Felipe turistea
EPN da el sí
Releccionismo avanza
Julio Hernández López / Astillero
Comprensibles problemas técnicos impidieron a un resplandeciente guía de turistas extranjeros incluir en The royal tour las escenas más recientes del deporte extremo que significa vivir en México. Muy con- tento y especialmente decidido a invitar al mundo entero a visitar el emocionante país de las ejecuciones y su constante exhibición pública, el agente promotor Calderón discurría en Nueva York, entre lujos, honores y reflectores, mientras en Veracruz eran arrojados en las inmediaciones de una importante y concurrida plaza comercial de Boca del Río cuando menos 35 cadáveres de presuntos zetas, luego de que un día antes, en otra operación digna de rodajes de acción en inglés, se había concedido la libertad sincronizada de tres penales casi el mismo número de delincuentes.
Veracruz en llamas, con un gobernador priísta, Javier Duarte, escondido entre sus declaraciones demagógicas, represor de tuiteros mientras los verdaderos delincuentes siguen impunes, velador de intereses de Fidel Herrera y uno más de los mandatarios estatales que no pueden ni siquiera con las apariencias propias del cargo.
Sabido es que documentales alegres como el estelarizado por el aventurero Calderón requieren mucha anticipación para ser filmados y editados, así que obviamente tampoco se pudieron insertar escenas del campamento para entrenamiento de narcotraficantes en Nuevo León, ni las desapariciones recientes de personas en carreteras de Tamaulipas y Nuevo León, ni los ataques masivos en Zacatecas. En cambio, la pupila de los mexicanos en vilo podrá deleitarse con las osadas intervenciones del superhéroe Calderón, que dedicó tiempo y recursos públicos para mostrarse como ejecutante de suertes deportivas peligrosas, siempre protegido por los equipos reglamentarios y las fuerzas militares que por ley le acompañan en todos sus viajes.
Otro escenario de belleza política intocable, The copete tour, fue admirado por los mexicanos en el canal 2 de Televisa, adonde concurrió el ex gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto para cumplir con un negociado reality show, en el que fingió ser llevado a revelar lo que todo México sabía pero él se resistía a aceptar si no era ante el oficial del registro comicial, Joaquín López Dóriga: ¡Sí, acepto!, dijo con otras palabras el virtual candidato presidencial priísta al formalizar su relación con Televisa, a la que durante seis años entregó arras aunque hasta la noche de este lunes fue impuesto el lazo electoral que pretende, vestidos de impensable blanco los contrayentes, sostener otro matrimonio de conveniencia por seis años federales, hasta que la facturación los separe.
No hubo, en el infomercial del presunto destape por todos tan sabido, preguntas o planteamientos que produjeran incomodidad en el encopetado contrayente que, por otra parte, se mostró tan soso y acartonado en su alocución convenida que por razones estrictamente técnicas bien haría su casa electrónica en enviarlo a algunos cursos básicos en las academias de preparación telenovelera que sostiene. Sin contenido, valido de frases y rutinas explicativas menores, incapaz de presentar alguna propuesta política o ideológica trascendente, atenido a la fuerza del sindicato de gobernadores del que, por ejemplo, forma parte destacada el veracruzano Javier Duarte, Peña Nieto se mostró en esa boda televisada como un personaje fabricado, insustancial y meramente estético, como lo vio Silvana Paternostro en una viñeta que hizo para The Atlantic, en j.mp/qwHm1p titulada Beauty and the beast y que Luis Martín Ángeles tradujo en j.mp/odEDeo al español. Belleza y bestialidad en el México de las élites plácidas y la sociedad sometida a la cruel ley de la selva.
