Continúa el mal servicio, con cortes prolongados de electricidad y continuas variaciones de voltaje
La Compañía envía oficios intimidatorios amenazando con embargar bienes de clientes
Israel Rodríguez
En total indefensión se encuentran miles de usuarios de la zona central del país, quienes han sufrido exorbitantes incrementos en las tarifas eléctricas después del decreto presidencial de extinción de Luz y Fuerza del Centro en octubre de 2009.
Con un trato prepotente, altanero y a veces hasta intimidatorio los usuarios son recibidos por personal de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) cuando acuden a aclarar el presunto consumo excesivo de energía eléctrica, denunciaron algunos afectados.
Un muestreo de diversas quejas e inconformidades que presentaron algunos perjudicados ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) documentan aumentos hasta de 114 mil 254 por ciento en sólo tres meses.
Uno de tantos es el de Alejandro Silva, propietario de una pequeña papelería que cubre sus contribuciones fiscales a través del régimen de pequeños contribuyentes (Repecos), ubicada en Insurgentes centro número 96, en la delegación Cuauhtémoc. Silva resume: “Antes pagábamos bimestralmente 700 pesos; después de la desaparición de Luz y Fuerza del Centro se elevaron a 3 mil 651 pesos, y ahora el último recibo con fecha 24 de mayo de 2011, porque no ha llegado el más reciente, trae un saldo a pagar de 799 mil 779 pesos.
En entrevista con La Jornada, Alejandro Silva muestra su recibo de electricidad con número de servicio 979 101 000 652. Su negocio cuenta con dos refrigeradores con certificados del Fide, que los acredita como aparatos ahorradores de energía, mientras el local tiene una dimensión de cuatro por cuatro metros cuadrados y está iluminado con lámparas ahorradoras. Señala: Me están cobrando a mil 231 pesos el kilovatio-hora, algo irreal.
Asegura que trató de llegar a un arreglo. “Las personas de CFE que nos atendieron están totalmente cerradas. Nos dicen: ‘es su consumo, pague y luego aclaramos’. Además recibimos un trato déspota, prepotente, y finalmente nadie ha venido a verificar el medidor”.
Explica que “al año en nuestra declaración de Repecos no facturamos más de 250 mil pesos después de trabajar de lunes a viernes, por lo que ese consumo y adeudo ficticio es irreal.
Expone: Ante este cobro excesivo me sale más barato comprar una planta de luz y cuatro pipas de diesel para generar mi electricidad durante un año.
Lo paradójico, agrega, es que el hotel Irys Astoria, el cual cuenta con unas 100 habitaciones y se encuentra contiguo a su local, paga por consumo de energía eléctrica unos 69 mil pesos bimestrales.
Para garantizar el cobro de los adeudos, la CFE obliga a los inconformes a firmar un acuerdo de pago en el que se establece incluso el embargo de bienes en caso de incumplimiento, y además se exige un aval. Para llegar a signar este acuerdo primero el afectado debe pagar y para que luego se investigue la queja.
En paralelo, se siguen presentando variaciones de voltaje, que perjudican los aparatos electrodomésticos, así como la continua interrupción del fluido eléctrico proporcionado por la autodenominada empresa de clase mundial.
Otro caso es el de María de la Luz Rodríguez Trejo, propietaria de una pequeña miscelánea con número de servicio 576 071 201 537, quien pagaba 453 pesos bimestrales y ahora le llega el recibo por 8 mil 322. Además le imponen un adeudo no reconocido o ficticio por 58 mil 657 pesos. Esto ocasionó que María de la Luz ahora venda sus refrescos como en el pasado: enfriados en una tina con hielo. Explicó a este diario que adoptó esta medida porque su clientela le pide refrescos fríos y no puede usar sus refrigeradores porque están descompuestos a causa de las variaciones del voltaje eléctrico. Nadie responde por estos desperfectos.
Rodríguez Trejo informó que ante la imposibilidad de pagar el presunto consumo y el adeudo no reconocido le cortaron el suministro de energía eléctrica.
Cuando acudió a un centro de atención para saber de qué manera podrían restablecer su servicio, le propusieron pagar en parcialidades, pero esto automáticamente significaba reconocer el adeudo fantasma.
El primer pago sería por 30 por ciento del total, equivalente a 18 mil pesos, para que le reinstalaran la electricidad, y luego debería cubrir 24 mil pesos un mes y la misma cantidad al siguiente mes, además de firmar una serie de pagarés y llevar a un aval.
