Se incrementaron más de 20% las inscripciones y colegiaturas
A los útiles de la lista oficial, que cuestan alrededor de $1,200, muchos colegios añaden un paquete de libros y cuadernos que representa erogar otros $2,600, señalan padres de familia
César Arellano / La Jornada
La crisis económica por la que atraviesa el país también ha perjudicado a padres de familia que tienen a sus hijos en escuelas privadas de educación básica. Los costos de las inscripciones y colegiaturas se han incrementado en tres años hasta en 20 por ciento, por lo que, aseguraron, han tenido que apretarse el cinturón para costear la educación privada de sus menores.
Mientras en 2008 pagaban en promedio mil 900 pesos de mensualidad, hoy desembolsan más de 2 mil 500; sin embargo, en el mismo periodo hubo quienes pagaron 3 mil 800 pesos, cifra que se incrementó arriba de 4 mil 500, esto sin contar el gasto adicional que realizan en la adquisición de uniformes, cursos o paquetes de libros y útiles escolares que se venden en los planteles.
En México, de acuerdo con cifras oficiales, se estima que hay casi 27 mil colegios privados de educación básica: más de 14 mil son de prescolar, le siguen 8 mil 89 primarias y 4 mil 18 secundarias, con una matrícula total en el ciclo escolar pasado de un millón 925 mil 393 alumnos en los tres niveles.
Damaris Nolasco, madre de familia, señaló que los planteles educativos privados se han convertido en negocios redondos, ya que nos cobran hasta por sonreír. Las colegiaturas e inscripción donde estudian mis hijos se incrementó mucho con el pretexto de que hace dos años no la habían modificado. Antes pagaba 5 mil pesos de inscripción y ahora nos pidieron mil pesos más.
Afirmó que además de la lista oficial de útiles, en la que gastó mil 200 pesos, le pidieron comprar en el colegio un paquete adicional de 14 libros y cuadernos que adquirió por 2 mil 600 pesos.
Aunque te dicen que es opcional, lo terminas comprando en el colegio. Si los hubiera obtenido por fuera me hubiera ahorrado alrededor de 600 pesos; empero, abundó, no fue el único gasto, “tuve que pagar cuotas por más de mil 300 pesos para la sociedad de padres de familia, curso de natación, educación sexual –que es obligatoria– y seguro de gastos médicos”, así como 100 pesos diarios por cada niño para el servicio de comedor.
Por separado, Karla Mendoza se quejó de que a los estudiantes les piden artículos extra para uso del colegio, entre ellos plumones para el pizarrón, 10 rollos y dos cajas de papel y pañuelos higiénicos, jabón líquido y paquetes de hojas blancas.
Supuestamente escogimos la escuela más económica, ya que las colegiaturas en esta zona del sur son carísimas. Pagamos una mensualidad de 2 mil 300 pesos, pero además nos vendieron el paquete de 13 libros en 2 mil 100, los cuales adquirí gracias a que mi familia nos está ayudando. Todavía nos falta comprar otro libro de música que sólo se vende en la escuela por 250 pesos, pero no lo hemos adquirido porque estamos quebrados, lamentó.
Además de las onerosas inscripciones y colegiaturas, la mayoría de las escuelas privadas recomiendan a los padres de familia comprar los uniformes en sus instalaciones, los cuales tienen un costo que va de 700 a mil 500 pesos. Un suéter, por ejemplo, cuesta hasta 270 pesos, el chaleco, 205; playera, falda o pantalón se pueden adquirir en paquete de tres en 575 pesos; pants completo 550 y el de deportes 135; jumper 230, corbata y escudo 200 pesos.
El gasto no termina ahí. Si los tutores no pasan puntualmente por los estudiantes, algunos institutos cobran mil 500 pesos por servicio de estancia y una cantidad extra si no se paga la colegiatura en la fecha indicada.
El problema, detalla Damaris, es que en nuestro país las colegiaturas no están reguladas entonces cada quien cobra lo que quiere y como quiere; mientras no hagan algo las autoridades seguiremos pagando año con año grandes cantidades y los dueños de estos colegios nos van a seguir pidiendo infinidad de cosas. Al rato me van a cobrar hasta por venir a dejar a mi hijo, no se vale.
Si bien algunas instituciones ofrecen a los progenitores descuentos, al pagar 10 de 12 mensualidades en una sola exhibición, algunos docentes aseguraron que eso se traduce en que reciben bajos aguinaldos o nada.
El 14 de febrero el gobierno federal signó un decreto en el cual las colegiaturas de las escuelas particulares serán deducibles del impuesto sobre la renta (ISR) para la educación prescolar, primaria, secundaria y preparatoria, a fin de apoyar la economía mexicana. El dictamen se hará efectivo en abril del próximo año, cuando el padre de familia o tutor presente su declaración anual 2011.
Los topes máximos de deducción para prescolar serán de 14 mil 200 pesos; primaria, 12 mil 900, y para secundaria abarca un monto máximo de 19 mil 900. Lo anterior se deducirá cuando se hagan los pagos en colegios que tengan reconocimiento de validez oficial.
Ante el anuncio, algunos padres consultados dudaron que esta medida tenga un beneficio en su ingreso familiar. Es lo mismo, de nada sirve que entre un decreto si nos van a seguir vendiendo los productos. Todo el año se la pasan pidiéndonos cosas: que el cuaderno para esto, que el libro de ejercicios para lo otro. Ahí es donde se nos va a ir el supuesto ahorro, opinaron.
