Corderón y Caldero
Ni besos ni abrazos...
¡Que pase el agraciado!
Julio Hernández López / Astillero
Dado que, en caso de prosperar, constituirá la candidatura oficial de un grupo que en 2006 se hizo del poder mediante la abierta intervención del aparato gubernamental y a través de mecanismos de adulteración del proceso electoral, resulta particularmente ominosa la manera en que el calderonismo está construyendo, a marchas forzadas y sin mínimo cuidado de las formas políticas, la postulación presidencial del actual secretario de hacienda, Ernesto Cordero, personaje nada carismático, política e ideológicamente fofo, con facha de estar predispuesto a la manipulación de su jefe actual y con un evidente alto grado de dificultad para ser promocionado como genuina alternativa presidencial para el México de hoy.
Para empezar, Cordero corre en carriles sumamente polémicos, contrario su movimiento a principios éticos pero también susceptible de indagación y eventual castigo en el ámbito de los delitos electorales. Siendo secretario de hacienda, y en ejercicio de recursos públicos para sus traslados, actividades y protección, Ernesto Cordero aprovecha presuntas horas libres para realizar actividades de proselitismo partidista durante sus giras oficiales. Y, en sentido contrario, resta tiempo, atención y capacidad a sus tareas de secretario de hacienda (hoy tan importantes y trascendentes, en razón de la crisis mundial que se vive), por estar pensando y actuando como precandidato presidencial.
A ese evidente conflicto de intereses suma el impensado Cordero la descarada tarea de inflado desde cero que los gobernadores panistas están realizando en sus entidades, utilizando los programas sociales del gobierno federal como gancho persuasivo para llevar gente a los actos del precandidato desconocido, al mejor estilo del peor PRI: cargada, acarreo, tortas y refresco, pase de lista, castigo a los ausentes, funcionarios gubernamentales habilitados como operadores partidistas y dinero público para financiar esos actos. Este sábado le tocó a Guillermo Padrés, el gobernador de Sonora, echar el erario por la ventana para juntarle unas 6 mil personas en Hermosillo al todavía destanteado Cordero. Ayer fue en León donde el mandatario guanajuatense, Juan Manuel Oliva, se encargó de cumplir con las instrucciones centrales de arrimarle miles de presuntos simpatizantes al deslumbrado cachorro de Los Pinos que apenas unas horas después de darse esos baños partidistas se presentó en conferencia de prensa en la ciudad de México, ya habilitado como secretario de hacienda, para exprimir el cargo en términos de imagen personal, anunciando medidas y acciones sin mayor interés que el de posicionarlo como presunto heredero designado del poder felipista, en una cesión escenográfica mediante la cual el jefe formal, Felipe, deja los reflectores al delfín de apellido Cordero.
Contra esas maniobras de la dupla Corderón-Caldero se ha manifestado Santiago Creel, quien ayer fue a San Francisco del Rincón a buscar a su jefe de ayer y hoy, Vicente Fox, para trazar el camino de retorno del esposo de la señora Marta a la política panista, en específico al apoyo de quien fue su secretario de gobernación. Creel ha ido acerando su discurso, señalando una serie de circunstancias negativas que se ajustan a lo que están haciendo Felipe y Ernesto aunque sin citarlos por nombre. Fox y Creel quieren la revancha, pues en 2005 no pudieron quedarse con la postulación panista y debieron dar paso al rezagado Calderón que desde entonces recibió ayuda electoral de las brigadas Gordillo.
En la capital del país, Josefina Vázquez Mota realizó un peculiar informe de labores, enlistando avances logrados en la Cámara de Diputados como si provinieran de su iniciativa personal, siendo que muchos de ellos fueron empujados por PRI y PRD y siendo que el propio papel de la autora de Dios mío, hazme viuda por favor ha sido entre discreto, ausente y falto de compromiso real, atenta más la ex secretaria a no moverse en demasía para no generar olas que pudieran ahogar su hasta ahora imprecisa precandidatura, que igual puede servir para canjear posiciones federales a futuro (como lo hace el gobernador de Jalisco, imposible candidato que junta fichas para canjearlas en el casino 2012) o para ceder el paso a alguna propuesta femenina final del gerente Calderón.
