El asesinato de las periodistas pudo ser por robo: Mancera

El procurador, Miguel Ángel Mancera señala que una de ellas hizo varias operaciones en una casa de cambio del aeropuerto

Excélsior


Las autoridades mexicanas investigan si las dos periodistas encontradas muertas este jueves fueron víctimas de un robo, debido a que una de ellas hizo varias operaciones en una casa de cambio del aeropuerto, informaron hoy fuentes oficiales.

Los cuerpos desnudos y con un disparo cada uno de Marcela Yarce, de la revista Contralínea, y Rocío González Trápaga, quien trabajó varios años para la cadena Televisa, fueron descubiertos este jueves en un parque en el sureste de la capital mexicana.

El Servico Médico Forense (Semefo) dijo tras la necropsia de ley que fueron estranguladas y después recibieron cada una un disparo de arma de fuego de bajo calibre. La muerte se produjo por asfixia el miércoles por la noche o el jueves de madrugada.

El fiscal general de la capital mexicana, Miguel Ángel Mancera, señaló a una estación de radio que las autoridades cuentan con "información preliminar" que corrobora que González Trápaga estuvo el pasado miércoles "durante diferentes horas" en el aeropuerto y en una casa de cambio e hizo operaciones por un monto "considerable".

La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (fiscalía local) espera que "el representante legal de esta casa de cambio, que está en el aeropuerto de la ciudad, comparezca", y van a pedir a los responsables de ese establecimiento que "muestren todas las operaciones de este día (miércoles)", explicó.

Los robos a personas que cambian dinero en el aeropuerto de Ciudad de México son frecuentes y en algunos casos han derivado en homicidios, por lo cual las autoridades capitalinas mantienen un operativo permanente de seguridad en la terminal.

La revista Contralínea, con nueve años de vida, ha abordado temas espinosos de corrupción y sus trabajadores han sido acosados.

El año pasado un grupo de desconocidos ingresó a las oficinas de Contralínea, en la Ciudad de México, y robó material periodístico y contable, además de la computadora portátil del director.

A los periodistas de esa publicación se les han otorgado medidas cautelares, razón por la cual, después de conocido el crimen de las reporteras, los medios locales especularon con que se podía tratar de una represalia contra la revista.

Sin embargo, Mancera indicó que el director de Contralínea, Miguel Badillo, comentó que "no había ninguna amenaza previa" y que "Marcela Yarce no estaba encargada de ninguna averiguación ni investigación periodística, trabajo o reportaje en concreto".

Yarce "tuvo alguna participación en un tema de una demanda en su momento", pero no hay más elementos que le permitan sospechar a las autoridades "que su trabajo periodístico haya tenido algo que ver" con el homicidio.

Con la muerte de estas dos reporteras, suman 74 los informadores mexicanos asesinados desde el año 2000, según datos de organizaciones humanitarias.

Todo el peso de la ley

El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, sostuvo que no habrá impunidad en el caso de las dos periodistas asesinadas la víspera y que se aplicará la ley con todo rigor a los responsables quienes, dijo, pronto serán detenidos.

Entrevistado en el Museo Nacional de Antropología, donde presenció el mensaje del V Informe de Gobierno del presidente Felipe Calderón, Ebrard subrayó que la necropsia a ambos cuerpos, que concluyó a las 3:00 horas de este viernes, no reveló huellas de tortura.

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