Javier Arcadia Galaviz / Cuestión de Debate
Además, en los que jamás deberá de confiar, ni un segundo, es en la otra mafia, no la externa, si no interna del PRD, la camarilla que justamente forman los Chuchos.
En los niveles populares suele escucharse que el que pega primero, paga dos veces. Esto se menciona a propósito de la reunión del Consejo Político Nacional que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) llevó a cabo el fin de semana para definir el método con que se habrá de elegir al que será su abanderado para la contienda por la Presidencia de la República el próximo año. En este evento Marcelo Ebrard y los Chuchos de nueva izquierda pegaron primero, al imponer por mayoría de consejeros que será mediante una encuesta como se elegirá al citado candidato y no a través de una elección abierta a la ciudadanía, como tímidamente lo llegaron a pretender otras corrientes afines a Andrés Manuel López Obrador.
Y como Marcelo y los Chuchos ya pegaron una vez, es seguro que pegarán dos veces, porque este método de las encuestas muy probablemente arrojará como resultado que Marcelo es el mejor posicionado, y no precisamente porque realmente lo sea, sino ello será en razón de que es un método susceptible de manipulación, por ende, no confiable. Se debe recordar que Marcelo y los Chuchos siempre defendieron esta postura de consulta ciudadana, que fuera a través de encuestas, una, dos o tal vez tres, las que fueran necesarias, pero que bajo este método y no otro se determinaría cual de los dos aspirantes habría de ser el mejor posicionado.
Claro, defendieron este método de la encuesta o encuestas porque es el que les conviene, con el que consideran llevar ventaja, pero más que ventaja capacidad para maniobrar en momentos críticos, desfavorables, que los Chuchos al tratarse de utilizar las malas artes, bien que se pintan solos, lo cual, evidentemente, les garantiza que Marcelo saldrá aparentemente como el mejor posicionado. O, ¿habrá alguien que ilusamente crea lo contrario?
Posiblemente si lo haya, y con esto me refiero a AMLO, quien muestra que actúa de buena fe, que confía en el juego limpio y en la honestidad de quien todavía considera que es su amigo, con el que compite para alcanzar el mejor posicionamiento en la izquierda, lo cual me parece que es un craso error de AMLO, porque por mucho que Marcelo fuese su amigo no deberá de confiar en él, ya que en política es muy raro que existan los amigos, en virtud de que generalmente se anteponen los intereses, que es algo muy distinto, más aún, cuando en el caso específico Marcelo es su adversario político, y en este terreno las ambiciones son malas consejeras.
Además, en los que jamás deberá de confiar, ni un segundo, es en la otra mafia, no la externa, si no interna del PRD, la camarilla que justamente forman los Chuchos. Por cierto, en relación a esto, Marcelo también deberá de tener muy presente el dicho que afirma: “dime con quien andas y te diré quien eres”. En fin, Andrés Manuel no puede confiar en ellos cuando públicamente lo han denostado y tildado de mesiánico, radical o de líder totalitario, entre muchos otros epítetos que recurrentemente suelen lanzarle.
Al haber aceptado López Obrador que fuera a través de encuestas la definición de la candidatura por la izquierda, sistema ventajoso para Marcelo, de antemano se estará auto descartando de la manera más ingenua, dado que bajo este criterio las grades posibilidades de salir adelante son para Marcelo, vaya hasta desde un escritorio podrán maquillar los resultados con el propósito de favorecerlo.
Si AMLO está dispuesto a soportar los desengaños y las traiciones, adelante con la encuesta, con el agregado que ello significará el adiós a su movimiento social que a lo largo de más de cinco años emprendió por todo el país, el adiós a las concentraciones del Zócalo y el adiós al PT, partido que se la ha jugado con él desde hace algunos años, porque finalmente en esto no será el pueblo el que mande ni el voto ciudadano el que diga cual es el candidato de la izquierda, sino, como en otro momento lo afirmaba Dolores Padierna, tal candidatura la determinará una empresa, que cuyo resultado de antemano se avizora que favorecerá a Marcelo Ebrard.
Pálida tinta: Lo que nos faltaba, que las balaceras ahora empiezan a tocar las puertas de los estadios de Fut-bol. Sí, como todos sabemos el pasado fin de semana en el estadio de la Comarca Lagunera de Torreón Coahuila, ocurrió lo inédito, una fuerte balacera en las afueras de ese estadio, cuando se celebraba el partido de Fut-bol entre Santos Laguna y el Morelia, lo cual provocó que los aficionados asistentes al evento deportivo en lugar de divertirse vivieran momentos angustiantes, llenos de pánico, que de seguro les habrán parecido que fueron siglos de terror. ¿Después de esto, podrían repetirse este tipo de hechos en los cines, en los teatros, en las escuelas, las iglesias o en algunos otros sitios públicos de concurrencia masiva? No es descartable, porque el crimen como nuestro cáncer social se encuentra desatado y no se detiene ante nada y ante nadie, por lo que la inseguridad ha escalado sin control a niveles nunca antes vistos, lo que evidencia que la autoridad sigue rebasada por los maleantes. Nos preguntamos ¿hasta cuando este país encontrará la calma? Bueno, tan siquiera una pausa para respirar y darnos un poquito de ánimo, que tanta falta nos hace.
