Bertha Teresa Ramírez
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, y el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Senadores, Manlio Fabio Beltrones, coincidieron ayer en un foro en la necesidad de integrar un gobierno de coalición en México.
En el coloquio Semipresidencialismo en Mexico, ¿salida al estancamiento del régimen?, el mandatario capitalino propuso un cambio de régimen, con la vertiente de nombrar un jefe de Estado con potestades importantes, como por ejemplo en el orden exterior, y un jefe de gobierno que responda a las necesidades de organización en las cámaras, lo que incluye la existencia de gobiernos de coalición.
Así, dijo Ebrard, surgirán programas de gobierno verificables, que permitan la rendición de cuentas. “Pensemos en el desarrollo económico y social del país, por ejemplo. Si tenemos un agravamiento de la desigualdad, como la que estamos viviendo, y aumento de pobreza, quiere decir que hay que hacer una corrección mayor en el rumbo que se está llevando. Y eso no se va a poder hacer si no hay una mayoría que respalde.
El régimen político en México, como lo hemos conocido hasta ahora, está acabado; el presidencialismo en el que hemos sido formados no está funcionando y lo que está ocurriendo es que se están fortaleciendo los intereses de todo tipo para la toma de decisiones, lo que tiene una fuerte implicación en el país en decisiones fiscales, concesiones y sobre regulación, añadió.
Hoy tenemos en México un rumbo muy regresivo que está íntimamente vinculado con lo anterior, es decir, no se puede pensar la naturaleza del régimen político si no tenemos claro a quién beneficia cada decisión, cada rumbo que se piense tomar, añadió.
Por otro lado, existe una representación política no bipartidista; existen tres fuerzas políticas relevantes y ocho partidos políticos, lo que significa que el viejo modelo presidencialista, que supone la mayoría en ambas cámaras, no va a ocurrir o es muy improbable que ocurra; no sólo en la elección de 2012, sino en las elecciones en general.
En su turno, el senador Beltrones planteó la importancia de adecuar el régimen presidencial, “que lo vuelva más funcional, pero sobre todo que permita facilitar los acuerdos para que las cosas buenas pasen y que discutamos menos y acordemos más.
La mejor forma de acercarnos a lo que pueden ser los acuerdos es instalar gobiernos de coalición en este país y no como una especie de semipresidencialismo, sino como un presidencialismo que busque tener nuevos instrumentos para mejorar la gobernabilidad; instrumentos de orden parlamentario. Se trata de reformar la Presidencia, no de combatir su institucionalidad, aclaró.
Indicó que la pluralidad ha traído a México nuevas exigencias; una de ellas es contar con políticas públicas acordadas.
Existen decisiones políticas en materia económica y social, pero no hay una política pública pactada entre las fuerzas que nos haga coincidir en la necesidad de apoyarlas, apuntó.
En el coloquio participaron el coordinador del Diálogo para la Reconstrucción de México (Dia), Manuel Camacho Solís; el diputado federal por el PT Porfirio Muñoz Ledo y expertos en la materia como Francisco Valdés Ugalde y Ricardo Becerra Laguna.
En entrevista posterior, Beltrones recordó a sus correligionarios los tiempos que marca su partido de acuerdo con sus estatutos, e indicó que en estos momentos el PRI busca, primero, construir un nuevo proyecto de país para resolver los problemas que hoy tienen atribulados a la mayoría de los mexicanos, más que buscar alianzas.
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, y el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Senadores, Manlio Fabio Beltrones, coincidieron ayer en un foro en la necesidad de integrar un gobierno de coalición en México.
En el coloquio Semipresidencialismo en Mexico, ¿salida al estancamiento del régimen?, el mandatario capitalino propuso un cambio de régimen, con la vertiente de nombrar un jefe de Estado con potestades importantes, como por ejemplo en el orden exterior, y un jefe de gobierno que responda a las necesidades de organización en las cámaras, lo que incluye la existencia de gobiernos de coalición.
Así, dijo Ebrard, surgirán programas de gobierno verificables, que permitan la rendición de cuentas. “Pensemos en el desarrollo económico y social del país, por ejemplo. Si tenemos un agravamiento de la desigualdad, como la que estamos viviendo, y aumento de pobreza, quiere decir que hay que hacer una corrección mayor en el rumbo que se está llevando. Y eso no se va a poder hacer si no hay una mayoría que respalde.
El régimen político en México, como lo hemos conocido hasta ahora, está acabado; el presidencialismo en el que hemos sido formados no está funcionando y lo que está ocurriendo es que se están fortaleciendo los intereses de todo tipo para la toma de decisiones, lo que tiene una fuerte implicación en el país en decisiones fiscales, concesiones y sobre regulación, añadió.
Hoy tenemos en México un rumbo muy regresivo que está íntimamente vinculado con lo anterior, es decir, no se puede pensar la naturaleza del régimen político si no tenemos claro a quién beneficia cada decisión, cada rumbo que se piense tomar, añadió.
Por otro lado, existe una representación política no bipartidista; existen tres fuerzas políticas relevantes y ocho partidos políticos, lo que significa que el viejo modelo presidencialista, que supone la mayoría en ambas cámaras, no va a ocurrir o es muy improbable que ocurra; no sólo en la elección de 2012, sino en las elecciones en general.
En su turno, el senador Beltrones planteó la importancia de adecuar el régimen presidencial, “que lo vuelva más funcional, pero sobre todo que permita facilitar los acuerdos para que las cosas buenas pasen y que discutamos menos y acordemos más.
La mejor forma de acercarnos a lo que pueden ser los acuerdos es instalar gobiernos de coalición en este país y no como una especie de semipresidencialismo, sino como un presidencialismo que busque tener nuevos instrumentos para mejorar la gobernabilidad; instrumentos de orden parlamentario. Se trata de reformar la Presidencia, no de combatir su institucionalidad, aclaró.
Indicó que la pluralidad ha traído a México nuevas exigencias; una de ellas es contar con políticas públicas acordadas.
Existen decisiones políticas en materia económica y social, pero no hay una política pública pactada entre las fuerzas que nos haga coincidir en la necesidad de apoyarlas, apuntó.
En el coloquio participaron el coordinador del Diálogo para la Reconstrucción de México (Dia), Manuel Camacho Solís; el diputado federal por el PT Porfirio Muñoz Ledo y expertos en la materia como Francisco Valdés Ugalde y Ricardo Becerra Laguna.
En entrevista posterior, Beltrones recordó a sus correligionarios los tiempos que marca su partido de acuerdo con sus estatutos, e indicó que en estos momentos el PRI busca, primero, construir un nuevo proyecto de país para resolver los problemas que hoy tienen atribulados a la mayoría de los mexicanos, más que buscar alianzas.
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