Salvador García Soto
Sin resolver aún el desenlace del proceso panista para elegir candidato al 2012 —con la incógnita abierta de si le va a crecer Ernesto Cordero o tendrá que apoyar a Josefina Vázquez Mota—, el presidente Felipe Calderón comenzó ya a operar para tratar de influir en los comicios presidenciales del próximo año, con una apuesta clara y contundente: impedir el regreso del PRI a Los Pinos.
A Calderón se le ve más preocupado y ocupado en que no gane el PRI que en obtener la victoria del PAN, y trabaja principalmente en golpear y debilitar los activos priístas para tratar de asegurarse de que no será él el presidente panista que le devolvió el poder a los tricolores.
El ejemplo más reciente es la dura campaña contra Humberto Moreira y el escandaloso endeudamiento del Gobierno de Coahuila. El expediente con que el PAN denunció penalmente a Moreira por falsificación de documentos salió de la Secretaría de Hacienda junto a más documentación contra el dirigente del PRI. Fue Hacienda la que obtuvo los documentos apócrifos con los que supuestamente el Gobierno coahuilense engañó a los bancos para que le autorizaran al menos 3 mil millones de crédito que no estaba facultado a ejercer por el Congreso local ni se había notificado a la SHCP de esa deuda.
Pero otros elementos demuestran el activismo presidencial. Por ejemplo, con la decisión de eliminar totalmente el impuesto federal de la tenencia vehicular en 2012, Calderón no sólo cumplió tardíamente una promesa que fue de su campaña. También les puso una trampa a los gobernadores del país, a todos, pero con especial dedicatoria a los priístas: ¿quieren los miles de millones de pesos que les daba la tenencia? Aprueben un impuesto local.
Calderón sabía dos cosas al tomar esa decisión: que el grueso de los gobiernos estatales tenían en la tenencia su mayor fuente de ingresos propios, es decir, que no dependen del Gobierno federal ni son fiscalizados desde el centro, y que muy pocos gobernantes estatales asumirían el costo de poner un nuevo impuesto local en un año de elecciones federales y algunas locales.
Y ahí está el cálculo electoral del Presidente: al eliminar los ingresos de tenencia a los estados también se cierra la mayor llave de dinero público utilizada por los mandatarios locales para operar en campañas y elecciones. Es decir, que los 17 gobernadores del PRI que operarían en una elección a favor del candidato priísta estarían amarrados de manos y sin los mismos recursos para meterse a las campañas. Ese es el fondo del pleito por el presupuesto que comienza y la razón por la que el PRI y sus gobernadores piden cambiar la coordinación fiscal para dar a estados 25% de los recursos federales y no el 20% actual.
A quienes piensan que las elecciones de 2012 ya están definidas y que el puntero en las encuestas —léase Enrique Peña Nieto— ya casi es presidente bien les haría no perder de vista a un mandatario que está en campaña, que sabe operar electoralmente, que tiene de su lado el poder y la estructura, que ya ganó una elección a contracorriente, y que es tan autocrático y duro en su ejercicio del poder como los más conspicuos presidentes de la era priísta: se llama Felipe Calderón.
NOTAS INDISCRETAS… El primer duelo entre Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador lo ganó el jefe de Gobierno del DF. Con la encuesta como método de elección del candidato del PRD, Ebrard se anota una batalla, pero no ha ganado aún la guerra. AMLO aceptó la propuesta ebrardista negociada por “Los Chuchos”, pero a cambio pidió que el PRD le dé el control de 100 distritos estratégicos para su Morena, y el tabasqueño deslizó algo interesante: que en la encuesta no sólo participen él y Marcelo, sino que se incluya a “candidatos ciudadanos” como Juan Ramón de la Fuente. Y es que sabe Andrés Manuel que entre más aspirantes, sobre todo con perfil ciudadano, más se diluye Ebrard y se puede fortalecer él. Así que por ahora, punto para Ebrard, sólo por ahora… Dos perlas en Twitter el fin de semana: la primera del gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo, quien con el nombre de @betoborge retuiteó un mensaje del diputado priísta Héctor Pablo Ramírez, y escribió el mandatario lo siguiente: “Amigo @hectorpablo_ en Venezuela el Programa ‘Alooo Presidente’ y en nuestro País el Programa como se llama?/ Saluuu Presidente!”. ¿El gobernador sabe algo o habla al tanteo? La segunda perla tuitera fue del presidente Felipe Calderón, quien el sábado 20 subió a su cuenta @FelipeCalderon lo ocurrido en Torreón: “Disparos afuera del estadio del Santos provoca pánico en el partido Santos-Morelia. La situación está bajo control. No hubo víctimas fatales”. El problema es que el Presidente subió su mensaje a las 23:54 horas de ese sábado, es decir, cuatro horas después de los hechos. O el Presidente tardó en enterarse o de plano estuvo muy buena la fiesta de cumpleaños en Los Pinos ese sábado… En el PRI circula un chiste: ¿Dónde anda Moreira? Anda en Saltillo, pero de mata… Los dados mandan Escalera. Pinta bien la semana.