A los útiles de la lista oficial, que cuestan alrededor de $1,200, muchos colegios añaden un paquete de libros y cuadernos que representa erogar otros $2,600, señalan padres de familia
César Arellano / La Jornada
La crisis económica por la que atraviesa el país también ha perjudicado a padres de familia que tienen a sus hijos en escuelas privadas de educación básica. Los costos de las inscripciones y colegiaturas se han incrementado en tres años hasta en 20 por ciento, por lo que, aseguraron, han tenido que apretarse el cinturón para costear la educación privada de sus menores.
Mientras en 2008 pagaban en promedio mil 900 pesos de mensualidad, hoy desembolsan más de 2 mil 500; sin embargo, en el mismo periodo hubo quienes pagaron 3 mil 800 pesos, cifra que se incrementó arriba de 4 mil 500, esto sin contar el gasto adicional que realizan en la adquisición de uniformes, cursos o paquetes de libros y útiles escolares que se venden en los planteles.
En México, de acuerdo con cifras oficiales, se estima que hay casi 27 mil colegios privados de educación básica: más de 14 mil son de prescolar, le siguen 8 mil 89 primarias y 4 mil 18 secundarias, con una matrícula total en el ciclo escolar pasado de un millón 925 mil 393 alumnos en los tres niveles.
Damaris Nolasco, madre de familia, señaló que los planteles educativos privados se han convertido en negocios redondos, ya que nos cobran hasta por sonreír. Las colegiaturas e inscripción donde estudian mis hijos se incrementó mucho con el pretexto de que hace dos años no la habían modificado. Antes pagaba 5 mil pesos de inscripción y ahora nos pidieron mil pesos más.
Afirmó que además de la lista oficial de útiles, en la que gastó mil 200 pesos, le pidieron comprar en el colegio un paquete adicional de 14 libros y cuadernos que adquirió por 2 mil 600 pesos.
Aunque te dicen que es opcional, lo terminas comprando en el colegio. Si los hubiera obtenido por fuera me hubiera ahorrado alrededor de 600 pesos; empero, abundó, no fue el único gasto, “tuve que pagar cuotas por más de mil 300 pesos para la sociedad de padres de familia, curso de natación, educación sexual –que es obligatoria– y seguro de gastos médicos”, así como 100 pesos diarios por cada niño para el servicio de comedor.
Por separado, Karla Mendoza se quejó de que a los estudiantes les piden artículos extra para uso del colegio, entre ellos plumones para el pizarrón, 10 rollos y dos cajas de papel y pañuelos higiénicos, jabón líquido y paquetes de hojas blancas.
Supuestamente escogimos la escuela más económica, ya que las colegiaturas en esta zona del sur son carísimas. Pagamos una mensualidad de 2 mil 300 pesos, pero además nos vendieron el paquete de 13 libros en 2 mil 100, los cuales adquirí gracias a que mi familia nos está ayudando. Todavía nos falta comprar otro libro de música que sólo se vende en la escuela por 250 pesos, pero no lo hemos adquirido porque estamos quebrados, lamentó.
Además de las onerosas inscripciones y colegiaturas, la mayoría de las escuelas privadas recomiendan a los padres de familia comprar los uniformes en sus instalaciones, los cuales tienen un costo que va de 700 a mil 500 pesos. Un suéter, por ejemplo, cuesta hasta 270 pesos, el chaleco, 205; playera, falda o pantalón se pueden adquirir en paquete de tres en 575 pesos; pants completo 550 y el de deportes 135; jumper 230, corbata y escudo 200 pesos.
El gasto no termina ahí. Si los tutores no pasan puntualmente por los estudiantes, algunos institutos cobran mil 500 pesos por servicio de estancia y una cantidad extra si no se paga la colegiatura en la fecha indicada.
El problema, detalla Damaris, es que en nuestro país las colegiaturas no están reguladas entonces cada quien cobra lo que quiere y como quiere; mientras no hagan algo las autoridades seguiremos pagando año con año grandes cantidades y los dueños de estos colegios nos van a seguir pidiendo infinidad de cosas. Al rato me van a cobrar hasta por venir a dejar a mi hijo, no se vale.
Si bien algunas instituciones ofrecen a los progenitores descuentos, al pagar 10 de 12 mensualidades en una sola exhibición, algunos docentes aseguraron que eso se traduce en que reciben bajos aguinaldos o nada.
El 14 de febrero el gobierno federal signó un decreto en el cual las colegiaturas de las escuelas particulares serán deducibles del impuesto sobre la renta (ISR) para la educación prescolar, primaria, secundaria y preparatoria, a fin de apoyar la economía mexicana. El dictamen se hará efectivo en abril del próximo año, cuando el padre de familia o tutor presente su declaración anual 2011.
Los topes máximos de deducción para prescolar serán de 14 mil 200 pesos; primaria, 12 mil 900, y para secundaria abarca un monto máximo de 19 mil 900. Lo anterior se deducirá cuando se hagan los pagos en colegios que tengan reconocimiento de validez oficial.
Ante el anuncio, algunos padres consultados dudaron que esta medida tenga un beneficio en su ingreso familiar. Es lo mismo, de nada sirve que entre un decreto si nos van a seguir vendiendo los productos. Todo el año se la pasan pidiéndonos cosas: que el cuaderno para esto, que el libro de ejercicios para lo otro. Ahí es donde se nos va a ir el supuesto ahorro, opinaron.
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