Jorge Diaz
Haciendo a un lado toda la parafernalia que ha venido acompañando los amagues del Secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, en relación a sus intenciones de postularse como candidato del PAN a la presidencia de la república, se le presenta una oportunidad de oro para ganarse simpatías entre los de a pie para, efectivamente, tener posibilidades de ser competitivo a la hora de su candidatura formal por ese partido (en caso de darse).
Precisamente la forma en la que se resuelven las situaciones que más agobian a los que menos tienen, es donde se ve la estatura de quienes aspiran a ser líderes de una nación.
Desgraciadamente, la situación económica mundial empeora desde la semana pasada. Tanto en Europa como en Estados Unidos, se sufren las consecuencias de un endeudamiento que los está llevando a una encrucijada difícil de remediar. Los mercados temerosos, reaccionan de manera tal, que ponen al resto del mundo en jaque.
Y México no es la excepción, por lo que los mexicanos esperamos -más que nunca- un tino absoluto a la hora de tomar decisiones en la materia por parte de nuestras autoridades.
Esperando que en esta ocasión, las declaraciones de Cordero no sean lo nefastas que han sido en otras ocasiones, me permito anotar lo que el Secretario ha manifestado en torno a la amenaza que ronda nuestra economía:
“México está preparado para hacer frente a la volatilidad en los mercados tras el recorte de la nota crediticia de Estados Unidos, sin embargo el impacto no será ningún catarrito”. Lo que entiendo que el Secretario quiso decir fue: Si bien México resentirá los embates de esta crisis, no será una catástrofe para los bolsillos de las familias mexicanas. Va a apretar, más no a ahorcar.
Y agregó que: “Se mantiene el pronóstico oficial de un crecimiento del 4.3 por ciento para la economía mexicana en el 2011”. O sea que: No se verán seriamente afectadas la inversión, la generación de empleos y el poder adquisitivo de los mexicanos entre otras cosas, de otra manera no se entendería cómo se mantendría el pronóstico de crecimiento. Según Cordero, México cuenta con suficientes reservas internacionales, lo que nos hará fuertes para que los jefes de familia no pasen más aprietos de los que ya sufren.
¿Por qué insisto en las familias y no en los índices macroeconómicos? Porque al final lo que importa a la mayoría de los mexicanos es la economía familiar, sin eso señor Cordero, no habrá votos.
Que conste señor Secretario, si quiere ser presidente, demuéstrelo cumpliendo a cabalidad con lo que dijo y teniendo siempre en cuenta la economía familiar, la de los individuos que luchan diariamente por llevar un peso a la casa y así habrá quienes no duden en votar por Usted. De lo contrario, quedará en el peor de los ridículos y su credibilidad será nula.
Acuérdese que todo lo que diga será usado en su contra… al menos en esta columna.
Haciendo a un lado toda la parafernalia que ha venido acompañando los amagues del Secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, en relación a sus intenciones de postularse como candidato del PAN a la presidencia de la república, se le presenta una oportunidad de oro para ganarse simpatías entre los de a pie para, efectivamente, tener posibilidades de ser competitivo a la hora de su candidatura formal por ese partido (en caso de darse).
Precisamente la forma en la que se resuelven las situaciones que más agobian a los que menos tienen, es donde se ve la estatura de quienes aspiran a ser líderes de una nación.
Desgraciadamente, la situación económica mundial empeora desde la semana pasada. Tanto en Europa como en Estados Unidos, se sufren las consecuencias de un endeudamiento que los está llevando a una encrucijada difícil de remediar. Los mercados temerosos, reaccionan de manera tal, que ponen al resto del mundo en jaque.
Y México no es la excepción, por lo que los mexicanos esperamos -más que nunca- un tino absoluto a la hora de tomar decisiones en la materia por parte de nuestras autoridades.
Esperando que en esta ocasión, las declaraciones de Cordero no sean lo nefastas que han sido en otras ocasiones, me permito anotar lo que el Secretario ha manifestado en torno a la amenaza que ronda nuestra economía:
“México está preparado para hacer frente a la volatilidad en los mercados tras el recorte de la nota crediticia de Estados Unidos, sin embargo el impacto no será ningún catarrito”. Lo que entiendo que el Secretario quiso decir fue: Si bien México resentirá los embates de esta crisis, no será una catástrofe para los bolsillos de las familias mexicanas. Va a apretar, más no a ahorcar.
Y agregó que: “Se mantiene el pronóstico oficial de un crecimiento del 4.3 por ciento para la economía mexicana en el 2011”. O sea que: No se verán seriamente afectadas la inversión, la generación de empleos y el poder adquisitivo de los mexicanos entre otras cosas, de otra manera no se entendería cómo se mantendría el pronóstico de crecimiento. Según Cordero, México cuenta con suficientes reservas internacionales, lo que nos hará fuertes para que los jefes de familia no pasen más aprietos de los que ya sufren.
¿Por qué insisto en las familias y no en los índices macroeconómicos? Porque al final lo que importa a la mayoría de los mexicanos es la economía familiar, sin eso señor Cordero, no habrá votos.
Que conste señor Secretario, si quiere ser presidente, demuéstrelo cumpliendo a cabalidad con lo que dijo y teniendo siempre en cuenta la economía familiar, la de los individuos que luchan diariamente por llevar un peso a la casa y así habrá quienes no duden en votar por Usted. De lo contrario, quedará en el peor de los ridículos y su credibilidad será nula.
Acuérdese que todo lo que diga será usado en su contra… al menos en esta columna.
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