FC, sexto y último
Pastillas para la crisis
Carlos Fernández-Vega / México SA
Como en sus cinco presentaciones previas, el sexto y (felizmente) último paquete económico del actual inquilino de Los Pinos anota el tema del empleo entre sus prioridades retóricas, para lo cual ha elaborado un presupuesto responsable que dirige los esfuerzos a elevar la competitividad y dinamizar el crecimiento, como elementos clave para la generación de más y mejores plazas laborales en el sector formal de la economía. Se oye bien, pero el problema es que si lo citado no lo logró en un quinquenio, menos lo concretará en el año que le resta de estancia en la residencia oficial.
En 12 meses pretende alcanzar lo que, en los hechos, ni de lejos logró en cinco años. Se entiende que como jefe de campaña del chamaco de los pantalones rudos intente borrar huellas y se esfuerce en culpar al pasado (como si el presente fuera un bombón) de todos los males habidos, pero ni siquiera con la cara más dura y el micrófono más grande puede tapar –entre otros cráteres por él abiertos– el voluminoso déficit de empleo formal durante su estancia en Los Pinos. La única buena noticia inherente al paquete económico 2012 es que éste es el último que el susodicho enviará al Congreso.
Promesas y más promesas en materia de empleo (incumplidas todas ellas, desde luego), pero ¿cuál es la situación real del mercado laboral en el país? El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados comparte el análisis que sobre el particular recién concluyó, y del que se toman los siguientes aspectos. Por ejemplo, que durante el calderonato la tasa oficial de desocupación se incrementó cerca de 60 por ciento (falta por considerar el resultado de 2012) y que 17.4 millones de mexicanos se encuentran en una situación de alta vulnerabilidad laboral (alrededor de 37 por ciento de la población económicamente activa), o lo que es lo mismo, nada que ver con el discurso oficial.
En agosto de 2011 el número de trabajadores permanentes y eventuales urbanos afiliados al IMSS se ubicó en 15 millones 104 mil 131, una expansión anual de 588 mil 773 plazas, o bien, de 492 mil 502 personas con respecto a diciembre de 2010. No obstante, apunta el CEFP, es importante mencionar que si se toma en cuenta el número de empleos perdidos durante la crisis (unos 667 mil 814) el saldo sería de sólo 628 mil 296 empleos generados en estos casi tres años. Es decir, el empleo formal sólo ha aumentado a un ritmo de 221 mil puestos por año, muy por debajo del crecimiento poblacional, estimado en más de 800 mil personas en edad de trabajar al año. Aunado a esto, su tendencia ha venido a la baja, presentando 11 meses con reducciones en la tasa de crecimiento anual, que se ubica en 4.1 por ciento (agosto 2011), 1.3 puntos porcentuales por debajo del aumento presentado en octubre de 2010.
Por tipo de afiliación de los empleos formales creados de enero a agosto de 2011, el 64.2 por ciento corresponde a puestos permanentes. Pero si se compara con respecto a octubre de 2008 (comienzo de la crisis), el porcentaje baja a 50.5 por ciento. Dicho resultado es producto de un crecimiento de sólo 2 por ciento del empleo formal en este periodo, comparado con el aumento de 19 por ciento del empleo eventual urbano.
En los textos del paquete económico se menciona que la tasa oficial de desocupación se ubicó en 5.25 por ciento de la población económicamente activa durante el periodo enero-julio 2011, mientras un año antes fue de 5.34 por ciento. Sin embargo, dichas cifras son el promedio de los primeros siete meses del año, y no reflejan el empeoramiento que ha habido en los últimos cuatro meses del presente año, donde el desempleo pasó de 4.61 por ciento en marzo de 2011 a 5.62 por ciento en julio; la tasa más alta desde octubre de 2010.
En tales documentos también se destaca que la subocupación, que mide el porcentaje de la población ocupada que manifiesta tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas que las que su ocupación actual le permite, se redujo de 9.02 en el periodo enero-julio 2010 a 8.23 en 2011. Pero no se menciona que ésta ha empeorado en los últimos dos meses, alcanzando 8.85 por ciento de la PEA en julio, es decir, más de 4 millones de personas; la cifra más alta desde mayo de 2010. Si a esta cifra se le agrega la informalidad (28.9 por ciento de la población ocupada, o bien, 13.4 millones) resulta que más de 17 millones de personas se encuentran en situación de alta vulnerabilidad laboral.
