Milenio
El Dalai Lama aseguró que México es muy diferente a la imagen de agresividad y violencia que se transmite en el exterior a través de los medios comunicación, y precisó que de los 110 millones de mexicanos acaso mil son los que se han dedicado a desprestigiar a esta nación.
El guía espiritual del Tíbet comentó que cuando iba a llegar a México, a través de la BBC sólo vio noticias de que aquí había atentados y muertos, pero al llegar se encontró con gente agradable, con gente de paz y de mucho respeto.
Por lo mismo, consideró que se deben de resaltar las cualidades de un país como México por encima de las noticias negativas, y eso se logra tratando de darle solución a los aspectos que deterioran la imagen de México en el resto del mundo.
También se manifestó por reformar el sistema educativo que se ha centrado, básicamente, en el progreso material en lugar de fomentar valores y sentimientos de calidez y compasión hacia los seres humanos.
Ante más de mil profesores del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, y su dirigente Elba Esther Gordillo, el guía espiritual tibetano también se pronunció por desmilitarizar a los países y destinar todos esos fondos en educación y salud, además de que tendría un efecto en el medio ambiente y en el bienestar de las finanzas públicas.
Sobre cómo fomentar en los niños valores, el Dalai Lama recomendó al profesorado pregonar con el ejemplo, ya que ellos son formadores de inteligencia deben de manifestar actitudes de preocupación, compasión, tolerancia y respeto hacia sus propios alumnos.
Un maestro transparente, que no miente, honesto, franco y directo es capaz de sembrar en ese niño, que alguna vez crecerá, ese tipo de fortalezas y facultades.
Y recomendó que jamás apliquen actitudes falsas de compasión, porque los niños se darán cuenta; sobre todo los exhortó a no llegar enojados y menos difundir odio o guardar rencor.
En el acto, el Dalai Lama consideró que el profesorado tiene en sus manos el destino que tomará el siglo XXI, sobre todo si se considera que la pasada centuria se distinguió por los derramamientos de sangre y la destrucción y muerte masivas.
En el siglo XXI se puede construir la paz, entusiasmo y convicción y esa responsabilidad recaerá en los jóvenes menores de 30 años, siempre y cuando, se les enseñe que el método no es repetir la violencia del siglo XX ni tampoco dominar al mundo con el miedo, sino el respeto, la tolerancia y el amor al prójimo.
El líder tibetano estuvo acompañado de Elba Esther Gordillo, quien lo recibió como una de las figuras más influyentes que han difundido la paz alrededor del mundo.
A pesar de que hubo una selección estricta de funcionarios e invitados, a hora y media de iniciada la sesión algunos funcionarios abandonaron el recinto, como Rafael Tovar y de Teresa, ex director de Conaculta y algunos dirigentes magisteriales.
El Dalai Lama aseguró que México es muy diferente a la imagen de agresividad y violencia que se transmite en el exterior a través de los medios comunicación, y precisó que de los 110 millones de mexicanos acaso mil son los que se han dedicado a desprestigiar a esta nación.
El guía espiritual del Tíbet comentó que cuando iba a llegar a México, a través de la BBC sólo vio noticias de que aquí había atentados y muertos, pero al llegar se encontró con gente agradable, con gente de paz y de mucho respeto.
Por lo mismo, consideró que se deben de resaltar las cualidades de un país como México por encima de las noticias negativas, y eso se logra tratando de darle solución a los aspectos que deterioran la imagen de México en el resto del mundo.
También se manifestó por reformar el sistema educativo que se ha centrado, básicamente, en el progreso material en lugar de fomentar valores y sentimientos de calidez y compasión hacia los seres humanos.
Ante más de mil profesores del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, y su dirigente Elba Esther Gordillo, el guía espiritual tibetano también se pronunció por desmilitarizar a los países y destinar todos esos fondos en educación y salud, además de que tendría un efecto en el medio ambiente y en el bienestar de las finanzas públicas.
Sobre cómo fomentar en los niños valores, el Dalai Lama recomendó al profesorado pregonar con el ejemplo, ya que ellos son formadores de inteligencia deben de manifestar actitudes de preocupación, compasión, tolerancia y respeto hacia sus propios alumnos.
Un maestro transparente, que no miente, honesto, franco y directo es capaz de sembrar en ese niño, que alguna vez crecerá, ese tipo de fortalezas y facultades.
Y recomendó que jamás apliquen actitudes falsas de compasión, porque los niños se darán cuenta; sobre todo los exhortó a no llegar enojados y menos difundir odio o guardar rencor.
En el acto, el Dalai Lama consideró que el profesorado tiene en sus manos el destino que tomará el siglo XXI, sobre todo si se considera que la pasada centuria se distinguió por los derramamientos de sangre y la destrucción y muerte masivas.
En el siglo XXI se puede construir la paz, entusiasmo y convicción y esa responsabilidad recaerá en los jóvenes menores de 30 años, siempre y cuando, se les enseñe que el método no es repetir la violencia del siglo XX ni tampoco dominar al mundo con el miedo, sino el respeto, la tolerancia y el amor al prójimo.
El líder tibetano estuvo acompañado de Elba Esther Gordillo, quien lo recibió como una de las figuras más influyentes que han difundido la paz alrededor del mundo.
A pesar de que hubo una selección estricta de funcionarios e invitados, a hora y media de iniciada la sesión algunos funcionarios abandonaron el recinto, como Rafael Tovar y de Teresa, ex director de Conaculta y algunos dirigentes magisteriales.
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