En la vertiente poética de la política, Javier Sicilia encabezó una marcha a Los Pinos y el Senado, en demanda de que no se aprueben las reformas a la Ley de Seguridad Nacional actualmente a discusión. Además, se anunció que esta semana se reanudan los diálogos con el Poder Legislativo y se conminó a la delincuencia del horror a que deponga las armas y deje de actuar con crueldad y odio. En el camino, ese movimiento escuchó un coro proveniente de algunos de quienes participaban en un acto del colectivo No más sangre: ¡Ni besos ni abrazos acaban los balazos!
Astillas
De Laura de América a Felipe de México, en proceso descendente e inverso. En los prefabricados Diálogos consigo mismo (oficialmente denominados Ciudadanos), Calderón dice Que pase el agraciado y los participantes se pelean (es un decir) por felicitar al gran gobierno federal y sus excelentes programas a los cuales encuentran algunos detalles negativos que de inmediato son atendidos por el buen señor de Los Pinos... Santiago Creel dijo el sábado anterior a panistas de Lagos de Moreno que haberle puesto ese nombre al PAN sí tuvo razones gastronómicas. Relató que cuando él tenía trece años preguntó a Manuel Gómez Morín el sentido de las siglas del partido de blanco y azul pero, explicó Creel: Yo era un chamaco, pues no le entendí. Entonces se voltea y me dice: se me hace que no me estás entendiendo verdad; y le dije, don Manuel, no le entiendo y me dijo: Te lo voy a explicar de otra manera, le pusimos PAN al PAN porque México tiene mucha hambre (http://j.mp/qU1ED5 )... Y, mientras Cuauhtémoc Cárdenas asegura que el gobierno actual entregó el país a Estados Unidos, ¡hasta mañana, en espera de los siguientes diálogos del carrusel, dentro de dos semanas con Carpizo-UNAM!
Ni besos ni abrazos...
¡Que pase el agraciado!
Julio Hernández López / Astillero
Dado que, en caso de prosperar, constituirá la candidatura oficial de un grupo que en 2006 se hizo del poder mediante la abierta intervención del aparato gubernamental y a través de mecanismos de adulteración del proceso electoral, resulta particularmente ominosa la manera en que el calderonismo está construyendo, a marchas forzadas y sin mínimo cuidado de las formas políticas, la postulación presidencial del actual secretario de hacienda, Ernesto Cordero, personaje nada carismático, política e ideológicamente fofo, con facha de estar predispuesto a la manipulación de su jefe actual y con un evidente alto grado de dificultad para ser promocionado como genuina alternativa presidencial para el México de hoy.
Para empezar, Cordero corre en carriles sumamente polémicos, contrario su movimiento a principios éticos pero también susceptible de indagación y eventual castigo en el ámbito de los delitos electorales. Siendo secretario de hacienda, y en ejercicio de recursos públicos para sus traslados, actividades y protección, Ernesto Cordero aprovecha presuntas horas libres para realizar actividades de proselitismo partidista durante sus giras oficiales. Y, en sentido contrario, resta tiempo, atención y capacidad a sus tareas de secretario de hacienda (hoy tan importantes y trascendentes, en razón de la crisis mundial que se vive), por estar pensando y actuando como precandidato presidencial.
