Marco A. Flota / Grillotina
El maestro don Armando Fuentes Aguirre, quien en sus momentos de mayor lucidez, de máxima brillantez intelectual, prefiere firmarse Catón, suele mezclar sus relampagueantes chistecillos eróticos con intrascendentes comentarios políticos.
Y eso explica que haya dado el mejor dictamen que se ha emitido en este país sobre el caso Ninel Conde.
Entendemos que Catón le entró al tema no en su calidad de divulgador de cuentos colorados, sino como politólogo, pues Ninel Conde, como muchas otras bellas de la farándula, alguna relación tendrá con personajes de la política, como es habitual en este país. Pero en cambio, como símbolo sexual no es tan atractiva como Enrique Peña Nieto, Alonso Lujambio, Marcelo Ebrard y otras vedettes que andan por ahí arrancando suspiros de sus fans.
En fin, que don Armando Fuentes Aguirre, en sus ratos serios Catón, pidió en su columna “De política y cosas peores” que dejemos en paz a Ninel, tan acosada -no acostada, eso quisiéramos todos- por su escasa inteligencia y deficiente cultura. La única obligación de la señora Conde, escribió el maestro, es ser bella, no inteligente, comentario que también podría aplicarse a Peña Nieto, Lujambio, Ebrard, similares y conexos. (Conexos, no con “Nexos” ni con “Letras Libres”: Para dirigir revistas como éstas tenemos a los politólogos como Aguilar Camín o Enrique Krauze, aunque ambos intelectuales se lleven tan mal como Carmen Salinas y Niurka).
Sin embargo, la susodicha Ninel ha reaccionado como los políticos: “Que hablen de mí, aunque hablen mal”. Y hasta ha convocado por internet a un concurso de chistes sobre su persona, demostrando la sabiduría de don Fidel Velázquez, quien coleccionaba las caricaturas en que era ridiculizado, o don Adolfo Ruiz Cortines, quien exigía a sus colaboradores que le platicaran los chistes de que era objeto.
(El chascarrillo más recurrente sobre don Adolfo el Viejo, relataba que en cierta ocasión su vehículo, conducido a exceso de velocidad por un elemento del Estado Mayor, fue detenido por un agente de Tránsito celoso de su deber. Y que el chofer militar gritó al tamarindo:
-¡Al señor Presidente no se le para en la calle!
Y su esposa, la señora Izaguirre de Ruiz Cortines, habría comentado sonriente:
-¡Ni en la casa!
A lo que don Adolfo, enterado del chascarrillo, replicaría:
-¿Y qué querían: un Presidente o un semental?
“Palabras Mayores” que adelantaban el destape de López Mateos, después víctima de otro chiste: Contaban que al despertar preguntaba a su secretario particular:
-¿Hoy qué nos toca?... ¿viaje o vieja?).
En fin, ya que Ninel Conde ha dado permiso para que se divulguen los chascarrillos que la presentan como la versión femenina de Babalucas -personaje de Catón- ahí van algunos:
Dicen que una vez, al entrar a un avión, estrelló la cabeza con la puerta, pero al ver inscrita en el fuselaje el modelo de la nave, “DC 7”, se dio otros 7 cabezazos, contando:
2, 3, 4, 5...
Platican que al llegar a Venecia ofreció dar una actuación a beneficio de los damnificados por las inundaciones. Y que en Pisa preguntó qué arquitecto mexicano había construido la defectuosa torre.
Que caminando por una calle del DF, al ver un letrero, lo leyó y comentó:
-“Camisas 50 pesos, sacos 100 pesos, trajes completos 150 pesos”. ¡Y todavía dicen que hay carestía”.
-Ninel, estás leyendo el letrero de una tintorería -comentó su acompañante-.
Chistes todos, atribuidos en su tiempo a don Luis Echeverría ¿Pero verdad que parecen ideados para ridiculizar a Ninel Conde?
¡RRIINNGG!
-Bueno, rancho San Cristóbal.
-¿Es cierto que el ex presidente Fox pidió amnistía para los que incendiaron el casino Royale?
-Sí, pero porque no contamos con James Bond para capturarlos.
EPIGRILLO
Dijo Moreira, con mérito:
“¡A mí me hacen, con Chaires,
lo mismo que hacían los aires
a Juárez, el Benemérito”.