El panorama tampoco mejora al analizar los salarios, ya que si bien es cierto que después de 27 meses consecutivos de pérdidas anuales el salario base de cotización en el IMSS comenzó a reportar saldos reales positivos a partir de febrero, es de destacar que éstos han venido a la baja, pasando de un crecimiento real anual de 1.57 por ciento en abril, a sólo 0.79 por ciento en julio. Incluso si se compara con 2008, el salario aún no recupera su nivel en términos reales, al presentar una caída de 0.9 por ciento. Es decir, en tres años el salario no sólo no ha crecido, sino que ha perdido poder de compra en aproximadamente 66 pesos menos al mes.
Si se analiza la distribución salarial por ingresos, se puede observar que del segundo trimestre de 2008 a igual lapso de 2011, las personas que ganan un salario mínimo y de uno a dos aumentaron 0.76 y 2.14 puntos porcentuales, respectivamente, como proporción de la población ocupada. Los que obtienen entre tres y cinco salarios mínimos, y más de cinco, disminuyeron 0.69 y 3.19 puntos porcentuales, en ese orden. Ello representa una reducción de 1.8 millones de personas. Es decir, el empleo generado durante la crisis ha sido de menor calidad.
Las cuentas de Hacienda consideran que 2011 cerrará con 589 mil nuevos cotizantes en el IMSS. Es decir, supone el mismo crecimiento de 2010, a pesar de que en el presente año se han generado 141 mil empleos menos que en el mismo lapso del año anterior. Para 2012, puntualiza el CEFP, es previsible que el empleo formal continúe creciendo a menores tasas, con una alta proporción de empleos eventuales y menores salarios reales, dando como resultado trabajos de menor calidad.
Las rebanadas del pastel
Agárrense de donde puedan, que el flamante secretario de Hacienda, José Antonio Meade, ya dijo que el gobierno calderonista ve venir la crisis con bastante tranquilidad, es decir, con la misma serenidad con la que el afamado doctor catarrito, Agustín Carstens, la vio llegar en 2008-2009. Entonces, si la madriza es inevitable, los mexicanos exigimos a estos funcionarios que hagan público el nombre de los medicamentos que ingieren y la marca de mantequilla que utilizan para, cuando menos, levitar a la misma altura y alcanzar igual grado de placidez.
Pastillas para la crisis
Carlos Fernández-Vega / México SA
Como en sus cinco presentaciones previas, el sexto y (felizmente) último paquete económico del actual inquilino de Los Pinos anota el tema del empleo entre sus prioridades retóricas, para lo cual ha elaborado un presupuesto responsable que dirige los esfuerzos a elevar la competitividad y dinamizar el crecimiento, como elementos clave para la generación de más y mejores plazas laborales en el sector formal de la economía. Se oye bien, pero el problema es que si lo citado no lo logró en un quinquenio, menos lo concretará en el año que le resta de estancia en la residencia oficial.
En 12 meses pretende alcanzar lo que, en los hechos, ni de lejos logró en cinco años. Se entiende que como jefe de campaña del chamaco de los pantalones rudos intente borrar huellas y se esfuerce en culpar al pasado (como si el presente fuera un bombón) de todos los males habidos, pero ni siquiera con la cara más dura y el micrófono más grande puede tapar –entre otros cráteres por él abiertos– el voluminoso déficit de empleo formal durante su estancia en Los Pinos. La única buena noticia inherente al paquete económico 2012 es que éste es el último que el susodicho enviará al Congreso.
Promesas y más promesas en materia de empleo (incumplidas todas ellas, desde luego), pero ¿cuál es la situación real del mercado laboral en el país? El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados comparte el análisis que sobre el particular recién concluyó, y del que se toman los siguientes aspectos. Por ejemplo, que durante el calderonato la tasa oficial de desocupación se incrementó cerca de 60 por ciento (falta por considerar el resultado de 2012) y que 17.4 millones de mexicanos se encuentran en una situación de alta vulnerabilidad laboral (alrededor de 37 por ciento de la población económicamente activa), o lo que es lo mismo, nada que ver con el discurso oficial.
