La golpeada izquierda mexicana camina tambaleante hacia la elección presidencial de 2012

Dave Graham / Reuters

El izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) de México estaba tan seguro de ganar la elección presidencial del 2006 que desató algo parecido a una revolución cuando perdió, acusando al derechista PAN de haberle robado los comicios.
Ahora, el partido podría tener que unir fuerzas con el mismo PAN (Partido Acción Nacional, al que pertenece el presidente Felipe Calderón) para competir decorosamente con un PRI que, tras perder en el 2000 el poder que ostentó por 71 años, se ha rearmado para el regreso.

Por su parte, el partido de gobierno enfrenta un panorama cuesta arriba para mantenerse en el poder, desgastado por la rampante violencia que sufre el país y que ha dejado más de 40,000 muertos desde que Calderón asumió y lanzó una ofensiva contra los poderosos cárteles del narcotráfico.

Visto en el 2006 como una fuerza de cambio, el izquierdista PRD ha dado más noticia por sus luchas internas que por sus actitudes opositoras al gobierno, abriendo la puerta al retorno del PRI.

Fernando Velázquez, consejero municipal del PRD en el municipio de Nezahualcóyotl, un bastión izquierdista donde este mes el partido sufrió un duro revés en elecciones estatales, dijo que una alianza con el PAN podría darle a la izquierda una posibilidad real en las elecciones generales del 2012.

"Creo que sería un buen equipo", dijo el militante, de 55 años. "El panorama para el PRD no es bueno en este momento".

Cuauhtémoc Cárdenas, fundador del partido y que perdió la presidencia en 1988 en una controvertida elección, dijo que el PRD ha perdido gran parte de su potencial inicial.

"Ha faltado que la dirección del partido le diera una prioridad tanto a la propuesta como al trabajo de recuperar a las bases ciudadanas, que las ha tenido en muchos estados del país", dijo a Reuters.

Y señaló que sólo se podrá recuperar elaborando un plan que ofrezca cómo luchar contra la inestabilidad actual y la extendida pobreza que afecta a la segunda economía de Latinoamérica.

Con el fiero orador Andrés Manuel López Obrador como candidato presidencial, el PRD ganó en el 2006 en la mitad de los estados de la república frente a Calderón, asegurándose una mayoría de votos en lugares como Nezahualcóyotl.

Pero desde entonces, el apoyo a la izquierda en este municipio de un millón de habitantes no ha parado de caer, como un reflejo de lo que pasa en otros bastiones izquierdistas.

PERDIENDO EL CAMINO

El triunfo de Calderón por muy pocos votos, desató una espiral de protestas por parte del PRD en las calles de la capital, así como enfrentamientos en el Congreso. López Obrador se declaró el presidente legítimo de México y denunció fraude.

Por si fuera poco, tiempo después el partido se enfrascó en una controversia entre dos candidatos por la elección para renovar sus autoridades, con lo que en las elecciones intermedias perdió gran parte de sus bancas en la influyente Cámara de Diputados.

Los sondeos le dan a Enrique Peña Nieto, el probable candidato del PRI para la elección presidencial del 2012, una amplia ventaja sobre rivales como López Obrador, quien ha visto dañada su credibilidad. La ley mexicana prohibe la reeleción, así que Calderón está imposibilitado a buscar otro mandato.

Para quedarse con la candidatura del PRD en el 2012, López Obrador deberá enfrentar a su ex protegido Marcelo Ebrard, el alcalde de la Ciudad de México, quien ha sugerido que una alianza con el PAN podría ser necesaria para evitar el regreso del PRI, algo visto por muchos como un retroceso para el país.

Los moderados del PRD dicen que Ebrard tiene más posibilidades de ganarse a los votantes de centro que López Obrador.

Líderes del PAN no han descartado una alianza, pero con el ala dura de la izquierda aún resentida por los resultados del 2006, muchos dudan que la unión sea viable.

"Yo he sido contrario a la alianzas con el PAN (...) Pero si me dice que Acción Nacional va a apoyar al candidato del PRD y al programa del PRD, eso es otra cosa", dijo Cárdenas.

Afuera de las tiendas, estéticas, y talleres de autos ubicados en las largas avenidas de Ciudad Nezahualcóyotl, los votantes comentan cómo el PRI aplastó a sus rivales para ganar la elección de julio en el Estado de México, en el que habitan más de 15 millones de personas.

En el 2006, el PRD ganó el 44 por ciento de los votos en ese estado para la elección presidencial, y el 54 por ciento en Nezahualcóyotl, mientras que el PRI obtuvo el 18 y 26 por ciento respectivamente.

A pesar de la gran pérdida de apoyo del PAN el 3 de julio, el PRD también tuvo graves daños, ganando sólo una quinta parte de los votos en el estado, y menos que una tercera parte en un municipio que alguna vez dominó.

El PRI, cuya larga estancia en el poder los convirtió en sinónimo de corrupción en México, ganó un 63 por ciento de los votos en el estado.

Analistas dicen que todo está por verse, porque los resultados de elecciones locales muchas veces no se reflejan en la elección presidencial.

Sin embargo, la izquierda tendrá que solucionar la interna primero para intentar competir. "En este sentido (así) el PRD tiene pocas posibilidades de ganar", dijo el politólogo Fernando Dworak.

(Traducido por Anahí Rama y Armando César Tovar)

Comentarios