Sin resolver aún el desenlace del proceso panista para elegir candidato al 2012 —con la incógnita abierta de si le va a crecer Ernesto Cordero o tendrá que apoyar a Josefina Vázquez Mota—, el presidente Felipe Calderón comenzó ya a operar para tratar de influir en los comicios presidenciales del próximo año, con una apuesta clara y contundente: impedir el regreso del PRI a Los Pinos.
A Calderón se le ve más preocupado y ocupado en que no gane el PRI que en obtener la victoria del PAN, y trabaja principalmente en golpear y debilitar los activos priístas para tratar de asegurarse de que no será él el presidente panista que le devolvió el poder a los tricolores.
El ejemplo más reciente es la dura campaña contra Humberto Moreira y el escandaloso endeudamiento del Gobierno de Coahuila. El expediente con que el PAN denunció penalmente a Moreira por falsificación de documentos salió de la Secretaría de Hacienda junto a más documentación contra el dirigente del PRI. Fue Hacienda la que obtuvo los documentos apócrifos con los que supuestamente el Gobierno coahuilense engañó a los bancos para que le autorizaran al menos 3 mil millones de crédito que no estaba facultado a ejercer por el Congreso local ni se había notificado a la SHCP de esa deuda.
Pero otros elementos demuestran el activismo presidencial. Por ejemplo, con la decisión de eliminar totalmente el impuesto federal de la tenencia vehicular en 2012, Calderón no sólo cumplió tardíamente una promesa que fue de su campaña. También les puso una trampa a los gobernadores del país, a todos, pero con especial dedicatoria a los priístas: ¿quieren los miles de millones de pesos que les daba la tenencia? Aprueben un impuesto local.
Calderón sabía dos cosas al tomar esa decisión: que el grueso de los gobiernos estatales tenían en la tenencia su mayor fuente de ingresos propios, es decir, que no dependen del Gobierno federal ni son fiscalizados desde el centro, y que muy pocos gobernantes estatales asumirían el costo de poner un nuevo impuesto local en un año de elecciones federales y algunas locales.
Y ahí está el cálculo electoral del Presidente: al eliminar los ingresos de tenencia a los estados también se cierra la mayor llave de dinero público utilizada por los mandatarios locales para operar en campañas y elecciones. Es decir, que los 17 gobernadores del PRI que operarían en una elección a favor del candidato priísta estarían amarrados de manos y sin los mismos recursos para meterse a las campañas. Ese es el fondo del pleito por el presupuesto que comienza y la razón por la que el PRI y sus gobernadores piden cambiar la coordinación fiscal para dar a estados 25% de los recursos federales y no el 20% actual.
A quienes piensan que las elecciones de 2012 ya están definidas y que el puntero en las encuestas —léase Enrique Peña Nieto— ya casi es presidente bien les haría no perder de vista a un mandatario que está en campaña, que sabe operar electoralmente, que tiene de su lado el poder y la estructura, que ya ganó una elección a contracorriente, y que es tan autocrático y duro en su ejercicio del poder como los más conspicuos presidentes de la era priísta: se llama Felipe Calderón.
NOTAS INDISCRETAS… El primer duelo entre Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador lo ganó el jefe de Gobierno del DF. Con la encuesta como método de elección del candidato del PRD, Ebrard se anota una batalla, pero no ha ganado aún la guerra. AMLO aceptó la propuesta ebrardista negociada por “Los Chuchos”, pero a cambio pidió que el PRD le dé el control de 100 distritos estratégicos para su Morena, y el tabasqueño deslizó algo interesante: que en la encuesta no sólo participen él y Marcelo, sino que se incluya a “candidatos ciudadanos” como Juan Ramón de la Fuente. Y es que sabe Andrés Manuel que entre más aspirantes, sobre todo con perfil ciudadano, más se diluye Ebrard y se puede fortalecer él. Así que por ahora, punto para Ebrard, sólo por ahora… Dos perlas en Twitter el fin de semana: la primera del gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo, quien con el nombre de @betoborge retuiteó un mensaje del diputado priísta Héctor Pablo Ramírez, y escribió el mandatario lo siguiente: “Amigo @hectorpablo_ en Venezuela el Programa ‘Alooo Presidente’ y en nuestro País el Programa como se llama?/ Saluuu Presidente!”. ¿El gobernador sabe algo o habla al tanteo? La segunda perla tuitera fue del presidente Felipe Calderón, quien el sábado 20 subió a su cuenta @FelipeCalderon lo ocurrido en Torreón: “Disparos afuera del estadio del Santos provoca pánico en el partido Santos-Morelia. La situación está bajo control. No hubo víctimas fatales”. El problema es que el Presidente subió su mensaje a las 23:54 horas de ese sábado, es decir, cuatro horas después de los hechos. O el Presidente tardó en enterarse o de plano estuvo muy buena la fiesta de cumpleaños en Los Pinos ese sábado… En el PRI circula un chiste: ¿Dónde anda Moreira? Anda en Saltillo, pero de mata… Los dados mandan Escalera. Pinta bien la semana.
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