Santiago Creel uno de los afectados por secuelas del Casino Royale

Un aspirante a la candidatura presidencial saldrá bastante raspado con el casino Royale. En efecto, se trata de Santiago Creel. El senador con licencia es reconocido abiertamente como el funcionario que, como secretario de Gobernación en la administración de Vicente Fox, abrió las puertas de par en par para que entraran los casinos a México. Creel no ha podido quitarse de encima, aún antes de la tragedia en Monterrey la semana pasada, que entregó más de 60 licencias de apertura de casinos a importantes intereses económicos en el país, y aunque no fue el primer funcionario que autorizó su operación, sí se le da la tarjeta de identidad de la apertura del juego en México. Lo que sucedió en el casino Royale lo golpea de la manera más inesperada e inoportuna, y hay que esperar las próximas mediciones de tendencias electorales para corroborar si el votante transfirió la indignación del hecho a su preferencia de voto. Los panistas rebeldes, como Creel, salen mal librados de este trágico episodio. El otro se llama Fernando Larrazábal, el presidente municipal de Monterrey, quien cobijó los casinos, o al menos el Royale, pese a no tener ni manuales de emergencia ni estar en regla con sus permisos. Larrazábal es uno de los panistas más opuestos al presidente Felipe Calderón, en forma beligerante y militante en contra de sus intereses.

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