En otro tema, una mezcolanza derechista de académicos progubernamentales panistas con línea de Los Pinos y perredistas asociados a Ebrard han logrado que en la Cámara de Diputados avance la engañifa de una relección acotada bajo la siguiente propuesta que habrá de ser analizada y votada en las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Gobernación, para luego pasar al pleno: Limitar la posibilidad de relección inmediata, en el caso de los senadores, a solamente un periodo adicional, mientras que los diputados, federales y locales, podrían ser relectos hasta por dos periodos adicionales.
Tal es la fórmula que está siendo apoyada por las bancadas de PAN, Panal y Verde Ecologista con la oposición del PRI peñanietista en el plano federal pero en favor en los congresos estatales, donde sus gobernadores se atrincheran. En contra se han manifestado diputados del PT y algunos del PRD que militan en Izquierda Democrática Nacional, pero, a pesar de que existe un resolutivo del Consejo Nacional del sol azteca que ordenó votar en contra de la relección, el grupo ebrardista en San Lázaro trabaja en favor de esas novedades, específicamente el coordinador, Armando Ríos Piter (que no actúa sin recibir indicaciones del GDF), Guadalupe Acosta Naranjo (¿también apoya la relección presidencial?), Vidal Llerenas Morales, Uriel López Paredes y Arturo Santana.
La exposición de motivos que acompaña la propuesta de relección acotada pinta un mundo de evolución democrática en México, al que falta conceder a los legisladores la oportunidad de seguir en el cargo si demuestran a sus votantes que han cumplido bien el encargo. El fraseo que algunas voces académicas reproducen en radio y televisión es tomado como sustento para asegurar que con la relección habrá un vínculo más estrecho con sus electores, mayor responsabilidad y profesionalismo de los representantes populares.
Como ya se ha dicho, relección sin revocación es un dulce cuento derechista de presunta democracia (acompañado por los nuevos colaboracionistas del ebrardismo). Un apunte final sobre el tema: la propuesta que pronto será puesta a discusión permitiría la relección inmediata de gobernadores interinos o sustitutos, y cancela la autodeterminación de esas comunidades, en especial los usos y costumbres con los que designan a sus autoridades.... ¡Hasta mañana!
EPN da el sí
Releccionismo avanza
Julio Hernández López / Astillero
Comprensibles problemas técnicos impidieron a un resplandeciente guía de turistas extranjeros incluir en The royal tour las escenas más recientes del deporte extremo que significa vivir en México. Muy con- tento y especialmente decidido a invitar al mundo entero a visitar el emocionante país de las ejecuciones y su constante exhibición pública, el agente promotor Calderón discurría en Nueva York, entre lujos, honores y reflectores, mientras en Veracruz eran arrojados en las inmediaciones de una importante y concurrida plaza comercial de Boca del Río cuando menos 35 cadáveres de presuntos zetas, luego de que un día antes, en otra operación digna de rodajes de acción en inglés, se había concedido la libertad sincronizada de tres penales casi el mismo número de delincuentes.
Veracruz en llamas, con un gobernador priísta, Javier Duarte, escondido entre sus declaraciones demagógicas, represor de tuiteros mientras los verdaderos delincuentes siguen impunes, velador de intereses de Fidel Herrera y uno más de los mandatarios estatales que no pueden ni siquiera con las apariencias propias del cargo.
Sabido es que documentales alegres como el estelarizado por el aventurero Calderón requieren mucha anticipación para ser filmados y editados, así que obviamente tampoco se pudieron insertar escenas del campamento para entrenamiento de narcotraficantes en Nuevo León, ni las desapariciones recientes de personas en carreteras de Tamaulipas y Nuevo León, ni los ataques masivos en Zacatecas. En cambio, la pupila de los mexicanos en vilo podrá deleitarse con las osadas intervenciones del superhéroe Calderón, que dedicó tiempo y recursos públicos para mostrarse como ejecutante de suertes deportivas peligrosas, siempre protegido por los equipos reglamentarios y las fuerzas militares que por ley le acompañan en todos sus viajes.
