Suárez Coppel: sus misteriosos negocios en España
Enrique Galván Ochoa / Dinero
En realidad no hay gran diferencia de procedimiento y propósito. Fidel Herrera heredó el gobierno de Veracruz a su tesorero, Javier Duarte, y le ha cubierto muy bien las espaldas. Mintió cuando dijo que dejaba un pasivo de 9 mil millones de pesos, en realidad resultó de más de 30 mil. Por su lado, Humberto Moreira hereda el gobierno de Coahuila a su hermano Rubén y deudas por más de 32 mil millones. Hacienda presentó una denuncia contra el ex gobernador coahuilense, pero no ha molestado a Fidel. Al final de cuentas lo más probable es que ni Fidel ni Moreira encaren mayores consecuencias que el tolerable escándalo. Pero ¿no es acaso lo mismo que pretende hacer el presidente Calderón dejando en Los Pinos a su delfín Ernesto Cordero? Aparte del sangriento balance de su gobierno hay otros saldos no exactamente satisfactorios en el manejo del presupuesto. En vísperas del quinto Informe, Hacienda dio a conocer un reporte que muestra una inquietante realidad: México enfrenta hoy la deuda pública más alta de su historia en términos nominales.
Los billones
Calderón y su secretario de Hacienda admiten en este reporte que la deuda interna del sector público federal es de 3 billones 101 mil millones de pesos. (Cifra redondeada). Son billones, es decir, 3 millones de millones. Abarca esta cifra la deuda del gobierno central y la de los organismos y empresas paraestatales, la banca de desarrollo, en fin, es la deuda total en pesos. Hay que agregar la deuda externa: 110 mil millones de dólares. Incluye, igualmente, la del gobierno central y sus entidades periféricas. Como el presupuesto de un año del gobierno federal es de 3 billones de pesos y fracción –estamos en espera de conocer el proyecto de 2012 que presentará al Congreso el joven Cordero–, debemos asumir que la deuda pública –pesos más dólares– rebasa al 100% el presupuesto de un año. Y aunque no tenemos cifras exactas, confiables del PIB anual, es probable que llegue a 40%. En otras palabras, estamos fritos.
¿A dónde se fue el dinero?
La pregunta que tendría que hacerse el próximo presidente de la República –es decir, uno distinto a Cordero– sería: ¿a dónde se ha ido todo ese dinero? En sus años de gobierno, habría que añadir, Calderón ha ejercido presupuestos de más de 20 billones de pesos –millones de millones. ¿Qué obras se construyeron? ¿En manos de quiénes quedó tamaña fortuna? Porque han entrado ríos de dólares de la exportación de petróleo que, bien manejados, hubieran sido suficientes hasta para saldar la deuda. La respuesta a esas preguntas tendría que conducir al descubrimiento de un probable entramado de corrupción. Por eso los responsables heredan el cargo a los corresponsables. Fidel Herrera a Duarte. Moreira a su hermano. Y Calderón quiere dejar a su delfín. Obviamente, no debemos perder de vista, sería una imperdonable falta de sensibilidad que la herencia sangrienta del calderonismo tiene un peso infinitamente mayor, e irremediable, que los boquetes presupuestales.
Suárez Coppel, sus negocios
La prensa europea reporta que el director de Petróleos Mexicanos, Juan José Suárez Coppel, se ha involucrado –y ha involucrado a Pemex– en la confrontación de dos empresarios por el control de Sempra. Suárez Coppel le prestó (como si fueran propias) a su amigo personal, Luis del Rivero, presidente el grupo Sacyr, las acciones que posee la paraestatal mexicana en Repsol para que adquiera el suficiente poder –que hoy no posee– y quite el control a Antonio Brufau, presidente de Sempra. ¿Tiene facultades el director de Pemex para disponer de ese modo del patrimonio de la petrolera? ¿En qué beneficia a la empresa, y a los consumidores mexicanos, que Suárez Coppel se entrometa en el conflicto? Por lo pronto, las acciones de Sacyr subieron de valor gracias a su asociación con Pemex. ¿Las utilidades favorecen a Petróleos Mexicanos o van a ir al bolsillo de Suárez Coppel? Cuántas incógnitas por resolver. Por cierto, el secretario de Industria citó a Suárez Coppel y a su amigo Luis del Rivero para que expliquen qué traen entre manos. Claro, el secretario de Industria de España ¿qué creían?
e@Vox Populi
Asunto: las deudas del ex esposo
Hace poco más de cuatro años mi ex esposo hizo uso indebido de mi firma y en ocasiones incluso la falsificó para acceder a dinero que estaba en cuentas mías (por eso es ex esposo). Por otro lado, contrajo deudas en mi nombre en diferentes instituciones bancarias y tiendas, y como resultado de todo ello después de que tuve siempre un historial crediticio muy bueno, ahora estoy en Buró de Crédito y me ha resultado muy difícil sobrevivir. Me llegó información de Resuelve tu Deuda, por un lado, y por el otro, del Bufete de crédito y negociación bancaria. Este último asegura que por 5 mil pesos me ayuda a ampararme contra el buró. Me gustaría, si le es posible, que me orientara acerca de estas dos asociaciones. ¿Hay alguna otra opción para volver a contar con dinero suficiente para vivir y no meramente sobrevivir, como lo he venido haciendo desde hace cuatro años?
M.F./Distrito Federal
R: No conozco esas empresas. Sin embargo, debo alertarla del riesgo que corre porque muchas defraudan a sus clientes. Existe otro camino, es laborioso pero es gratuito y la liberan del problema: negociar con el ombudsman de cada banco.
Asunto: la culpa de la televisora
Siento que Televisa tiene gran culpa en toda esta moda de casinos, después de haber recibido los permisos de Santiago Creel. ¡Qué pena que gente inocente siempre tiene que morir! Pero no pasa nada, todo está bien en México.
Ricardo Ortega/Monterrey
R: ¿Alguien quiere apostar a que nadie se atreverá a tocar esos permisos?
Si alguna mano dura debería imperar, sería contra los miembros de la Suprema Corta por negligentes, y a los jueces que amparan garitos.
Manuel Deffis @man_deffis
No le digan a Creel que a Ninel le dicen El Bombón Asesino
. Se nos puede enamorar (ooootra vez).
Maria Scherer @maria_scherer_i
El hermano del alcalde de Monterrey dice que recibía $ de los casinos porque les vendía queso Oaxaca.
@LOMMX Eugenia Calleja.
Comentarios