narcotráfico. Desde chalecos antibala caducos e inservibles, hasta carencia de piezas para hacer volar sus helicópteros Mi-8 y Mi-17 o municiones insuficientes para combatir con fuego nutrido y certero a los sicarios.
6.- Hace un par de semanas, Iñigo Guevara, especialista en administración y compras de material bélico por la Universidad de Georgetown, publicó un excelente trabajo sobre la modernización de las fuerzas armadas mexicanas, destacando los altos niveles de aceptación de la sociedad mexicana.
7.- La preeminencia de los militares como encargados de liderar la lucha antinarco en México, explica Iñigo Guevara en su análisis (Adapting, Transforming and Modernizing Under Fire: The Mexican Military 2006-2011. The Letort Papers. Strategy Studies Institute, 2011. U.S. Army War College), se debe a la falta de experiencia y continuidad de la Policía Federal para hacerse cargo de manera total del combate al crimen organizado.
8.- Guevara revisa en su detallado análisis el involucramiento creciente de las fuerzas armadas mexicanas en el combate a la delincuencia organizada bajo el gobierno de Felipe Calderón.
Destaca sus evidentes carencias y su necesaria modernización de cara no solo a la misión de enfrentar a los poderosos y bien organizados carteles de la droga, sino también a los requerimientos que toda fuerza bélica nacional debe cubrir en forma mínima para garantizar sus misiones internas y la defensa de la soberanía del país.
9.- Iñigo Guevara, integrante del Centro de Análisis por la Seguridad con Democracia (CASEDE), recuerda que pese al gasto en material bélico diverso, como helicópteros, sistemas de radar, aviones para transporte militar, sistemas de espionaje y vigilancia aérea no tripulada, granadas, chalecos antibala, visores nocturnos, sistemas GPS, paracaídas y fusiles de asalto, el Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina ejercen un presupuesto que en conjunto no rebasa entre el 0.5 y el 0.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Esto ubica al gobierno mexicano como uno de los que menos gasta en sus fuerzas armadas a nivel continental.
10.- Algunos de los aspectos de modernización registrados por el especialista, por ejemplo en la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) tiene que ver con la inevitable llegada de aviones no tripulados como parte de sus necesarias adquisiciones para enfrentar a los cárteles de la droga. Guevara se refiere a la compra de al menos 10 aviones Elbit Hermes 450, de fabricación israelí, adquiridos en 2009 para operaciones de vigilancia y penetración de blancos en cualquier condición climática.
11.- Otro aspecto que llama la atención es la forma de compra de armamento al extranjero, que en el sexenio actual se ha hecho triangulando las adquisiciones mediante convenios con BANOBRAS, mediante un esquema de arrendamiento por 20 años a las fuerzas armadas mexicanas.
Con este sistema, BANOBRAS puede comprar armamento sin que los recursos salgan de los presupuestos asignados año con año a la Sedena. De esta forma han sido adquiridos cinco aviones C-295 para transporte militar, cinco aviones Hércules C-130 para el Escuadrón 302 de Transporte Aéreo y seis helicópteros franceses blindados y artillados EC-725 Cougar.
1.- La Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Diputados peleará en las próximas semanas los 13 mil millones de pesos con los que la Sedena quiere activar al menos 10 mil plazas para sustentar la creación de 18 nuevos batallones de Fuerzas Especiales.
2.- Estos batallones se especializarán en el combate al narcotráfico. Si los esfuerzos de diputados como Rogelio Cerda Pérez (presidente de la Comisión de Defensa) prosperan, el Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos podrían convertirse en la segunda fuerza militar del continente a nivel latinoamericano, tan solo por debajo de Brasil y por arriba de Colombia.
