Itinerario Político / Ricardo Alemán
Hace casi un año, el miércoles 6 de octubre de 2010, titulamos el Itinerario Político de esa fecha –aún en “El Universal”–, de la siguiente manera: “Focos rojos en el DF”. Y luego de argumentar sobre la crisis que vive el PRD local, concluimos que “Beatriz Paredes será la candidata del GDF en 2012”.
En efecto, parecía una conclusión descabellada –y acaso por esa razón nadie se atrevió a formular–, sobre todo porque el imaginario colectivo de los capitalinos supone que el Gobierno del Distrito Federal fue escriturado a la llamada izquierda mexicana que, con Cuauhtémoc Cárdenas, llegó al poder en 1997, en la primera elección del gobierno capitalino en la era moderna.
¿Por qué aventuramos hace casi un año –a riesgo de la paliza que los malquerientes nos recetaron–, que Beatriz Paredes sería la candidata del PRI al Gobierno del DF? Las razones son muchas y todas ellas siguen vigentes.
Primero, porque luego de 14 años consecutivos de gobierno, las gestiones surgidas del PRD han sufrido un desgaste natural –a pesar de que puede ser calificado como eficaz el gobierno de Marcelo Ebrard–, al grado de por lo menos el 50% de los capitalinos estaría por un cambio, de manera especial en los gobiernos delegacionales.
Segundo, porque la disputa por la candidatura presidencial en la llamada izquierda mexicana –y todo lo que eso quiera decir–, entre Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador, fracturó en dos grandes bloques a esa izquierda. Y de esa división, más el desgaste natural, nada bueno ha resultado.
Tercero, porque les guste o no a los políticos capitalinos de izquierda, con Marcelo Ebrard se agotaron “las figuras” que produjo el movimiento político y social surgido en 1988, y que dio origen al PRD en 1989. Es decir, que luego de Marcelo, la caballada del establo político en esa izquierda no es flaca, sino famélica. Más aún, en la mayoría de los casos, los aspirantes dan pena ajena.
Y cuarto, porque según las encuestas que realizaron partidos de esa tendencia política, entre ellos el PRD, daban una marcada preferencia a la señora Paredes, entonces presidenta del PRI, sobre cualquiera de los precandidatos de la izquierda.
Hace casi un año, conocimos una encuesta levantada precisamente en los primeros días de octubre de 2010, en donde se contrastaban las figuras de Beatriz Paredes –entre otros potenciales aspirantes del PRI al GDF–, con todos los pretensos del PRD y del PAN. El resultado era aplastante. La señora Paredes aparecía con poco más del 40% de las preferencias, en tanto que el perredista más cercano –en ese entonces–, era el senador Carlos Navarrete, con apenas 22% de las preferencias.
Está claro que hoy, casi un año después, las tendencias han variado, ya que en el PRD los pretensos ya están en campaña. Sin embargo, desde octubre de 2010, hasta hoy –y luego de por lo menos cinco encuestas–, la señora Beatriz Paredes sigue a la cabeza en las preferencias del Distrito Federal. Por eso, el pasado fin de semana, el más aventajado presidenciable del PRI, Enrique Peña Nieto, le dio su aval a la ex presidenta del PRI, que en julio de 2012, podría ser la candidata al GDF por segunda ocasión.
Lo interesante del asunto, sin embargo, es que Beatriz Paredes sea vista por los capitalinos como la más aventajada candidata al GDF, en una ciudad gobernada por el PRD, y en donde el PRI no sólo no existe, sino que, literalmente, vive de la basura. O si se quiere, está en manos del gremio de los basureros.
Esa realidad política –de que una mujer, candidata del PRI, en una ciudad sin partido, encabece las encuestas–, sea una realidad temporal, parcial o de “encuestas cuchareadas”, es suficiente como para poner al PRD en focos rojos. ¿Por qué? Porque si los amarillos se dividen –como todo parece que va a ocurrir–, estarían ante un riesgo real de perder la joya de la corona, el GDF.
Pero además, el mensaje también podría llegar al PAN. Imaginen una fórmula potencialmente invencible, de un candidato presidencial como Peña Nieto y una mujer al GDF, como Beatriz Paredes. ¿Se dan cuenta del mensaje? En efecto, la de 2012 podría ser una contienda de género, y con muchas más posibilidades para Josefina Vázquez Mota. Al tiempo.
EN EL CAMINO
Entre hoy y mañana, la Corte resolverá la controversia constitucional sobre el aborto en 18 entidades del país. El debate de fondo es si los Congresos locales tienen o no facultades para legislar al respecto. Se pronostica una votación cardiaca. En todo caso, el tema ya es agenda para el 2012.