En agosto de 2011 el número de trabajadores permanentes y eventuales urbanos afiliados al IMSS se ubicó en 15 millones 104 mil 131, una expansión anual de 588 mil 773 plazas, o bien, de 492 mil 502 personas con respecto a diciembre de 2010. No obstante, apunta el CEFP, es importante mencionar que si se toma en cuenta el número de empleos perdidos durante la crisis (unos 667 mil 814) el saldo sería de sólo 628 mil 296 empleos generados en estos casi tres años. Es decir, el empleo formal sólo ha aumentado a un ritmo de 221 mil puestos por año, muy por debajo del crecimiento poblacional, estimado en más de 800 mil personas en edad de trabajar al año. Aunado a esto, su tendencia ha venido a la baja, presentando 11 meses con reducciones en la tasa de crecimiento anual, que se ubica en 4.1 por ciento (agosto 2011), 1.3 puntos porcentuales por debajo del aumento presentado en octubre de 2010.
Por tipo de afiliación de los empleos formales creados de enero a agosto de 2011, el 64.2 por ciento corresponde a puestos permanentes. Pero si se compara con respecto a octubre de 2008 (comienzo de la crisis), el porcentaje baja a 50.5 por ciento. Dicho resultado es producto de un crecimiento de sólo 2 por ciento del empleo formal en este periodo, comparado con el aumento de 19 por ciento del empleo eventual urbano.
En los textos del paquete económico se menciona que la tasa oficial de desocupación se ubicó en 5.25 por ciento de la población económicamente activa durante el periodo enero-julio 2011, mientras un año antes fue de 5.34 por ciento. Sin embargo, dichas cifras son el promedio de los primeros siete meses del año, y no reflejan el empeoramiento que ha habido en los últimos cuatro meses del presente año, donde el desempleo pasó de 4.61 por ciento en marzo de 2011 a 5.62 por ciento en julio; la tasa más alta desde octubre de 2010.
En tales documentos también se destaca que la subocupación, que mide el porcentaje de la población ocupada que manifiesta tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas que las que su ocupación actual le permite, se redujo de 9.02 en el periodo enero-julio 2010 a 8.23 en 2011. Pero no se menciona que ésta ha empeorado en los últimos dos meses, alcanzando 8.85 por ciento de la PEA en julio, es decir, más de 4 millones de personas; la cifra más alta desde mayo de 2010. Si a esta cifra se le agrega la informalidad (28.9 por ciento de la población ocupada, o bien, 13.4 millones) resulta que más de 17 millones de personas se encuentran en situación de alta vulnerabilidad laboral.
El panorama tampoco mejora al analizar los salarios, ya que si bien es cierto que después de 27 meses consecutivos de pérdidas anuales el salario base de cotización en el IMSS comenzó a reportar saldos reales positivos a partir de febrero, es de destacar que éstos han venido a la baja, pasando de un crecimiento real anual de 1.57 por ciento en abril, a sólo 0.79 por ciento en julio. Incluso si se compara con 2008, el salario aún no recupera su nivel en términos reales, al presentar una caída de 0.9 por ciento. Es decir, en tres años el salario no sólo no ha crecido, sino que ha perdido poder de compra en aproximadamente 66 pesos menos al mes.
Si se analiza la distribución salarial por ingresos, se puede observar que del segundo trimestre de 2008 a igual lapso de 2011, las personas que ganan un salario mínimo y de uno a dos aumentaron 0.76 y 2.14 puntos porcentuales, respectivamente, como proporción de la población ocupada. Los que obtienen entre tres y cinco salarios mínimos, y más de cinco, disminuyeron 0.69 y 3.19 puntos porcentuales, en ese orden. Ello representa una reducción de 1.8 millones de personas. Es decir, el empleo generado durante la crisis ha sido de menor calidad.
Las cuentas de Hacienda consideran que 2011 cerrará con 589 mil nuevos cotizantes en el IMSS. Es decir, supone el mismo crecimiento de 2010, a pesar de que en el presente año se han generado 141 mil empleos menos que en el mismo lapso del año anterior. Para 2012, puntualiza el CEFP, es previsible que el empleo formal continúe creciendo a menores tasas, con una alta proporción de empleos eventuales y menores salarios reales, dando como resultado trabajos de menor calidad.
Las rebanadas del pastel
Agárrense de donde puedan, que el flamante secretario de Hacienda, José Antonio Meade, ya dijo que el gobierno calderonista ve venir la crisis con bastante tranquilidad, es decir, con la misma serenidad con la que el afamado doctor catarrito, Agustín Carstens, la vio llegar en 2008-2009. Entonces, si la madriza es inevitable, los mexicanos exigimos a estos funcionarios que hagan público el nombre de los medicamentos que ingieren y la marca de mantequilla que utilizan para, cuando menos, levitar a la misma altura y alcanzar igual grado de placidez.
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