Además, en los que jamás deberá de confiar, ni un segundo, es en la otra mafia, no la externa, si no interna del PRD, la camarilla que justamente forman los Chuchos.
En los niveles populares suele escucharse que el que pega primero, paga dos veces. Esto se menciona a propósito de la reunión del Consejo Político Nacional que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) llevó a cabo el fin de semana para definir el método con que se habrá de elegir al que será su abanderado para la contienda por la Presidencia de la República el próximo año. En este evento Marcelo Ebrard y los Chuchos de nueva izquierda pegaron primero, al imponer por mayoría de consejeros que será mediante una encuesta como se elegirá al citado candidato y no a través de una elección abierta a la ciudadanía, como tímidamente lo llegaron a pretender otras corrientes afines a Andrés Manuel López Obrador.
Y como Marcelo y los Chuchos ya pegaron una vez, es seguro que pegarán dos veces, porque este método de las encuestas muy probablemente arrojará como resultado que Marcelo es el mejor posicionado, y no precisamente porque realmente lo sea, sino ello será en razón de que es un método susceptible de manipulación, por ende, no confiable. Se debe recordar que Marcelo y los Chuchos siempre defendieron esta postura de consulta ciudadana, que fuera a través de encuestas, una, dos o tal vez tres, las que fueran necesarias, pero que bajo este método y no otro se determinaría cual de los dos aspirantes habría de ser el mejor posicionado.
Claro, defendieron este método de la encuesta o encuestas porque es el que les conviene, con el que consideran llevar ventaja, pero más que ventaja capacidad para maniobrar en momentos críticos, desfavorables, que los Chuchos al tratarse de utilizar las malas artes, bien que se pintan solos, lo cual, evidentemente, les garantiza que Marcelo saldrá aparentemente como el mejor posicionado. O, ¿habrá alguien que ilusamente crea lo contrario?
Posiblemente si lo haya, y con esto me refiero a AMLO, quien muestra que actúa de buena fe, que confía en el juego limpio y en la honestidad de quien todavía considera que es su amigo, con el que compite para alcanzar el mejor posicionamiento en la izquierda, lo cual me parece que es un craso error de AMLO, porque por mucho que Marcelo fuese su amigo no deberá de confiar en él, ya que en política es muy raro que existan los amigos, en virtud de que generalmente se anteponen los intereses, que es algo muy distinto, más aún, cuando en el caso específico Marcelo es su adversario político, y en este terreno las ambiciones son malas consejeras.
Además, en los que jamás deberá de confiar, ni un segundo, es en la otra mafia, no la externa, si no interna del PRD, la camarilla que justamente forman los Chuchos. Por cierto, en relación a esto, Marcelo también deberá de tener muy presente el dicho que afirma: “dime con quien andas y te diré quien eres”. En fin, Andrés Manuel no puede confiar en ellos cuando públicamente lo han denostado y tildado de mesiánico, radical o de líder totalitario, entre muchos otros epítetos que recurrentemente suelen lanzarle.
Al haber aceptado López Obrador que fuera a través de encuestas la definición de la candidatura por la izquierda, sistema ventajoso para Marcelo, de antemano se estará auto descartando de la manera más ingenua, dado que bajo este criterio las grades posibilidades de salir adelante son para Marcelo, vaya hasta desde un escritorio podrán maquillar los resultados con el propósito de favorecerlo.
Si AMLO está dispuesto a soportar los desengaños y las traiciones, adelante con la encuesta, con el agregado que ello significará el adiós a su movimiento social que a lo largo de más de cinco años emprendió por todo el país, el adiós a las concentraciones del Zócalo y el adiós al PT, partido que se la ha jugado con él desde hace algunos años, porque finalmente en esto no será el pueblo el que mande ni el voto ciudadano el que diga cual es el candidato de la izquierda, sino, como en otro momento lo afirmaba Dolores Padierna, tal candidatura la determinará una empresa, que cuyo resultado de antemano se avizora que favorecerá a Marcelo Ebrard.
Pálida tinta: Lo que nos faltaba, que las balaceras ahora empiezan a tocar las puertas de los estadios de Fut-bol. Sí, como todos sabemos el pasado fin de semana en el estadio de la Comarca Lagunera de Torreón Coahuila, ocurrió lo inédito, una fuerte balacera en las afueras de ese estadio, cuando se celebraba el partido de Fut-bol entre Santos Laguna y el Morelia, lo cual provocó que los aficionados asistentes al evento deportivo en lugar de divertirse vivieran momentos angustiantes, llenos de pánico, que de seguro les habrán parecido que fueron siglos de terror. ¿Después de esto, podrían repetirse este tipo de hechos en los cines, en los teatros, en las escuelas, las iglesias o en algunos otros sitios públicos de concurrencia masiva? No es descartable, porque el crimen como nuestro cáncer social se encuentra desatado y no se detiene ante nada y ante nadie, por lo que la inseguridad ha escalado sin control a niveles nunca antes vistos, lo que evidencia que la autoridad sigue rebasada por los maleantes. Nos preguntamos ¿hasta cuando este país encontrará la calma? Bueno, tan siquiera una pausa para respirar y darnos un poquito de ánimo, que tanta falta nos hace.
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