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Partidarios del movimiento del 15-M de indignados regresan esta semana a los escenarios públicos de España para protestar por la visita del papa Benedicto XVI con una serie de movilizaciones y acciones en el país.
Nos oponemos a la visita del Papa, escribieron activistas del 15-M a través de mensajes electrónicos por la red social Twitter, tras anunciar que alistan un programa de protestas en ocasión de la llegada del Sumo Pontífice, prevista para el 18 de este mes.
Se planea la escenificación de un vía crucis reivindicativo y una demostración paralela a la misa que ofrecerán en la plaza madrileña de Cibeles para inaugurar la Jornada Mundial de la Juventud, auspiciada por la Iglesia católica de Roma.
Activistas del movimiento, que nació con las multitudinarias manifestaciones del 15 de mayo en Madrid por un cambio del sistema socioeconómico y político, anticiparon que instalarán puestos informativos en lugares cercanos a las residencias de los peregrinos.
Dijeron además que cuentan con el apoyo de organizaciones sociales y asociaciones cívicas que critican la visita papal.
Algunos de los textos divulgados en el sitio digital del 15-M tomalaplaza.net deploran que las autoridades españolas derrochen recursos para el recibimiento del Papa y su estancia de 79 horas, en lugar de destinarlos a la salud pública.
Critican asimismo el plan de desplegar unos 16 mil policías para la seguridad del vicario de Cristo y jefe de la comunidad católica mundial.
Tras cuatro días de protestas ininterrumpidas en Madrid por el retorno a la Puerta del Sol y contra el férreo dispositivo policial que impidió nuevas acampadas, miles de manifestantes lograron retomar el pasado viernes el sitio emblemático del 15-M en la capital española.
Los indignados llegan al Sol. Esta es nuestra plaza, es nuestra victoria, celebraron con cientos de mensajes por las redes sociales. Por decisión de las asambleas, la toma fue simbólica y luego se retiraron para evitar incidentes con la policía.
La represión desatada por agentes antimotines durante una marcha pacífica del jueves, que causó unos 20 heridos, generó airadas demostraciones de solidaridad en numerosas ciudades de España y vigilias por la liberación de los activistas detenidos.
El 15-M decidió durante la celebración este fin de semana del II Foro Popular Intercalles llevar a cabo una protesta el próximo 18 de septiembre contra la privatización de los servicios públicos.
Más de seis millones de españoles han participado en el movimiento de indignados, según una encuesta de la consultora Ipsos Public Affairs, seguida por Radio Televisión Española.
Partidarios del movimiento del 15-M de indignados regresan esta semana a los escenarios públicos de España para protestar por la visita del papa Benedicto XVI con una serie de movilizaciones y acciones en el país.
Nos oponemos a la visita del Papa, escribieron activistas del 15-M a través de mensajes electrónicos por la red social Twitter, tras anunciar que alistan un programa de protestas en ocasión de la llegada del Sumo Pontífice, prevista para el 18 de este mes.
Se planea la escenificación de un vía crucis reivindicativo y una demostración paralela a la misa que ofrecerán en la plaza madrileña de Cibeles para inaugurar la Jornada Mundial de la Juventud, auspiciada por la Iglesia católica de Roma.
Activistas del movimiento, que nació con las multitudinarias manifestaciones del 15 de mayo en Madrid por un cambio del sistema socioeconómico y político, anticiparon que instalarán puestos informativos en lugares cercanos a las residencias de los peregrinos.
Dijeron además que cuentan con el apoyo de organizaciones sociales y asociaciones cívicas que critican la visita papal.
Algunos de los textos divulgados en el sitio digital del 15-M tomalaplaza.net deploran que las autoridades españolas derrochen recursos para el recibimiento del Papa y su estancia de 79 horas, en lugar de destinarlos a la salud pública.
Critican asimismo el plan de desplegar unos 16 mil policías para la seguridad del vicario de Cristo y jefe de la comunidad católica mundial.
Tras cuatro días de protestas ininterrumpidas en Madrid por el retorno a la Puerta del Sol y contra el férreo dispositivo policial que impidió nuevas acampadas, miles de manifestantes lograron retomar el pasado viernes el sitio emblemático del 15-M en la capital española.
Los indignados llegan al Sol. Esta es nuestra plaza, es nuestra victoria, celebraron con cientos de mensajes por las redes sociales. Por decisión de las asambleas, la toma fue simbólica y luego se retiraron para evitar incidentes con la policía.
La represión desatada por agentes antimotines durante una marcha pacífica del jueves, que causó unos 20 heridos, generó airadas demostraciones de solidaridad en numerosas ciudades de España y vigilias por la liberación de los activistas detenidos.
El 15-M decidió durante la celebración este fin de semana del II Foro Popular Intercalles llevar a cabo una protesta el próximo 18 de septiembre contra la privatización de los servicios públicos.
Más de seis millones de españoles han participado en el movimiento de indignados, según una encuesta de la consultora Ipsos Public Affairs, seguida por Radio Televisión Española.
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