3.- Esto, al menos en cuanto al número de elementos que conforman las dos principales armas con que cuenta el país. El caso de la Marina es distinto. Su desarrollo reciente y modernización han transcurrido más por el camino de la apertura, el intercambio de experiencias y el adiestramiento del personal naval en ejercicios multinacionales, como el Panamax 2011, en la que acaba de participar la Patrulla Oceánica PO-161 Oaxaca, que por la compra de material bélico en escala mayor, como ha ocurrido con la Defensa Nacional.
4.- El alto mando naval ha privilegiado la preparación en áreas de inteligencia, operaciones especiales, intercambio de información, contrainteligencia, operaciones urbanas, entrenamiento de tiradores selectos desde plataformas aéreas y tiradores selectos.
5.- En la Sedena la visión es distinta no solo por tratarse de armas completamente diferentes, sino porque el atraso en sus materiales de guerra se hizo patente (y en algunos casos patético) al enfrentar a los cárteles del narcotráfico. Desde chalecos antibala caducos e inservibles, hasta carencia de piezas para hacer volar sus helicópteros Mi-8 y Mi-17 o municiones insuficientes para combatir con fuego nutrido y certero a los sicarios.
6.- Hace un par de semanas, Iñigo Guevara, especialista en administración y compras de material bélico por la Universidad de Georgetown, publicó un excelente trabajo sobre la modernización de las fuerzas armadas mexicanas, destacando los altos niveles de aceptación de la sociedad mexicana.
7.- La preeminencia de los militares como encargados de liderar la lucha antinarco en México, explica Iñigo Guevara en su análisis (Adapting, Transforming and Modernizing Under Fire: The Mexican Military 2006-2011. The Letort Papers. Strategy Studies Institute, 2011. U.S. Army War College), se debe a la falta de experiencia y continuidad de la Policía Federal para hacerse cargo de manera total del combate al crimen organizado.
8.- Guevara revisa en su detallado análisis el involucramiento creciente de las fuerzas armadas mexicanas en el combate a la delincuencia organizada bajo el gobierno de Felipe Calderón.
Destaca sus evidentes carencias y su necesaria modernización de cara no solo a la misión de enfrentar a los poderosos y bien organizados carteles de la droga, sino también a los requerimientos que toda fuerza bélica nacional debe cubrir en forma mínima para garantizar sus misiones internas y la defensa de la soberanía del país.
9.- Iñigo Guevara, integrante del Centro de Análisis por la Seguridad con Democracia (CASEDE), recuerda que pese al gasto en material bélico diverso, como helicópteros, sistemas de radar, aviones para transporte militar, sistemas de espionaje y vigilancia aérea no tripulada, granadas, chalecos antibala, visores nocturnos, sistemas GPS, paracaídas y fusiles de asalto, el Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina ejercen un presupuesto que en conjunto no rebasa entre el 0.5 y el 0.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Esto ubica al gobierno mexicano como uno de los que menos gasta en sus fuerzas armadas a nivel continental.
10.- Algunos de los aspectos de modernización registrados por el especialista, por ejemplo en la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) tiene que ver con la inevitable llegada de aviones no tripulados como parte de sus necesarias adquisiciones para enfrentar a los cárteles de la droga. Guevara se refiere a la compra de al menos 10 aviones Elbit Hermes 450, de fabricación israelí, adquiridos en 2009 para operaciones de vigilancia y penetración de blancos en cualquier condición climática.
11.- Otro aspecto que llama la atención es la forma de compra de armamento al extranjero, que en el sexenio actual se ha hecho triangulando las adquisiciones mediante convenios con BANOBRAS, mediante un esquema de arrendamiento por 20 años a las fuerzas armadas mexicanas.
Con este sistema, BANOBRAS puede comprar armamento sin que los recursos salgan de los presupuestos asignados año con año a la Sedena. De esta forma han sido adquiridos cinco aviones C-295 para transporte militar, cinco aviones Hércules C-130 para el Escuadrón 302 de Transporte Aéreo y seis helicópteros franceses blindados y artillados EC-725 Cougar.
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