Juan Bustillos / Sólo para iniciados
Iniciamos agosto con los demoledores números de la encuesta del periódico Reforma rumbo al 2012.
Si sus números de julio no cambian en lo que resta del año (y no lo dudemos, habrá hechos dramáticos para intentar variarlos), la Presidencia de la República se disputará entre Enrique Peña, Andrés Manuel López Obrador (Marcelo Ebrard) y Santiago Creel o Josefina Vázquez Mota.
El ganador sería el priísta. La ventaja entre primero y segundo lugar es de 18 puntos, y de éste con el tercero es de 12.
Pero los nombres de los candidatos están por verse. Peña Nieto aún debe concluir su gobierno y convencer a su partido de que un buen programa sólo tendrá éxito con un candidato ganador; Creel o Vázquez Mota vencer no a Ernesto Cordero, pero sí a Felipe Calderón; y está por verse si la izquierda camina unida con López Obrador o se divide postulando también a Marcelo.
Cuatro detalles merecen mención:
El repunte de Creel. Si bien en el escenario de sólo tres aspirantes panistas, Josefina Vázquez Mota lo aventaja por uno por ciento; en el de cinco precandidatos, aún existente, el senador supera a la diputada por cuatro.
La permanencia del desaparecido priísta Fidel Herrera con cinco por ciento disputando el segundo lugar a Manlio Fabio Beltrones, muy lejos de Peña Nieto que se ubica en 78 por ciento.
En el PRD, Marcelo avanza y Andrés Manuel retrocede, pero apenas la diferencia es de 39 por ciento.
Y la permanencia de Ernesto Cordero en el sótano no obstante su crecimiento sostenido, en especial en el del escenario de sólo tres aspirantes panistas. Con siete precandidatos, tenía apenas el 2 por ciento; con cinco, siete, pero con tres, 12. La cuestión es que en éste último, Josefina tiene 34 ciento y Santiago 33. En los meses restantes del año necesitará crecer 20 por ciento si pretende estar en la contienda.
Hay escenarios previsibles: con dificultad López Obrador aceptará declinar por Marcelo, así que la izquierda presentará dos candidatos. Al final los priístas se pondrán de acuerdo, vaya primero el programa o el candidato. La pregunta es qué hará el PAN.
La respuesta podría estar en lo ocurrido en los últimos días: gobernadores y presidentes municipales son acarreados a la Ciudad de México para venderles los servicios de un secretario de Hacienda que para apoyarlos mete mano en todos los programas del gobierno federal.
Amor con amor se paga, debe decirles el jefe nacional del panismo Gustavo Madero, como lo reportaron IMPACTO y Reforma el sábado pasado.
Cordero arengó por la noche a los alcaldes panistas: "Que me diga uno de ustedes si arrancó el proceso electoral con una ventaja de 20, 30 puntos; estoy seguro que todos empezaron con una profunda desventaja y poco a poco fueron ganando terreno. Así ganamos en el 2000, así ganamos en el 2006, así ganaron ustedes las presidencias municipales que gobiernan y estoy seguro que así va a ser en el 2012".
Pero por la mañana, a cada presidente municipal le habían dicho que lo bueno que vendrá para ellos en el presupuesto lo deberán, por supuesto, al secretario de Hacienda.
Por eso Creel inició su campaña con un severo cuestionamiento: “Qué bueno que existan las diferencias (con la campaña de Ernesto Cordero) para que así el militante escoja qué quiere..., ¿una campaña desde arriba, dirigida, alineada, de subordinación, de peso de la nómina, o una libre, de militantes independientes, rebeldes, que todavía quieren cambios más profundos, que aceptan una autocrítica y que, estoy convencido, nos van a llevar a la victoria el próximo año?”.
Iniciamos agosto con los demoledores números de la encuesta del periódico Reforma rumbo al 2012.
Si sus números de julio no cambian en lo que resta del año (y no lo dudemos, habrá hechos dramáticos para intentar variarlos), la Presidencia de la República se disputará entre Enrique Peña, Andrés Manuel López Obrador (Marcelo Ebrard) y Santiago Creel o Josefina Vázquez Mota.
El ganador sería el priísta. La ventaja entre primero y segundo lugar es de 18 puntos, y de éste con el tercero es de 12.
Pero los nombres de los candidatos están por verse. Peña Nieto aún debe concluir su gobierno y convencer a su partido de que un buen programa sólo tendrá éxito con un candidato ganador; Creel o Vázquez Mota vencer no a Ernesto Cordero, pero sí a Felipe Calderón; y está por verse si la izquierda camina unida con López Obrador o se divide postulando también a Marcelo.
Cuatro detalles merecen mención:
El repunte de Creel. Si bien en el escenario de sólo tres aspirantes panistas, Josefina Vázquez Mota lo aventaja por uno por ciento; en el de cinco precandidatos, aún existente, el senador supera a la diputada por cuatro.
La permanencia del desaparecido priísta Fidel Herrera con cinco por ciento disputando el segundo lugar a Manlio Fabio Beltrones, muy lejos de Peña Nieto que se ubica en 78 por ciento.
En el PRD, Marcelo avanza y Andrés Manuel retrocede, pero apenas la diferencia es de 39 por ciento.
Y la permanencia de Ernesto Cordero en el sótano no obstante su crecimiento sostenido, en especial en el del escenario de sólo tres aspirantes panistas. Con siete precandidatos, tenía apenas el 2 por ciento; con cinco, siete, pero con tres, 12. La cuestión es que en éste último, Josefina tiene 34 ciento y Santiago 33. En los meses restantes del año necesitará crecer 20 por ciento si pretende estar en la contienda.
Hay escenarios previsibles: con dificultad López Obrador aceptará declinar por Marcelo, así que la izquierda presentará dos candidatos. Al final los priístas se pondrán de acuerdo, vaya primero el programa o el candidato. La pregunta es qué hará el PAN.
La respuesta podría estar en lo ocurrido en los últimos días: gobernadores y presidentes municipales son acarreados a la Ciudad de México para venderles los servicios de un secretario de Hacienda que para apoyarlos mete mano en todos los programas del gobierno federal.
Amor con amor se paga, debe decirles el jefe nacional del panismo Gustavo Madero, como lo reportaron IMPACTO y Reforma el sábado pasado.
Cordero arengó por la noche a los alcaldes panistas: "Que me diga uno de ustedes si arrancó el proceso electoral con una ventaja de 20, 30 puntos; estoy seguro que todos empezaron con una profunda desventaja y poco a poco fueron ganando terreno. Así ganamos en el 2000, así ganamos en el 2006, así ganaron ustedes las presidencias municipales que gobiernan y estoy seguro que así va a ser en el 2012".
Pero por la mañana, a cada presidente municipal le habían dicho que lo bueno que vendrá para ellos en el presupuesto lo deberán, por supuesto, al secretario de Hacienda.
Por eso Creel inició su campaña con un severo cuestionamiento: “Qué bueno que existan las diferencias (con la campaña de Ernesto Cordero) para que así el militante escoja qué quiere..., ¿una campaña desde arriba, dirigida, alineada, de subordinación, de peso de la nómina, o una libre, de militantes independientes, rebeldes, que todavía quieren cambios más profundos, que aceptan una autocrítica y que, estoy convencido, nos van a llevar a la victoria el próximo año?”.
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