Como parte de la estrategia intimidatoria de la CFE contra los usuarios morosos, la compañía autodenominada de clase mundial envió un oficio de parte del departamento jurídico divisional Valle de México Norte, firmado por el ingeniero Aldo Eloy Rivera Rodríguez, en contra de la usuaria María de Jesús Fregozo, con domicilio Isla del Socorro 34 y número de servicio 576051200810, mediante el cual requiere el pago de 24 mil 86 pesos. En el escrito se lee: “En caso de no regular su situación se procederá al embargo y depósito de los bienes de su propiedad… suficientes a cubrir la deuda”.
Para el embargo de bienes se seguirá este orden: Las mercancías; los créditos de fácil y pronto cobro, a satisfacción del acreedor; los demás muebles del deudor, y los inmuebles.
Añade que el importe será requerido vía judicial hasta por tres veces el valor de su deuda, requerida extrajudicialmente.
La CFE también ha recurrido a la contratación de despachos jurídicos externos, como hacen los bancos, para tratar de recuperar parte de la cartera vencida, denunciaron los afectados.
Adicionalmente, se documentó que gran número de adeudos que pretende cobrar la CFE son anteriores al decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro en octubre de 2009.
Lo anterior ha motivado que la Profeco tenga pendientes de recepción unas 67 mil quejas. Sin embargo, esa dependencia no tiene la voluntad de conciliar estos conflictos, porque procede de la misma extracción panista, que no le permite resolver en forma oportuna en contra de CFE, afirmó Juan Luis González, prosecretario de sucursales del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).
Apenas este martes fueron recibidos los acuses de 614 quejas para audiencias, las cuales fueron tramitadas en octubre, noviembre y diciembre de 2009, lo que demuestra el gran tortuguismo con el que actúa la Profeco, afirmó González.
Mientras continúan los cobros excesivos, los apagones siguen perjudicando a los clientes, como el ocurrido este lunes en parte de la Unidad Habitacional Tlatelolco, una de las más grandes de América Latina, el cual duró 9 horas y afectó a poco más de 5 mil familias.
Esta situación no es privativa de la zona central del país, sino que perjudica a otros estados del norte y sur de la República Mexicana que se han rebelado en contra de las altas tarifas eléctricas.
En el centro del país la problemática es tan recurrente que en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal se integró una comisión especial, encabezada por la diputada Aleida Alavés, para atender y resolver los miles de cobros injustificados de la CFE, dirigida por Antonio Vivanco Lamadrid.
La Compañía envía oficios intimidatorios amenazando con embargar bienes de clientes
Israel Rodríguez
En total indefensión se encuentran miles de usuarios de la zona central del país, quienes han sufrido exorbitantes incrementos en las tarifas eléctricas después del decreto presidencial de extinción de Luz y Fuerza del Centro en octubre de 2009.
Con un trato prepotente, altanero y a veces hasta intimidatorio los usuarios son recibidos por personal de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) cuando acuden a aclarar el presunto consumo excesivo de energía eléctrica, denunciaron algunos afectados.
Un muestreo de diversas quejas e inconformidades que presentaron algunos perjudicados ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) documentan aumentos hasta de 114 mil 254 por ciento en sólo tres meses.
Uno de tantos es el de Alejandro Silva, propietario de una pequeña papelería que cubre sus contribuciones fiscales a través del régimen de pequeños contribuyentes (Repecos), ubicada en Insurgentes centro número 96, en la delegación Cuauhtémoc. Silva resume: “Antes pagábamos bimestralmente 700 pesos; después de la desaparición de Luz y Fuerza del Centro se elevaron a 3 mil 651 pesos, y ahora el último recibo con fecha 24 de mayo de 2011, porque no ha llegado el más reciente, trae un saldo a pagar de 799 mil 779 pesos.
En entrevista con La Jornada, Alejandro Silva muestra su recibo de electricidad con número de servicio 979 101 000 652. Su negocio cuenta con dos refrigeradores con certificados del Fide, que los acredita como aparatos ahorradores de energía, mientras el local tiene una dimensión de cuatro por cuatro metros cuadrados y está iluminado con lámparas ahorradoras. Señala: Me están cobrando a mil 231 pesos el kilovatio-hora, algo irreal.
Asegura que trató de llegar a un arreglo. “Las personas de CFE que nos atendieron están totalmente cerradas. Nos dicen: ‘es su consumo, pague y luego aclaramos’. Además recibimos un trato déspota, prepotente, y finalmente nadie ha venido a verificar el medidor”.
Explica que “al año en nuestra declaración de Repecos no facturamos más de 250 mil pesos después de trabajar de lunes a viernes, por lo que ese consumo y adeudo ficticio es irreal.
