Salvador García Soto
La tensión y el nerviosismo cunden en el PAN. El que era visto hasta ahora como “el candidato oficial”, Ernesto Cordero, está mostrando dudas entre sus aspiraciones y quedarse como titular de Hacienda, parte por decisión personal y parte por falta de señales encontradas del presidente Calderón sobre a quién dará su apoyo en la contienda interna por la candidatura presidencial del blanquiazul.
Entre los corderistas se percibe cierto desánimo y en el equipo más cercano del secretario de Hacienda hay incertidumbre sobre si va a tomar o no la decisión de lanzarse por la candidatura. Hay dos posiciones en que se ha dividido el equipo corderista: los que le dicen al secretario que tiene que renunciar ya, a más tardar el domingo 11 de septiembre, y los que le sugieren que puede quedarse a negociar el Presupuesto 2011, aprovechar los reflectores que le puede dar esa negociación, y renuncia a su cargo hasta noviembre para entrar directo al proceso interno panista.
El problema es que si Cordero no deja su cargo de aquí al domingo, su margen de maniobra se reduce y las posibilidades de que logre vencer la percepción de que no ha crecido suficiente en las encuestas, ni en su imagen y nivel de conocimiento, se ven muy complicadas.
Entre su acendrado sentido de responsabilidad y su lealtad al presidente, Cordero ha alargado demasiado su permanencia en Hacienda y se ha negado a tomar una decisión sin tener el aval expreso del presidente. No está claro, ni siquiera para los propios corderistas, si Calderón no le ha dado esa señal o si le ha pedido permanecer al frente de la SHyCP y quedarse a negociar el presupuesto o más aún, quedarse y declinar a sus aspiraciones. En todo caso, lo que se percibe en el círculo más cercano del precandidato Cordero es que ya no es del todo seguro si buscará ser candidato y que si no hay renuncia antes del domingo sus posibilidades se complican.
¿Qué pasaría en caso de una declinación pública o virtual de Ernesto Cordero a sus aspiraciones? ¿Hacia dónde se moverían los calderonistas?
No está claro si todos los operadores que acompañan en este momento a Cordero estarían dispuestos a apoyar a Vázquez Mota. Varios de ellos, como César Nava, Max Cortazar, Moisés Alcalde, Abrham Cherem, Héctor Muñoz o Jordy Herrera, no ven en Josefina una opción y podrían mantenerse al margen del proceso interno si no va Cordero o incluso hay corderistas que preferirían apoyar a Santiago Creel Miranda antes que a la chihuahuense.
Así que para Ernesto Cordero las horas que siguen serán determinantes. Si hay renuncia del titular de Hacienda antes del domingo habrá proyecto rumbo al 2012, y podrían venir una serie de cambios en el gabinete del presidente Calderón: José Antonio Meade a Hacienda, un nuevo secretario de Energía y tal vez algunos otros reacomodos. Si no hay renuncia y Cordero decide moverse hacia otro lado, los corderistas, que en realidad son el núcleo duro del calderonismo tendrán que definirse entre los precandidatos que seguirían vivos: Santiago Creel Miranda, Josefina Vázquez Mota y hasta ahora también Emilio González.
¿Se decidirá por fin Ernesto Cordero y saldrá de su dilema entre ser un aspirante formal en campaña o secretario un secretario de Hacienda responsable?
La tensión y el nerviosismo cunden en el PAN. El que era visto hasta ahora como “el candidato oficial”, Ernesto Cordero, está mostrando dudas entre sus aspiraciones y quedarse como titular de Hacienda, parte por decisión personal y parte por falta de señales encontradas del presidente Calderón sobre a quién dará su apoyo en la contienda interna por la candidatura presidencial del blanquiazul.
Entre los corderistas se percibe cierto desánimo y en el equipo más cercano del secretario de Hacienda hay incertidumbre sobre si va a tomar o no la decisión de lanzarse por la candidatura. Hay dos posiciones en que se ha dividido el equipo corderista: los que le dicen al secretario que tiene que renunciar ya, a más tardar el domingo 11 de septiembre, y los que le sugieren que puede quedarse a negociar el Presupuesto 2011, aprovechar los reflectores que le puede dar esa negociación, y renuncia a su cargo hasta noviembre para entrar directo al proceso interno panista.
El problema es que si Cordero no deja su cargo de aquí al domingo, su margen de maniobra se reduce y las posibilidades de que logre vencer la percepción de que no ha crecido suficiente en las encuestas, ni en su imagen y nivel de conocimiento, se ven muy complicadas.
Entre su acendrado sentido de responsabilidad y su lealtad al presidente, Cordero ha alargado demasiado su permanencia en Hacienda y se ha negado a tomar una decisión sin tener el aval expreso del presidente. No está claro, ni siquiera para los propios corderistas, si Calderón no le ha dado esa señal o si le ha pedido permanecer al frente de la SHyCP y quedarse a negociar el presupuesto o más aún, quedarse y declinar a sus aspiraciones. En todo caso, lo que se percibe en el círculo más cercano del precandidato Cordero es que ya no es del todo seguro si buscará ser candidato y que si no hay renuncia antes del domingo sus posibilidades se complican.
¿Qué pasaría en caso de una declinación pública o virtual de Ernesto Cordero a sus aspiraciones? ¿Hacia dónde se moverían los calderonistas?
No está claro si todos los operadores que acompañan en este momento a Cordero estarían dispuestos a apoyar a Vázquez Mota. Varios de ellos, como César Nava, Max Cortazar, Moisés Alcalde, Abrham Cherem, Héctor Muñoz o Jordy Herrera, no ven en Josefina una opción y podrían mantenerse al margen del proceso interno si no va Cordero o incluso hay corderistas que preferirían apoyar a Santiago Creel Miranda antes que a la chihuahuense.
Así que para Ernesto Cordero las horas que siguen serán determinantes. Si hay renuncia del titular de Hacienda antes del domingo habrá proyecto rumbo al 2012, y podrían venir una serie de cambios en el gabinete del presidente Calderón: José Antonio Meade a Hacienda, un nuevo secretario de Energía y tal vez algunos otros reacomodos. Si no hay renuncia y Cordero decide moverse hacia otro lado, los corderistas, que en realidad son el núcleo duro del calderonismo tendrán que definirse entre los precandidatos que seguirían vivos: Santiago Creel Miranda, Josefina Vázquez Mota y hasta ahora también Emilio González.
¿Se decidirá por fin Ernesto Cordero y saldrá de su dilema entre ser un aspirante formal en campaña o secretario un secretario de Hacienda responsable?
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