AFP
Los cateos ilegales se han vuelto una práctica común en México, dijo el viernes en un comunicado la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que ha recibido más de 3,700 quejas por esas acciones desde 2006.
"Este tipo de conductas se ha vuelto común en muchos lugares del país. Del (1 de enero de) 2006 al 31 de mayo de 2011 se registraron más de 3,700 quejas relativas a violaciones a derechos humanos cometidas en cateos", señaló la CNDH, citada por la agencia AFP.
Por esas quejas la CNDH emitió este viernes recomendaciones dirigidas a los secretarios de Gobernación (Interior), Defensa, Marina, Seguridad Pública, a la fiscal general, al fiscal militar, a los gobernadores y fiscales de los 32 estados de México.
"Ante los niveles de inseguridad que vivimos, para la CNDH la persecución del delito y la salvaguarda de la seguridad pública en México son fundamentales en el restablecimiento del orden y la tranquilidad ciudadana; sin embargo, no se justifica que para tal efecto, en dichas actividades se vulneren los derechos de las personas", explica en un comunicado, continuó la agencia.
En su recomendación, la CNDH también dice que ha "observado con suma preocupación que los cateos ilegales constituyen una práctica común de los elementos que integran los diversos cuerpos policiales y las fuerzas armadas en auxilio a las labores de seguridad pública".
El jueves en la madrugada, la vivienda del poeta mexicano Efraín Bartolomé fue allanada por policías durante una operación en el sur de la capital mexicana para buscar a un jefe de sicarios, según informó la familia y la fiscalía del Estado de México (centro), que pidió excusas al escritor.
AFP recordó que el jefe de sicarios fue detenido cerca de la casa del escritor.
'Somos gente de trabajo'
Según ha contado en una crónica el propio Bartolomé, de 60 años --citado por la agencia EFE--, los agentes derribaron a patadas y golpes con las culatas de sus fusiles la puerta de su hogar, en el barrio de Torres de Padierna.
Una vez en el interior, los policías, vestidos de negro, con pasamontañas y armados con fusiles de asalto, obligaron a la pareja a tirarse al piso y les exigieron revelar "dónde tenían las armas".
"Aquí no hay armas, señor, somos gente de trabajo", respondió Bartolomé a quien los interrogaba. Tras escuchar los nombres y profesión de la pareja, el policía le dijo: "Tranquilos. Respiren profundo... Voy a verificar los datos", citó EFE.
La CNDH pide a "las instituciones encargadas de prevenir e investigar los delitos actúen sometidas al imperio de la ley y sean garantes de la observancia de la legalidad y del debido procero, así como del respeto a los derechos a la libertad, intimidad y provacidad", citó por su parte el periódico mexicano El Universal.
En diciembre de 2006 el gobierno mexicano puso en marcha un operativo en varios puntos del país para combatir el narcotráfico, en el que participan más de 50 mil militares y miles de policías federales, una estrategia reiteradamente criticada por defensores de derechos humanos.
Las pugnas entre narcotraficantes y los operativos han dejado un saldo de más de 41 mil personas muertas desde que se puso en marcha el operativo, según cifras oficiales y conteos de prensa.
Los cateos ilegales se han vuelto una práctica común en México, dijo el viernes en un comunicado la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que ha recibido más de 3,700 quejas por esas acciones desde 2006.
"Este tipo de conductas se ha vuelto común en muchos lugares del país. Del (1 de enero de) 2006 al 31 de mayo de 2011 se registraron más de 3,700 quejas relativas a violaciones a derechos humanos cometidas en cateos", señaló la CNDH, citada por la agencia AFP.
Por esas quejas la CNDH emitió este viernes recomendaciones dirigidas a los secretarios de Gobernación (Interior), Defensa, Marina, Seguridad Pública, a la fiscal general, al fiscal militar, a los gobernadores y fiscales de los 32 estados de México.
"Ante los niveles de inseguridad que vivimos, para la CNDH la persecución del delito y la salvaguarda de la seguridad pública en México son fundamentales en el restablecimiento del orden y la tranquilidad ciudadana; sin embargo, no se justifica que para tal efecto, en dichas actividades se vulneren los derechos de las personas", explica en un comunicado, continuó la agencia.
En su recomendación, la CNDH también dice que ha "observado con suma preocupación que los cateos ilegales constituyen una práctica común de los elementos que integran los diversos cuerpos policiales y las fuerzas armadas en auxilio a las labores de seguridad pública".
El jueves en la madrugada, la vivienda del poeta mexicano Efraín Bartolomé fue allanada por policías durante una operación en el sur de la capital mexicana para buscar a un jefe de sicarios, según informó la familia y la fiscalía del Estado de México (centro), que pidió excusas al escritor.
AFP recordó que el jefe de sicarios fue detenido cerca de la casa del escritor.
'Somos gente de trabajo'
Según ha contado en una crónica el propio Bartolomé, de 60 años --citado por la agencia EFE--, los agentes derribaron a patadas y golpes con las culatas de sus fusiles la puerta de su hogar, en el barrio de Torres de Padierna.
Una vez en el interior, los policías, vestidos de negro, con pasamontañas y armados con fusiles de asalto, obligaron a la pareja a tirarse al piso y les exigieron revelar "dónde tenían las armas".
"Aquí no hay armas, señor, somos gente de trabajo", respondió Bartolomé a quien los interrogaba. Tras escuchar los nombres y profesión de la pareja, el policía le dijo: "Tranquilos. Respiren profundo... Voy a verificar los datos", citó EFE.
La CNDH pide a "las instituciones encargadas de prevenir e investigar los delitos actúen sometidas al imperio de la ley y sean garantes de la observancia de la legalidad y del debido procero, así como del respeto a los derechos a la libertad, intimidad y provacidad", citó por su parte el periódico mexicano El Universal.
En diciembre de 2006 el gobierno mexicano puso en marcha un operativo en varios puntos del país para combatir el narcotráfico, en el que participan más de 50 mil militares y miles de policías federales, una estrategia reiteradamente criticada por defensores de derechos humanos.
Las pugnas entre narcotraficantes y los operativos han dejado un saldo de más de 41 mil personas muertas desde que se puso en marcha el operativo, según cifras oficiales y conteos de prensa.
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