El maestro don Armando Fuentes Aguirre, quien en sus momentos de mayor lucidez, de máxima brillantez intelectual, prefiere firmarse Catón, suele mezclar sus relampagueantes chistecillos eróticos con intrascendentes comentarios políticos.
Y eso explica que haya dado el mejor dictamen que se ha emitido en este país sobre el caso Ninel Conde.
Entendemos que Catón le entró al tema no en su calidad de divulgador de cuentos colorados, sino como politólogo, pues Ninel Conde, como muchas otras bellas de la farándula, alguna relación tendrá con personajes de la política, como es habitual en este país. Pero en cambio, como símbolo sexual no es tan atractiva como Enrique Peña Nieto, Alonso Lujambio, Marcelo Ebrard y otras vedettes que andan por ahí arrancando suspiros de sus fans.
En fin, que don Armando Fuentes Aguirre, en sus ratos serios Catón, pidió en su columna “De política y cosas peores” que dejemos en paz a Ninel, tan acosada -no acostada, eso quisiéramos todos- por su escasa inteligencia y deficiente cultura. La única obligación de la señora Conde, escribió el maestro, es ser bella, no inteligente, comentario que también podría aplicarse a Peña Nieto, Lujambio, Ebrard, similares y conexos. (Conexos, no con “Nexos” ni con “Letras Libres”: Para dirigir revistas como éstas tenemos a los politólogos como Aguilar Camín o Enrique Krauze, aunque ambos intelectuales se lleven tan mal como Carmen Salinas y Niurka).
Sin embargo, la susodicha Ninel ha reaccionado como los políticos: “Que hablen de mí, aunque hablen mal”. Y hasta ha convocado por internet a un concurso de chistes sobre su persona, demostrando la sabiduría de don Fidel Velázquez, quien coleccionaba las caricaturas en que era ridiculizado, o don Adolfo Ruiz Cortines, quien exigía a sus colaboradores que le platicaran los chistes de que era objeto.
(El chascarrillo más recurrente sobre don Adolfo el Viejo, relataba que en cierta ocasión su vehículo, conducido a exceso de velocidad por un elemento del Estado Mayor, fue detenido por un agente de Tránsito celoso de su deber. Y que el chofer militar gritó al tamarindo:
-¡Al señor Presidente no se le para en la calle!
Y su esposa, la señora Izaguirre de Ruiz Cortines, habría comentado sonriente:
-¡Ni en la casa!
A lo que don Adolfo, enterado del chascarrillo, replicaría:
-¿Y qué querían: un Presidente o un semental?
“Palabras Mayores” que adelantaban el destape de López Mateos, después víctima de otro chiste: Contaban que al despertar preguntaba a su secretario particular:
-¿Hoy qué nos toca?... ¿viaje o vieja?).
En fin, ya que Ninel Conde ha dado permiso para que se divulguen los chascarrillos que la presentan como la versión femenina de Babalucas -personaje de Catón- ahí van algunos:
Dicen que una vez, al entrar a un avión, estrelló la cabeza con la puerta, pero al ver inscrita en el fuselaje el modelo de la nave, “DC 7”, se dio otros 7 cabezazos, contando:
2, 3, 4, 5...
Platican que al llegar a Venecia ofreció dar una actuación a beneficio de los damnificados por las inundaciones. Y que en Pisa preguntó qué arquitecto mexicano había construido la defectuosa torre.
Que caminando por una calle del DF, al ver un letrero, lo leyó y comentó:
-“Camisas 50 pesos, sacos 100 pesos, trajes completos 150 pesos”. ¡Y todavía dicen que hay carestía”.
-Ninel, estás leyendo el letrero de una tintorería -comentó su acompañante-.
Chistes todos, atribuidos en su tiempo a don Luis Echeverría ¿Pero verdad que parecen ideados para ridiculizar a Ninel Conde?
¡RRIINNGG!
-Bueno, rancho San Cristóbal.
-¿Es cierto que el ex presidente Fox pidió amnistía para los que incendiaron el casino Royale?
-Sí, pero porque no contamos con James Bond para capturarlos.
EPIGRILLO
Dijo Moreira, con mérito:
“¡A mí me hacen, con Chaires,
lo mismo que hacían los aires
a Juárez, el Benemérito”.
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