Otro escenario de belleza política intocable, The copete tour, fue admirado por los mexicanos en el canal 2 de Televisa, adonde concurrió el ex gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto para cumplir con un negociado reality show, en el que fingió ser llevado a revelar lo que todo México sabía pero él se resistía a aceptar si no era ante el oficial del registro comicial, Joaquín López Dóriga: ¡Sí, acepto!, dijo con otras palabras el virtual candidato presidencial priísta al formalizar su relación con Televisa, a la que durante seis años entregó arras aunque hasta la noche de este lunes fue impuesto el lazo electoral que pretende, vestidos de impensable blanco los contrayentes, sostener otro matrimonio de conveniencia por seis años federales, hasta que la facturación los separe.
No hubo, en el infomercial del presunto destape por todos tan sabido, preguntas o planteamientos que produjeran incomodidad en el encopetado contrayente que, por otra parte, se mostró tan soso y acartonado en su alocución convenida que por razones estrictamente técnicas bien haría su casa electrónica en enviarlo a algunos cursos básicos en las academias de preparación telenovelera que sostiene. Sin contenido, valido de frases y rutinas explicativas menores, incapaz de presentar alguna propuesta política o ideológica trascendente, atenido a la fuerza del sindicato de gobernadores del que, por ejemplo, forma parte destacada el veracruzano Javier Duarte, Peña Nieto se mostró en esa boda televisada como un personaje fabricado, insustancial y meramente estético, como lo vio Silvana Paternostro en una viñeta que hizo para The Atlantic, en j.mp/qwHm1p titulada Beauty and the beast y que Luis Martín Ángeles tradujo en j.mp/odEDeo al español. Belleza y bestialidad en el México de las élites plácidas y la sociedad sometida a la cruel ley de la selva.
En otro tema, una mezcolanza derechista de académicos progubernamentales panistas con línea de Los Pinos y perredistas asociados a Ebrard han logrado que en la Cámara de Diputados avance la engañifa de una relección acotada bajo la siguiente propuesta que habrá de ser analizada y votada en las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Gobernación, para luego pasar al pleno: Limitar la posibilidad de relección inmediata, en el caso de los senadores, a solamente un periodo adicional, mientras que los diputados, federales y locales, podrían ser relectos hasta por dos periodos adicionales.
Tal es la fórmula que está siendo apoyada por las bancadas de PAN, Panal y Verde Ecologista con la oposición del PRI peñanietista en el plano federal pero en favor en los congresos estatales, donde sus gobernadores se atrincheran. En contra se han manifestado diputados del PT y algunos del PRD que militan en Izquierda Democrática Nacional, pero, a pesar de que existe un resolutivo del Consejo Nacional del sol azteca que ordenó votar en contra de la relección, el grupo ebrardista en San Lázaro trabaja en favor de esas novedades, específicamente el coordinador, Armando Ríos Piter (que no actúa sin recibir indicaciones del GDF), Guadalupe Acosta Naranjo (¿también apoya la relección presidencial?), Vidal Llerenas Morales, Uriel López Paredes y Arturo Santana.
La exposición de motivos que acompaña la propuesta de relección acotada pinta un mundo de evolución democrática en México, al que falta conceder a los legisladores la oportunidad de seguir en el cargo si demuestran a sus votantes que han cumplido bien el encargo. El fraseo que algunas voces académicas reproducen en radio y televisión es tomado como sustento para asegurar que con la relección habrá un vínculo más estrecho con sus electores, mayor responsabilidad y profesionalismo de los representantes populares.
Como ya se ha dicho, relección sin revocación es un dulce cuento derechista de presunta democracia (acompañado por los nuevos colaboracionistas del ebrardismo). Un apunte final sobre el tema: la propuesta que pronto será puesta a discusión permitiría la relección inmediata de gobernadores interinos o sustitutos, y cancela la autodeterminación de esas comunidades, en especial los usos y costumbres con los que designan a sus autoridades.... ¡Hasta mañana!
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