Raúl Masa / Dirigentes Digital
Que nadie se lleve a engaño ni equívoco, lo que ha sucedido en el Londres y por extensión en el Reino Unido podía haber sucedido en cualquier parte del mundo.
Una de las últimas horas que llegan desde el Reino Unido habla de que la Policía de West Midlands está investigando el posible asesinato de tres hombres atropellados esta noche en Birmingham cuando protegían su barrio de posibles saqueos y disturbios, según informa ‘The Guardian’.
El vandalismo registrado la pasada noche en Birmingham ha ido menguando con respecto al lunes, aunque la ola de violencia se ha extendido a ciudades cercanas. En el caso de que la muerte de estos tres hombres estuviera relacionada con los disturbios, aumentarían a cuatro las víctimas mortales por la violencia de los alborotadores británicos.
Con todos estos datos sobre la mesa cabe hacerse la más profunda de las reflexiones, ¿por qué está sucediendo todo esto?, ¿cuál es la solución? y ¿qué medidas se deben tomar? Al último respecto, las autoridades están barajando la posibilidad de utilizar gas lacrimógeno y cañones de agua. Sin embargo, la utilización de estas medidas acabaría con los 180 años de la política de “fuerza mínima” de la Policía británica.
Por su parte, David Cameron compareció en la jornada de ayer en rueda de prensa para advertir a los alborotadores de que se reforzaría la seguridad en Londres, punto neurálgico de los disturbios, y en cualquier ciudad donde se produjeran altercados de este calibre.
Bien, ya hemos resuelto qué se está haciendo. Aunque tarde y mal, algo se está haciendo. En cuanto a la solución, pasa porque las medidas que se estén adoptando sean eficaces, y que, además, no haya más heridos de los necesarios.
Pero vayamos al punto de partida, ¿por qué ha sucedido todo esto? Sinceramente, no hace falta ser sociólogo ni psicólogo para saber que todo esto sucede porque la sociedad ha pervertido y malinterpretado todos y cada uno de los fundamentos morales y éticos. Puede ser un tópico recurrente, pero es cierto. Se han perdido los valores. No juzgaremos cómo deben ser, pero está claro que salir a la calle a “guerrear” contra todo no es el camino.
Se ha producido una situación bastante curiosa estos días en Reino Unido, y es que se ha ejercido violencia por violencia. Sin más, sin motivación. Puede que todo esté desencadenado por la muerte del chico negro a manos de la policía, o que la situación en ciertos barrios nos la mejor. Pero cuando un grupo de jóvenes encapuchados asalta comercios, destroza mobiliario urbano y propaga el terror, eso no tiene justificación.
Que nadie se lleve a engaño ni equívoco, lo que ha sucedido en el Londres y por extensión en el Reino Unido podía haber sucedido en cualquier parte del mundo.
Una de las últimas horas que llegan desde el Reino Unido habla de que la Policía de West Midlands está investigando el posible asesinato de tres hombres atropellados esta noche en Birmingham cuando protegían su barrio de posibles saqueos y disturbios, según informa ‘The Guardian’.
El vandalismo registrado la pasada noche en Birmingham ha ido menguando con respecto al lunes, aunque la ola de violencia se ha extendido a ciudades cercanas. En el caso de que la muerte de estos tres hombres estuviera relacionada con los disturbios, aumentarían a cuatro las víctimas mortales por la violencia de los alborotadores británicos.
Con todos estos datos sobre la mesa cabe hacerse la más profunda de las reflexiones, ¿por qué está sucediendo todo esto?, ¿cuál es la solución? y ¿qué medidas se deben tomar? Al último respecto, las autoridades están barajando la posibilidad de utilizar gas lacrimógeno y cañones de agua. Sin embargo, la utilización de estas medidas acabaría con los 180 años de la política de “fuerza mínima” de la Policía británica.
Por su parte, David Cameron compareció en la jornada de ayer en rueda de prensa para advertir a los alborotadores de que se reforzaría la seguridad en Londres, punto neurálgico de los disturbios, y en cualquier ciudad donde se produjeran altercados de este calibre.
Bien, ya hemos resuelto qué se está haciendo. Aunque tarde y mal, algo se está haciendo. En cuanto a la solución, pasa porque las medidas que se estén adoptando sean eficaces, y que, además, no haya más heridos de los necesarios.
Pero vayamos al punto de partida, ¿por qué ha sucedido todo esto? Sinceramente, no hace falta ser sociólogo ni psicólogo para saber que todo esto sucede porque la sociedad ha pervertido y malinterpretado todos y cada uno de los fundamentos morales y éticos. Puede ser un tópico recurrente, pero es cierto. Se han perdido los valores. No juzgaremos cómo deben ser, pero está claro que salir a la calle a “guerrear” contra todo no es el camino.
Se ha producido una situación bastante curiosa estos días en Reino Unido, y es que se ha ejercido violencia por violencia. Sin más, sin motivación. Puede que todo esté desencadenado por la muerte del chico negro a manos de la policía, o que la situación en ciertos barrios nos la mejor. Pero cuando un grupo de jóvenes encapuchados asalta comercios, destroza mobiliario urbano y propaga el terror, eso no tiene justificación.
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