Marco A. Flota / Grillotina
No, perdón, nos estamos retrotrayendo- palabrita de lujo- a la época de Jesús el de las parábolas..Y va otra aclaración: No aludimos a don Jesús Reyes Heroles, aquel bon vivant que hubiera felicitado al grillo del Partido Verde que se acaba de casar con Galilea: Nos referimos a Jesús, el galileo.
Reiniciemos:
Por aquellos tiempos en que, dijo don Renato Leduc, “era el Señor Dios Omnipotente y el Señor don Porfirio Presidente”, o sea cuando éste era un país serio, el 16 de septiembre no se publicaban los periódicos.
Porque no había noticias qué dar. A nadie le interesaba saber si un niño se había quemado con un cohete o alguien, ya bien cuete, se había tatemado, socialmente, en el brindis de Palacio Nacional.
¡Ah, qué brindis aquellos, posteriores al Grito, que ofrecían los Presidentes a lo más selecto de la sociedad mexicana en Palacio!
No podía faltar entre los invitados de aquellas épocas el hombre más rico de México, que entonces también se llamaba Carlos, pero no era Slim, sino Trouyet. O el deportista más afamado a quien también apodaban “El Pelón”, pero era Osuna, no Salinas. (No es irreverente mencionarlos juntos, porque Osuna fue el amo de la raqueta y Salinas lo es de los de los “raquetts” - sinónimo de mafia-, según el Peje).
Alguna vez a un despistado se le ocurrió invitar a la recepción en Palacio al luchador que usaba el nombre de El Santo. Ahora la estrella El Hijo del Santo. Y en vez de María Félix, acapara la atención Ninel Conde
(María, La Doña, usted recordará, declaró a Zabludovsky en célebre entrevista que el Centro Histórico olía a meados. Ninel no lo ha percibido porque está operada de la nariz. Aunque debemos reconocer que si tuvieran un tete a tete le ganaría Ninel a la Doña).
Cuando fue Presidente López Mateos, el 15 de septiembre se brindaba en Palacio con vino tinto francés, pero ya en tiempos de Echeverría se cambió por otro líquido del mismo color: Agua de Jamaica. Díaz Ordaz brindó con champaña De la Viuda... de los muertos en Tlatelolco.
Zedillo no brindó la faena que le hizo al PRI al cederle a Fox la residencia de Los Pinos y la Presidencia de la República a Martita. Y don Chente, aficionado al tequila, pidió tras su primer Grito:
-¡Un Herradura!
Le pusieron cuatro. Y se fue trotando alegremente.
¿Fue Miguel de la Madrid, el tecnócrata, quien gritó un 15 de septiembre...
-¡IVA México...!
Consúltelo usted en la Wikipedia, porque el columnista está en Acapulco con toda la familia y como cargó hasta con el perico ya no hubo espacio para la computadora.
Además, insistimos, esto de que los periódicos se publiquen el 16 de septiembre no tiene caso. ¿Quién nos lee? ¿Para qué sirve un periódico este 16 de septiembre?
-¡Ya no alegues y prende el fogón!
Esa fue la voz de mi esposa.
Con su permiso vamos a usar esta página del periódico para echarle aire al anafre.
¿Gusta usted una carnita asada en la playa de Caleta?
¡RRIINNGG!
-Bueno Palacio de Gobierno de Toluca?
-¿Quién dio el Grito anoche: Eruviel o Peña Nieto?
-Aquí el único que grita...bueno, hasta ahora, es don Enrique...
EPIGRILLO
Dirán que es cuestión de enfoques, quizá Calderón replique, pero al Gobierno hizo enroques, buscando frenar a Enrique.
No, perdón, nos estamos retrotrayendo- palabrita de lujo- a la época de Jesús el de las parábolas..Y va otra aclaración: No aludimos a don Jesús Reyes Heroles, aquel bon vivant que hubiera felicitado al grillo del Partido Verde que se acaba de casar con Galilea: Nos referimos a Jesús, el galileo.
Reiniciemos:
Por aquellos tiempos en que, dijo don Renato Leduc, “era el Señor Dios Omnipotente y el Señor don Porfirio Presidente”, o sea cuando éste era un país serio, el 16 de septiembre no se publicaban los periódicos.
Porque no había noticias qué dar. A nadie le interesaba saber si un niño se había quemado con un cohete o alguien, ya bien cuete, se había tatemado, socialmente, en el brindis de Palacio Nacional.
¡Ah, qué brindis aquellos, posteriores al Grito, que ofrecían los Presidentes a lo más selecto de la sociedad mexicana en Palacio!
No podía faltar entre los invitados de aquellas épocas el hombre más rico de México, que entonces también se llamaba Carlos, pero no era Slim, sino Trouyet. O el deportista más afamado a quien también apodaban “El Pelón”, pero era Osuna, no Salinas. (No es irreverente mencionarlos juntos, porque Osuna fue el amo de la raqueta y Salinas lo es de los de los “raquetts” - sinónimo de mafia-, según el Peje).
Alguna vez a un despistado se le ocurrió invitar a la recepción en Palacio al luchador que usaba el nombre de El Santo. Ahora la estrella El Hijo del Santo. Y en vez de María Félix, acapara la atención Ninel Conde
(María, La Doña, usted recordará, declaró a Zabludovsky en célebre entrevista que el Centro Histórico olía a meados. Ninel no lo ha percibido porque está operada de la nariz. Aunque debemos reconocer que si tuvieran un tete a tete le ganaría Ninel a la Doña).
Cuando fue Presidente López Mateos, el 15 de septiembre se brindaba en Palacio con vino tinto francés, pero ya en tiempos de Echeverría se cambió por otro líquido del mismo color: Agua de Jamaica. Díaz Ordaz brindó con champaña De la Viuda... de los muertos en Tlatelolco.
Zedillo no brindó la faena que le hizo al PRI al cederle a Fox la residencia de Los Pinos y la Presidencia de la República a Martita. Y don Chente, aficionado al tequila, pidió tras su primer Grito:
-¡Un Herradura!
Le pusieron cuatro. Y se fue trotando alegremente.
¿Fue Miguel de la Madrid, el tecnócrata, quien gritó un 15 de septiembre...
-¡IVA México...!
Consúltelo usted en la Wikipedia, porque el columnista está en Acapulco con toda la familia y como cargó hasta con el perico ya no hubo espacio para la computadora.
Además, insistimos, esto de que los periódicos se publiquen el 16 de septiembre no tiene caso. ¿Quién nos lee? ¿Para qué sirve un periódico este 16 de septiembre?
-¡Ya no alegues y prende el fogón!
Esa fue la voz de mi esposa.
Con su permiso vamos a usar esta página del periódico para echarle aire al anafre.
¿Gusta usted una carnita asada en la playa de Caleta?
¡RRIINNGG!
-Bueno Palacio de Gobierno de Toluca?
-¿Quién dio el Grito anoche: Eruviel o Peña Nieto?
-Aquí el único que grita...bueno, hasta ahora, es don Enrique...
EPIGRILLO
Dirán que es cuestión de enfoques, quizá Calderón replique, pero al Gobierno hizo enroques, buscando frenar a Enrique.
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