Francisco Rodríguez / Índice Político
Al anochecer del jueves 8 de septiembre, hace menos de una semana, en los portales de los diarios capitalinos y en no pocos blogs aparecía la información de la captura, por parte de la policía michoacana, del chihuahuense Juan Iván Peña a quien se ubica cual uno de los “asesores” del fatídico Casino Royale regiomontano. El viernes 9 muy pocos periódicos registraban la información.
Peor aún, diarios paraestatales cual Milenio, de plano “bajaron” tal noticia de la red.
Arrestado por delitos de pornografía y violación –causa penal 164/2011-II en el Juzgado Cuarto Penal de Morelia–, Juan Iván Peña es pieza clave para desenmarañar y poner al descubierto la participación de prominentes figuras del Partido Acción Nacional y de otras que gravitan en el entorno de Los Pinos en el rentable negocio de los casinos en nuestro país.
Porque, si bien es cierto que durante la presente fallida Administración no se han otorgado nuevos permisos para la instalación de casinos, también es cierto que durante los últimos cuatro años la Secretaría de Gobernación, ha otorgado Licencias para la Instalación de nuevos centros de apuesta aprovechando licencias anteriores no utilizadas al cien por ciento.
Empecemos con dos personajes: Francisco Javier Ramírez Acuña y Abraham González, jaliscienses los dos. Durante su gestión como secretario de Gobernación y subsecretario de Gobierno, respectivamente, González nombró como su coordinador de asesores a Juan Iván Peña, ex dirigente juvenil del tricolor en Chihuahua y quien había laborado con Manuel Camacho en la creación de las redes sociales para la campaña de Andrés Manuel López Obrador, para posteriormente trabajar en Gobernación.
Aprovechando este cargo, Juan Iván Peña puso un despacho jurídico personal, en sociedad con Roberto Correa Méndez que laboraba en la Dirección de Juegos y Sorteos, pero en realidad en este despacho se negociaron asuntos relacionados con la instalación de nuevos casinos, por las que, se afirma, cobraban hasta 5 millones de dólares en efectivo por cada uno de ellos.
Esta situación continuó a la salida de Ramírez Acuña y a la llegada de Juan Camilo Mouriño, pues Abraham González fue ratificado como subsecretario, pero floreció al arribo de Fernando Gómez Mont, pues Juan Iván Peña se asoció con Julio Esponda, socio a su vez de Gómez Mont en su bufete jurídico. Obvio es que hoy en día el actual subsecretario de Gobierno Marcos Gutiérrez es el enlace para la tramitación de estos asuntos.
Una prueba ejemplificativa está en el otorgamiento de licencia a Atracciones y Emociones Vallarta, bajo la cual operaba el Royale. Vea usted:
Otorgamiento de Licencias
Atracciones y Emociones Vallarta, S.A. de C.V.
*Fecha de Constitución de la sociedad: 17 de Marzo de 1992 *Permiso Nº: 4117 *Fecha de Permiso inicial: Junio 1 de 1992 *Actividades autorizadas: * 1 Hipódromo/Galgódromo * Hasta 4 Centros de Apuestas Remotas *5 Centros de Apuestas Remotas con Sala de Sorteo de Números *41 Centros de Apuestas Remotas con Sala de Sorteo de Números *En operación: 26 Centros de Apuestas Remotas *26 Salas de Sorteos de Números *Vigencia: 25 años *Término de vigencia: 1 de Junio de 2017.
El truco se observa en el presente caso. Si esta empresa tiene autorizadas 41 salas para operar, y de ellas sólo mantiene 26 funcionando, durante estos cuatro años de criminal calderonato se han “vendido” a terceros 15 licencias –5 millones de dólares each– originales que no están siendo utilizadas por el concesionario original. Ahí entra el Casino Royale de Monterrey.
Por poner a disposición de los calderonistas esas 15 licencias, ¿qué recibe la empresa originalmente concesionaria?
Trato preferente. Esto es, funcionamiento fuera de los horarios autorizados, evasión fiscal y la nula supervisión de los Interventores de la Secretaría de Gobernación, que como función principal tienen la de verificar que las máquinas funcionen de manera correcta, esto es, que no estén cargadas de tal manera que eviten el otorgamiento de premios como comúnmente ocurre.
Si se checa la dirección en la página de Juegos y Sorteos de Gobernación de los 26 establecimientos de esta empresa (Atracciones y Emociones Vallarta) confirmarán que ningún domicilio corresponde al del Casino Royale donde ocurrió el incendio y que se ubica en Jesús María González y San Jerónimo, pues este casino esta en el paquete de los 15 no utilizados por Promociones Vallarta. Los negociados por Juan Iván Peña, pues, para sus jefes en Gobernación y, casi seguro, en Los Pinos… desde donde ordenaron acallar la aprehensión del chihuahuense.
Índice Flamígero: No tendría por qué defender al alcalde regiomontano Fernando Larrazábal Bretón –aquí me he referido a él como un pillo de siete suelas, tras el desastre de su autoría en la fallida Biblioteca Vasconcelos–, pero hoy se ve que es el eslabón más débil en la cadena de corrupción blanquiazules – casinos, que escala hasta los primeros niveles de la kakistrocrática Administración de Felipe Calderón. Van sobre él los panistas para, como los gatos, tapar con él sus inmundicias.