Hace casi un año, el miércoles 6 de octubre de 2010, titulamos el Itinerario Político de esa fecha –aún en “El Universal”–, de la siguiente manera: “Focos rojos en el DF”. Y luego de argumentar sobre la crisis que vive el PRD local, concluimos que “Beatriz Paredes será la candidata del GDF en 2012”.
En efecto, parecía una conclusión descabellada –y acaso por esa razón nadie se atrevió a formular–, sobre todo porque el imaginario colectivo de los capitalinos supone que el Gobierno del Distrito Federal fue escriturado a la llamada izquierda mexicana que, con Cuauhtémoc Cárdenas, llegó al poder en 1997, en la primera elección del gobierno capitalino en la era moderna.
¿Por qué aventuramos hace casi un año –a riesgo de la paliza que los malquerientes nos recetaron–, que Beatriz Paredes sería la candidata del PRI al Gobierno del DF? Las razones son muchas y todas ellas siguen vigentes.
Primero, porque luego de 14 años consecutivos de gobierno, las gestiones surgidas del PRD han sufrido un desgaste natural –a pesar de que puede ser calificado como eficaz el gobierno de Marcelo Ebrard–, al grado de por lo menos el 50% de los capitalinos estaría por un cambio, de manera especial en los gobiernos delegacionales.
Segundo, porque la disputa por la candidatura presidencial en la llamada izquierda mexicana –y todo lo que eso quiera decir–, entre Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador, fracturó en dos grandes bloques a esa izquierda. Y de esa división, más el desgaste natural, nada bueno ha resultado.
Tercero, porque les guste o no a los políticos capitalinos de izquierda, con Marcelo Ebrard se agotaron “las figuras” que produjo el movimiento político y social surgido en 1988, y que dio origen al PRD en 1989. Es decir, que luego de Marcelo, la caballada del establo político en esa izquierda no es flaca, sino famélica. Más aún, en la mayoría de los casos, los aspirantes dan pena ajena.
Y cuarto, porque según las encuestas que realizaron partidos de esa tendencia política, entre ellos el PRD, daban una marcada preferencia a la señora Paredes, entonces presidenta del PRI, sobre cualquiera de los precandidatos de la izquierda.
Hace casi un año, conocimos una encuesta levantada precisamente en los primeros días de octubre de 2010, en donde se contrastaban las figuras de Beatriz Paredes –entre otros potenciales aspirantes del PRI al GDF–, con todos los pretensos del PRD y del PAN. El resultado era aplastante. La señora Paredes aparecía con poco más del 40% de las preferencias, en tanto que el perredista más cercano –en ese entonces–, era el senador Carlos Navarrete, con apenas 22% de las preferencias.
Está claro que hoy, casi un año después, las tendencias han variado, ya que en el PRD los pretensos ya están en campaña. Sin embargo, desde octubre de 2010, hasta hoy –y luego de por lo menos cinco encuestas–, la señora Beatriz Paredes sigue a la cabeza en las preferencias del Distrito Federal. Por eso, el pasado fin de semana, el más aventajado presidenciable del PRI, Enrique Peña Nieto, le dio su aval a la ex presidenta del PRI, que en julio de 2012, podría ser la candidata al GDF por segunda ocasión.
Lo interesante del asunto, sin embargo, es que Beatriz Paredes sea vista por los capitalinos como la más aventajada candidata al GDF, en una ciudad gobernada por el PRD, y en donde el PRI no sólo no existe, sino que, literalmente, vive de la basura. O si se quiere, está en manos del gremio de los basureros.
Esa realidad política –de que una mujer, candidata del PRI, en una ciudad sin partido, encabece las encuestas–, sea una realidad temporal, parcial o de “encuestas cuchareadas”, es suficiente como para poner al PRD en focos rojos. ¿Por qué? Porque si los amarillos se dividen –como todo parece que va a ocurrir–, estarían ante un riesgo real de perder la joya de la corona, el GDF.
Pero además, el mensaje también podría llegar al PAN. Imaginen una fórmula potencialmente invencible, de un candidato presidencial como Peña Nieto y una mujer al GDF, como Beatriz Paredes. ¿Se dan cuenta del mensaje? En efecto, la de 2012 podría ser una contienda de género, y con muchas más posibilidades para Josefina Vázquez Mota. Al tiempo.
EN EL CAMINO
Entre hoy y mañana, la Corte resolverá la controversia constitucional sobre el aborto en 18 entidades del país. El debate de fondo es si los Congresos locales tienen o no facultades para legislar al respecto. Se pronostica una votación cardiaca. En todo caso, el tema ya es agenda para el 2012.
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