2012: ¿Narcoelecciones?

Itinerario Político / Ricardo Alemán

¿Qué debemos entender, cuando un ciudadano como Julio César Godoy, compite como candidato a diputado federal por Michoacán, gana la elección, rinde protesta como representante popular y, a pesar de todo, se comprueba que pertenece al cártel mafioso de “La Familia”?

¿Qué entender cuando líderes del PAN y del PVEM en Michoacán, declaran que no presentarán candidatos a puestos de elección popular en 21 municipios de esa entidad, porque el crimen organizado y el narcotráfico les mandaron decir que se cuiden, que esas son plazas
intocables?.

¿Qué suponer, cuando en 2009, el ciudadano Saúl Solís Solís es postulado por el PVEM como candidato a diputado federal, por Michoacán y, en septiembre de 2011 aparece como líder de la banda criminal “Los Templarios”, en donde es conocido con el alias de “El Lince”, además de liderar una plaza criminal?.

Lo que resulta indudable es que se ha probado, en más de un caso, que presuntos criminales y narcotraficantes se meten a la política partidista, a los cargos de elección popular y al Congreso “como Pedro por su casa” –sea como diputados locales, federales, alcaldes o regidores–, y a nadie parece importarle; a ninguna autoridad, ningún partido, ninguno de los árbitros locales y/o federales son capaces de hacer algo para impedir esa irregularidad.

Con la cauda de ejemplos anteriores –que prueban que las bandas criminales se han metido en la política michoacana–, nada dice el gobierno de Leonel Godoy, tampoco los líderes de los principales partidos locales, menos los candidatos al Gobierno estatal, a alcaldes y diputados. Y no se digan las autoridades electorales locales y/o federales. Por eso obliga la pregunta.

¿Cuántos candidatos, partidos políticos, líderes o integrantes de la clase política michoacana, están metidos en el círculo del crimen y el narcotráfico?. ¿Quién puede meter las manos al fuego por el proceso electoral de Michoacán, en donde el 13 de noviembre se elegirá gobernador, alcaldes y diputados locales?. ¿Quién será capaz de garantizar que esa elección estará exenta de la influencia de las bandas del crimen y de certificar que todos los aspirantes a puestos de elección popular están limpios?.

La dolorosa respuesta a todas las interrogantes anteriores, es que en importantes regiones de Michoacán será imposible que se lleven a cabo elecciones tranquilas, libres, creíbles, y sin la influencia de terceros. Y es que en regiones bien identificadas de Michoacán, no es posible realizar encuestas, desplegar propaganda, repartir información, a riesgo de ser secuestrado, identificado con una banda criminal rival, o desaparecido. ¿Qué certeza, validez y legitimidad tendrá el voto en regiones en donde toda una población se manifiesta a favor de “Los Caballeros Templarios”.

Todo lo anterior es en Michoacán. Pero dentro de nueve meses y 10 días, habrá elecciones federales en todo el país; incluidas entidades como la violenta Chihuahua, la ingobernable Ciudad Juárez; en Tamaulipas, convertida en reino del crimen, y en donde nadie ha aclarado el crimen del candidato presidencial; en la históricamente insegura Sinaloa, en donde matan periodistas a placer, sin que el Gobierno estatal diga ni pío; en el nuevo teatro criminal en que se ha convertido Veracruz, en donde los criminales tienen “la cachaza” de tirar 35 cuerpos en la Zona Dorada de Boca del Río, a horas de que allí se lleve a cabo la reunión de Procuradores de Justicia de todo el país.

¿Quién será el valiente que se atreva a decir –además de los dislates del presidente del IFE, Leonardo Valdés–, que las elecciones federales, estatales y municipales de julio de 2012, serán seguras, que no estarán en riesgo y no serán afectadas por la influencia del crimen organizado y el narcotráfico?.

También en las elecciones federales existirán estados completos, regiones enteras del país, en donde los candidatos presidenciales, a gobiernos estatales y/o municipales, no podrán entrar. Y la razón la conocen todos; porque ya es imposible ocultar o negar la presencia y la influencia de las bandas criminales, en todas las actividades sociales. Incluidas, claro, las elecciones locales y federales. Y si no, al tiempo.

EN EL CAMINO

El presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Chuayffet, canceló por falta de quórum la comparecencia del titular de Hacienda, José Antonio Meade, y regañó a los faltistas. “nada es superior a su responsabilidad constitucional de asistir a las sesiones”, les dijo. ¿Y adivine usted cuántos le hicieron caso?.

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