Apro
Los cadáveres de los cuatro agentes de la Policía Estatal Preventiva (PEP) reportados como desaparecidos desde el pasado sábado 6 fueron localizado hoy en el poblado El Guayabo, de Coalcomán, Michoacán, informó la corporación.
El general Raúl Pinedo Dávila, director de la PEP, informó que la Procuraduría General de Justicia de Michoacán le notificó el hallazgo desde el lunes, pero hasta ahora fueron identificados los cuerpos de la víctimas por sus familiares. Los cadáveres fueron trasladados a las instalaciones del Servicio Médico Forense de Apatzingán.
De esta manera se confirmaron las versiones que empezaron a circular desde la noche del lunes, en el sentido de que fueron ejecutados los policías desaparecidos, el agente “A” Juan Carlos Hernández Magaña, quien causó alta en julio del 2000 en la corporación; el agente “A” Gabriel Iván Chávez Vidal, quien ingresó en diciembre del 2009 a la PEP, y las policías auxiliares Esmeralda Merad Aguilar Barreda y Yemina Aguilar Barreda, que habían ingresado a la corporación el pasado 1 de junio.
Pinedo Dávila refirió que al momento de su desaparición tres de los elementos vestían playera de civil con el pantalón y botas de su uniforme, mientras que Yemina Aguilar Barreda portaba completo el uniforme de la PEP.
El sábado anterior, en su día de descanso, los policías habían viajado en un auto Nissan tipo Tsuru, color guinda, hacia el municipio de Tecalitlán, Jalisco, donde fueron levantados por un comando mientras se encontraban en la plaza principal.
El presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Colima (CDHEC), Roberto Chapula de la Mora, dijo que conforme a la información proporcionada por familiares de las víctimas, la hija de uno de los agentes se encontraba con ellos y se salvó porque corrió a esconderse en la iglesia cuando llegaron los hombres armados a bordo de dos vehículos.
Según el testimonio, en el momento en que fueron levantados, uno de los policías, Juan Carlos Hernández Magaña, se encontraba hablando telefónicamente con un hermano suyo que vive en Tecalitlán.
El gobernador Mario Anguiano Moreno declaró que no se puede asegurar que los agentes ejecutados se hayan encontrado implicados con el crimen organizado, e hizo notar que las dos mujeres que aparecieron entre las víctimas habían ingresado recientemente a la PEP.
“En lo personal creo que no tiene mucha lógica que ellas pudieran estar inmersas o participantes de una actividad delictiva, pero es algo que se trabaja en la investigación por parte de la Procuraduría”, explicó.
En todo caso, dijo Mario Anguiano, podría tratarse de una revancha en contra los agentes porque algunos de ellos han acreditado una gran eficiencia en las labores de detención de delincuentes.
Por lo pronto, refirió el mandatario, la PEP y la Procuraduría de Justicia realizan las investigaciones respectivas y analizan los expedientes de los policías para tratar de determinar si fue una venganza.
Los cadáveres de los cuatro agentes de la Policía Estatal Preventiva (PEP) reportados como desaparecidos desde el pasado sábado 6 fueron localizado hoy en el poblado El Guayabo, de Coalcomán, Michoacán, informó la corporación.
El general Raúl Pinedo Dávila, director de la PEP, informó que la Procuraduría General de Justicia de Michoacán le notificó el hallazgo desde el lunes, pero hasta ahora fueron identificados los cuerpos de la víctimas por sus familiares. Los cadáveres fueron trasladados a las instalaciones del Servicio Médico Forense de Apatzingán.
De esta manera se confirmaron las versiones que empezaron a circular desde la noche del lunes, en el sentido de que fueron ejecutados los policías desaparecidos, el agente “A” Juan Carlos Hernández Magaña, quien causó alta en julio del 2000 en la corporación; el agente “A” Gabriel Iván Chávez Vidal, quien ingresó en diciembre del 2009 a la PEP, y las policías auxiliares Esmeralda Merad Aguilar Barreda y Yemina Aguilar Barreda, que habían ingresado a la corporación el pasado 1 de junio.
Pinedo Dávila refirió que al momento de su desaparición tres de los elementos vestían playera de civil con el pantalón y botas de su uniforme, mientras que Yemina Aguilar Barreda portaba completo el uniforme de la PEP.
El sábado anterior, en su día de descanso, los policías habían viajado en un auto Nissan tipo Tsuru, color guinda, hacia el municipio de Tecalitlán, Jalisco, donde fueron levantados por un comando mientras se encontraban en la plaza principal.
El presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Colima (CDHEC), Roberto Chapula de la Mora, dijo que conforme a la información proporcionada por familiares de las víctimas, la hija de uno de los agentes se encontraba con ellos y se salvó porque corrió a esconderse en la iglesia cuando llegaron los hombres armados a bordo de dos vehículos.
Según el testimonio, en el momento en que fueron levantados, uno de los policías, Juan Carlos Hernández Magaña, se encontraba hablando telefónicamente con un hermano suyo que vive en Tecalitlán.
El gobernador Mario Anguiano Moreno declaró que no se puede asegurar que los agentes ejecutados se hayan encontrado implicados con el crimen organizado, e hizo notar que las dos mujeres que aparecieron entre las víctimas habían ingresado recientemente a la PEP.
“En lo personal creo que no tiene mucha lógica que ellas pudieran estar inmersas o participantes de una actividad delictiva, pero es algo que se trabaja en la investigación por parte de la Procuraduría”, explicó.
En todo caso, dijo Mario Anguiano, podría tratarse de una revancha en contra los agentes porque algunos de ellos han acreditado una gran eficiencia en las labores de detención de delincuentes.
Por lo pronto, refirió el mandatario, la PEP y la Procuraduría de Justicia realizan las investigaciones respectivas y analizan los expedientes de los policías para tratar de determinar si fue una venganza.
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