Después de Michoacán

Jorge Diaz

El próximo 13 de Noviembre serán las elecciones en Michoacán. Habrá quienes den poca importancia a esta contienda, pero creo que rumbo al 2012 todo abona.

Los partidos PAN y PRD, necesitan urgentemente ganar con amplia ventaja esa gubernatura y convencer a los mexicanos de ser una opción competitiva, pero sobre todo, ganadora.

Para entonces las definiciones en los partidos acerca de los personajes más perfilados estarán prácticamente dadas y los resultados en esa entidad influirán por lo menos, en la percepción que el ciudadano se viene formando respecto de su oferta política desde hace un par de años, preparando y meditando su voto para las presidenciales.

Es de todos conocido que el Presidente Calderón apoya ampliamente a su hermana y el deseo de éste debe ser doble: tener un espacio de poder en Michoacán en la figura de su hermana para seguir influyendo en la escena nacional el próximo sexenio (tentación de todos los mandatarios que terminan su periodo) y trata de darle impulso a la candidatura panista en 2012 (siempre y cuando el candidato sea el de sus preferencias).

Después del pésimo papel en el Estado de México, al PAN le urge mostrar números que alienten a sus simpatizantes.

AMLO, ya está comenzando a manifestarse. Sus ampliamente conocidas declaraciones que van en sentido de acusar a todos de todo, no fueron la excepción, ahora como es lógico acusa la posible candidatura de la panista hermana del Presidente y comienza a preparar los argumentos -los que fácilmente se pueden adivinar- por si los resultados no le son favorables.

Lo que es cierto, es que si el PRD resulta perdedor, quienes aspiran a representarlo (AMLO o Ebrard) en las presidenciales las tienen todas en contra. Es un Estado gobernado por el PRD, tierra de su líder moral Cuauhtémoc Cárdenas, en fin, el mensaje al electorado indeciso sería desalentador.

En política, la forma es fondo, las imágenes dicen más que mil palabras y los números de los resultados finales en cualquier elección, desnudan. Por lo tanto, hay que estar pendientes de la próxima guerra electoral y sus posteriores consecuencias en Michoacán.

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