A ese evidente conflicto de intereses suma el impensado Cordero la descarada tarea de inflado desde cero que los gobernadores panistas están realizando en sus entidades, utilizando los programas sociales del gobierno federal como gancho persuasivo para llevar gente a los actos del precandidato desconocido, al mejor estilo del peor PRI: cargada, acarreo, tortas y refresco, pase de lista, castigo a los ausentes, funcionarios gubernamentales habilitados como operadores partidistas y dinero público para financiar esos actos. Este sábado le tocó a Guillermo Padrés, el gobernador de Sonora, echar el erario por la ventana para juntarle unas 6 mil personas en Hermosillo al todavía destanteado Cordero. Ayer fue en León donde el mandatario guanajuatense, Juan Manuel Oliva, se encargó de cumplir con las instrucciones centrales de arrimarle miles de presuntos simpatizantes al deslumbrado cachorro de Los Pinos que apenas unas horas después de darse esos baños partidistas se presentó en conferencia de prensa en la ciudad de México, ya habilitado como secretario de hacienda, para exprimir el cargo en términos de imagen personal, anunciando medidas y acciones sin mayor interés que el de posicionarlo como presunto heredero designado del poder felipista, en una cesión escenográfica mediante la cual el jefe formal, Felipe, deja los reflectores al delfín de apellido Cordero.
Contra esas maniobras de la dupla Corderón-Caldero se ha manifestado Santiago Creel, quien ayer fue a San Francisco del Rincón a buscar a su jefe de ayer y hoy, Vicente Fox, para trazar el camino de retorno del esposo de la señora Marta a la política panista, en específico al apoyo de quien fue su secretario de gobernación. Creel ha ido acerando su discurso, señalando una serie de circunstancias negativas que se ajustan a lo que están haciendo Felipe y Ernesto aunque sin citarlos por nombre. Fox y Creel quieren la revancha, pues en 2005 no pudieron quedarse con la postulación panista y debieron dar paso al rezagado Calderón que desde entonces recibió ayuda electoral de las brigadas Gordillo.
En la capital del país, Josefina Vázquez Mota realizó un peculiar informe de labores, enlistando avances logrados en la Cámara de Diputados como si provinieran de su iniciativa personal, siendo que muchos de ellos fueron empujados por PRI y PRD y siendo que el propio papel de la autora de Dios mío, hazme viuda por favor ha sido entre discreto, ausente y falto de compromiso real, atenta más la ex secretaria a no moverse en demasía para no generar olas que pudieran ahogar su hasta ahora imprecisa precandidatura, que igual puede servir para canjear posiciones federales a futuro (como lo hace el gobernador de Jalisco, imposible candidato que junta fichas para canjearlas en el casino 2012) o para ceder el paso a alguna propuesta femenina final del gerente Calderón.
En la vertiente poética de la política, Javier Sicilia encabezó una marcha a Los Pinos y el Senado, en demanda de que no se aprueben las reformas a la Ley de Seguridad Nacional actualmente a discusión. Además, se anunció que esta semana se reanudan los diálogos con el Poder Legislativo y se conminó a la delincuencia del horror a que deponga las armas y deje de actuar con crueldad y odio. En el camino, ese movimiento escuchó un coro proveniente de algunos de quienes participaban en un acto del colectivo No más sangre: ¡Ni besos ni abrazos acaban los balazos!
Astillas
De Laura de América a Felipe de México, en proceso descendente e inverso. En los prefabricados Diálogos consigo mismo (oficialmente denominados Ciudadanos), Calderón dice Que pase el agraciado y los participantes se pelean (es un decir) por felicitar al gran gobierno federal y sus excelentes programas a los cuales encuentran algunos detalles negativos que de inmediato son atendidos por el buen señor de Los Pinos... Santiago Creel dijo el sábado anterior a panistas de Lagos de Moreno que haberle puesto ese nombre al PAN sí tuvo razones gastronómicas. Relató que cuando él tenía trece años preguntó a Manuel Gómez Morín el sentido de las siglas del partido de blanco y azul pero, explicó Creel: Yo era un chamaco, pues no le entendí. Entonces se voltea y me dice: se me hace que no me estás entendiendo verdad; y le dije, don Manuel, no le entiendo y me dijo: Te lo voy a explicar de otra manera, le pusimos PAN al PAN porque México tiene mucha hambre (http://j.mp/qU1ED5 )... Y, mientras Cuauhtémoc Cárdenas asegura que el gobierno actual entregó el país a Estados Unidos, ¡hasta mañana, en espera de los siguientes diálogos del carrusel, dentro de dos semanas con Carpizo-UNAM!
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