Algo extraño, porque no cuadra en los grupos políticos del estado de México, está sucediendo tras el arribo de Eruviel Ávila como gobernador. El viernes pasado tomó posesión como delegado especial del CEN del PRI con funciones de presidente del partido en la entidad al diputado federal Humberto Lepe, en sustitución de Raúl Domínguez Rex. Ese era cercano a Ricardo Aguilar, secretario de Organización del PRI, y muy cercano al ex gobernador Enrique Peña Nieto. Lepe, a su vez, es muy cercano de Beatriz Paredes, ex líder nacional del partido, y quien tiene un agravio de casi año y medio con Peña Nieto, cuyo coraje aún no cede.
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