Expone: Ante este cobro excesivo me sale más barato comprar una planta de luz y cuatro pipas de diesel para generar mi electricidad durante un año.
Lo paradójico, agrega, es que el hotel Irys Astoria, el cual cuenta con unas 100 habitaciones y se encuentra contiguo a su local, paga por consumo de energía eléctrica unos 69 mil pesos bimestrales.
Para garantizar el cobro de los adeudos, la CFE obliga a los inconformes a firmar un acuerdo de pago en el que se establece incluso el embargo de bienes en caso de incumplimiento, y además se exige un aval. Para llegar a signar este acuerdo primero el afectado debe pagar y para que luego se investigue la queja.
En paralelo, se siguen presentando variaciones de voltaje, que perjudican los aparatos electrodomésticos, así como la continua interrupción del fluido eléctrico proporcionado por la autodenominada empresa de clase mundial.
Otro caso es el de María de la Luz Rodríguez Trejo, propietaria de una pequeña miscelánea con número de servicio 576 071 201 537, quien pagaba 453 pesos bimestrales y ahora le llega el recibo por 8 mil 322. Además le imponen un adeudo no reconocido o ficticio por 58 mil 657 pesos. Esto ocasionó que María de la Luz ahora venda sus refrescos como en el pasado: enfriados en una tina con hielo. Explicó a este diario que adoptó esta medida porque su clientela le pide refrescos fríos y no puede usar sus refrigeradores porque están descompuestos a causa de las variaciones del voltaje eléctrico. Nadie responde por estos desperfectos.
Rodríguez Trejo informó que ante la imposibilidad de pagar el presunto consumo y el adeudo no reconocido le cortaron el suministro de energía eléctrica.
Cuando acudió a un centro de atención para saber de qué manera podrían restablecer su servicio, le propusieron pagar en parcialidades, pero esto automáticamente significaba reconocer el adeudo fantasma.
El primer pago sería por 30 por ciento del total, equivalente a 18 mil pesos, para que le reinstalaran la electricidad, y luego debería cubrir 24 mil pesos un mes y la misma cantidad al siguiente mes, además de firmar una serie de pagarés y llevar a un aval.
Como parte de la estrategia intimidatoria de la CFE contra los usuarios morosos, la compañía autodenominada de clase mundial envió un oficio de parte del departamento jurídico divisional Valle de México Norte, firmado por el ingeniero Aldo Eloy Rivera Rodríguez, en contra de la usuaria María de Jesús Fregozo, con domicilio Isla del Socorro 34 y número de servicio 576051200810, mediante el cual requiere el pago de 24 mil 86 pesos. En el escrito se lee: “En caso de no regular su situación se procederá al embargo y depósito de los bienes de su propiedad… suficientes a cubrir la deuda”.
Para el embargo de bienes se seguirá este orden: Las mercancías; los créditos de fácil y pronto cobro, a satisfacción del acreedor; los demás muebles del deudor, y los inmuebles.
Añade que el importe será requerido vía judicial hasta por tres veces el valor de su deuda, requerida extrajudicialmente.
La CFE también ha recurrido a la contratación de despachos jurídicos externos, como hacen los bancos, para tratar de recuperar parte de la cartera vencida, denunciaron los afectados.
Adicionalmente, se documentó que gran número de adeudos que pretende cobrar la CFE son anteriores al decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro en octubre de 2009.
Lo anterior ha motivado que la Profeco tenga pendientes de recepción unas 67 mil quejas. Sin embargo, esa dependencia no tiene la voluntad de conciliar estos conflictos, porque procede de la misma extracción panista, que no le permite resolver en forma oportuna en contra de CFE, afirmó Juan Luis González, prosecretario de sucursales del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).
Apenas este martes fueron recibidos los acuses de 614 quejas para audiencias, las cuales fueron tramitadas en octubre, noviembre y diciembre de 2009, lo que demuestra el gran tortuguismo con el que actúa la Profeco, afirmó González.
Mientras continúan los cobros excesivos, los apagones siguen perjudicando a los clientes, como el ocurrido este lunes en parte de la Unidad Habitacional Tlatelolco, una de las más grandes de América Latina, el cual duró 9 horas y afectó a poco más de 5 mil familias.
Esta situación no es privativa de la zona central del país, sino que perjudica a otros estados del norte y sur de la República Mexicana que se han rebelado en contra de las altas tarifas eléctricas.
En el centro del país la problemática es tan recurrente que en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal se integró una comisión especial, encabezada por la diputada Aleida Alavés, para atender y resolver los miles de cobros injustificados de la CFE, dirigida por Antonio Vivanco Lamadrid.
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