Al anochecer del jueves 8 de septiembre, hace menos de una semana, en los portales de los diarios capitalinos y en no pocos blogs aparecía la información de la captura, por parte de la policía michoacana, del chihuahuense Juan Iván Peña a quien se ubica cual uno de los “asesores” del fatídico Casino Royale regiomontano. El viernes 9 muy pocos periódicos registraban la información.
Peor aún, diarios paraestatales cual Milenio, de plano “bajaron” tal noticia de la red.
Arrestado por delitos de pornografía y violación –causa penal 164/2011-II en el Juzgado Cuarto Penal de Morelia–, Juan Iván Peña es pieza clave para desenmarañar y poner al descubierto la participación de prominentes figuras del Partido Acción Nacional y de otras que gravitan en el entorno de Los Pinos en el rentable negocio de los casinos en nuestro país.
Porque, si bien es cierto que durante la presente fallida Administración no se han otorgado nuevos permisos para la instalación de casinos, también es cierto que durante los últimos cuatro años la Secretaría de Gobernación, ha otorgado Licencias para la Instalación de nuevos centros de apuesta aprovechando licencias anteriores no utilizadas al cien por ciento.
Empecemos con dos personajes: Francisco Javier Ramírez Acuña y Abraham González, jaliscienses los dos. Durante su gestión como secretario de Gobernación y subsecretario de Gobierno, respectivamente, González nombró como su coordinador de asesores a Juan Iván Peña, ex dirigente juvenil del tricolor en Chihuahua y quien había laborado con Manuel Camacho en la creación de las redes sociales para la campaña de Andrés Manuel López Obrador, para posteriormente trabajar en Gobernación.
Aprovechando este cargo, Juan Iván Peña puso un despacho jurídico personal, en sociedad con Roberto Correa Méndez que laboraba en la Dirección de Juegos y Sorteos, pero en realidad en este despacho se negociaron asuntos relacionados con la instalación de nuevos casinos, por las que, se afirma, cobraban hasta 5 millones de dólares en efectivo por cada uno de ellos.
Esta situación continuó a la salida de Ramírez Acuña y a la llegada de Juan Camilo Mouriño, pues Abraham González fue ratificado como subsecretario, pero floreció al arribo de Fernando Gómez Mont, pues Juan Iván Peña se asoció con Julio Esponda, socio a su vez de Gómez Mont en su bufete jurídico. Obvio es que hoy en día el actual subsecretario de Gobierno Marcos Gutiérrez es el enlace para la tramitación de estos asuntos.
Una prueba ejemplificativa está en el otorgamiento de licencia a Atracciones y Emociones Vallarta, bajo la cual operaba el Royale. Vea usted:
Otorgamiento de Licencias
Atracciones y Emociones Vallarta, S.A. de C.V.
*Fecha de Constitución de la sociedad: 17 de Marzo de 1992 *Permiso Nº: 4117 *Fecha de Permiso inicial: Junio 1 de 1992 *Actividades autorizadas: * 1 Hipódromo/Galgódromo * Hasta 4 Centros de Apuestas Remotas *5 Centros de Apuestas Remotas con Sala de Sorteo de Números *41 Centros de Apuestas Remotas con Sala de Sorteo de Números *En operación: 26 Centros de Apuestas Remotas *26 Salas de Sorteos de Números *Vigencia: 25 años *Término de vigencia: 1 de Junio de 2017.
El truco se observa en el presente caso. Si esta empresa tiene autorizadas 41 salas para operar, y de ellas sólo mantiene 26 funcionando, durante estos cuatro años de criminal calderonato se han “vendido” a terceros 15 licencias –5 millones de dólares each– originales que no están siendo utilizadas por el concesionario original. Ahí entra el Casino Royale de Monterrey.
Por poner a disposición de los calderonistas esas 15 licencias, ¿qué recibe la empresa originalmente concesionaria?
Trato preferente. Esto es, funcionamiento fuera de los horarios autorizados, evasión fiscal y la nula supervisión de los Interventores de la Secretaría de Gobernación, que como función principal tienen la de verificar que las máquinas funcionen de manera correcta, esto es, que no estén cargadas de tal manera que eviten el otorgamiento de premios como comúnmente ocurre.
Si se checa la dirección en la página de Juegos y Sorteos de Gobernación de los 26 establecimientos de esta empresa (Atracciones y Emociones Vallarta) confirmarán que ningún domicilio corresponde al del Casino Royale donde ocurrió el incendio y que se ubica en Jesús María González y San Jerónimo, pues este casino esta en el paquete de los 15 no utilizados por Promociones Vallarta. Los negociados por Juan Iván Peña, pues, para sus jefes en Gobernación y, casi seguro, en Los Pinos… desde donde ordenaron acallar la aprehensión del chihuahuense.
Índice Flamígero: No tendría por qué defender al alcalde regiomontano Fernando Larrazábal Bretón –aquí me he referido a él como un pillo de siete suelas, tras el desastre de su autoría en la fallida Biblioteca Vasconcelos–, pero hoy se ve que es el eslabón más débil en la cadena de corrupción blanquiazules – casinos, que escala hasta los primeros niveles de la kakistrocrática Administración de Felipe Calderón. Van sobre él los panistas para, como los gatos, tapar con él sus inmundicias.
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